ATISBOS ANALÍTICOS NO 256,
marzo 31 de 2016, Humberto Vélez Ramírez, RED DE UNIVERIDADES POR LA PAZ,
REDUNIPAZ, Armenia-Quindío, “POR UN NUEVO ESTADO, PARA UN NUEVO PAÍS”, humbertovelezr@gmail.com .
ENSAYO
ASI LOS VIMOS
LLEGAR A LAS ZONAS VEREDALES:
CON LA
NOSTALGIA BÉLICA Y LA ESPERANZA PACIFICADORA pegadas a sus CURTIDAS pieles
Las Farc sólo se “rindieron” ante la Flor de la Paz en Manos
de una Mujer.
Fotografía de Marc Riboud,1967contra la guerra del Vietnam.
(A los
Universitarios, en sus distintas categorías, Atisbos Analíticos les solicita
leer, por lo menos, el capítulo 4 de este Ensayo).
Así concibió Timoleón
Jiménez la Pre-Agenda de la reunión con el gobierno,
“1. Sobre “los
cambios introducidos en el proyecto de acto legislativo del JEP en materia de
participación política de las Farc y sobre la Cadena de Mando; 2.el atraso en los puntos
acordados para llegar a un Cese final del fuego, que se encuentran “todavía
pendientes de cumplimiento por parte del
Gobierno Nacional”; 3.la realización del censo socioeconómico, “dentro de los
60 días siguientes de las ZVTN debió realizarse el citado censo” con el
propósito de suministrar la información
requerida para facilitar el proceso de
la Reincorporación integral de las FARC-EP a la vida civil como comunidad y como individuos. Y eso para
que sobre la base de sus resultados se identifiquen los posibles procesos y
proyectos para vincular el mayor número
posible de hombres y mujeres pertenecientes a las Farc”; 4.ya debía estar construida “la propuesta de gestión y apoyo para un Plan
inmediato de Educación” extendido a las comunidades de las ZVTN según la
propuesta de la Embajada de Noruega”; 5.
Garantías de Seguridad: “mencionemos no más la implementación del Acuerdo de Garantías de Seguridad. No se
pensará que los guerrilleros estamos
obligados a salir como blanco para los sicarios”; 6. Se encuentra también
por “desarrollar, lo del proceso de Reincorporación económica colectiva, la
organización de la Economía social y solidaria, Economías del Común, ECOMUN; 6. “falta también la aprobación del PLAN MARCO
para la implementación de los Acuerdos sobre la base del borrador que será
presentado por el gobierno nacional, el cual debe ser aprobado en el COMPES
como “PLAN MARCO DE IMPLEMENTACIÓN DEL ACUERDO FINAL”, que deberá contener
los RECURSOS INDICATIVOS, necesarios para
su FINANCIACIÓN, así como la explicitación de sus FUENTES“. “Por lo tanto,
el listado de compromisos pendientes es largo, terminó escribiendo Timochenko, y queremos dejar establecido de una vez
nuestra mayor voluntad para cumplir con
todos y cada uno de ellos. Lo hemos demostrado al levantar campamentos
rústicos a un lado de donde se construye la infraestructura de las zonas y
puntos veredales”. 7. “Igualmente
esperamos la comprensión a fin de hallar la fórmula más viable para permanecer
en las zonas y puntos más allá de lo inicialmente pactado, porque así lo impone
la realidad del cumplimiento de los
puntos contemplados en el Acuerdo definitivo”.
“LO DECIMOS DESDE
AHORA, aunque la solución del impase no sea tan eminente todavía como sin duda
va a suceder…Nos imaginamos ya la alharaca sobre repúblicas independientes y
demás con lo que quienes sabemos pretenderán obstaculizarlo todo. No habrá tal.
Hablando es como se entiende la gente y es justo que tras medio siglo de
destruir, ayuden al fin a construir algo. Es lo que queremos. La Habana 18 marzo 2017”. (Síntesis de la Pre-agenda pensada por
Timoleón Jiménez en su importante artículo “Hablando
es como se entiende la gente, lo creemos”, y que casi no se vio reflejada en
los resultados de la Reunión Gobierno-Farc, que se realizó en Cartagena el 25 y
26 de marzo y que en este Ensayo se analiza en el acápite2.2).
ABSTRACT
INTRODUCCIÓN
1.
Qué nos han dicho desde las
Marchas.
1.1. Las Marchas y las Repúblicas Independientes.
1.2. El 31 de enero Pablo Catatumbo
finalizó la última Marcha sin saber que ésta
era “La Penúltima”
1.3. Una guerrillera que habló
con la Voz de la Dalila que
llevaba en su vientre: Milena Reyes.
1.4. La voz de “profesor” de un
Experimentado exguerrillero, Fidel Rondón.
1.5. “Confieso que me costó trabajo
acercarme a ellos”, Oficial retirado de la Inteligencia del Ejército.
1.6. “Lo que nunca imaginé”: El logro de
la Paz: Juanita Millán, Teniente de Navío.
1.7. “Cartas sobre la Marcha Final: La
última Marcha con mis dos Mujeres, por un Guerrillero raso”: Romaldo Rodríguez.
1.8. Visita de un Grupo Trans a Icononzo.
1.9. Jorge Ernesto Suarez, el hijo del Mono
Jojoy: entre la Ingeniería y los Fusiles.
1.10. Alejandro Patiño, Mayor de la Policía, asesor en la Habana, “El mayor
homenaje a nuestros muertos, es acabar la guerra”.
2.
Las Marchas: La
Enorme Distancia entre los Acuerdos y la
Realidad.
2.1. La Estrategia de Implementación de la Dejación de las Armas.
2.2. En o más allá de la Reunión de Balance
en Cartagena el 25 y 26 de marzo.
2.3. Preguntémosle ahora al Presidente
Santos que para salvar la Paz- lo único presentable y nodal de su gobierno- ¿qué
puede hacer todavía en materia de creación de condiciones previas como las de
iniciar la gestación de un nuevo Estado, impulsar el diseño de una Normatividad integral y coherente y
asegurarle a ésta la Sostenibilidad
Fiscal?
3.
Hacia una explicación
más amplia y sólida de las dificultades
y obstáculos para la adecuación logística de las Veredas.
4.
Las
Universidades y la Construcción de la
Paz: El SUE, ASCUN,la Alianza de
Universidades por la Paz de Bogotá, El Pacto Público por una Educación Superior
por la Paz,la Mesa de Gobernabilidad y Paz del Eje Cafetero y REDUNIPAZ han
sido las Organizaciones que más han hecho por el trabajo conjunto de las
Universidades Públicas y Privadas dentro de una división racional del trabajo
para la Paz.
Introducción
Cuando
al final de la primera semana de enero
llegaron los primeros 100 guerrilleros
a la Vereda la Carmelita, Puerto
Asís-Putumayo, los habitantes del Corregimiento no lo podían creer. Así escuchamos las voces dudosas, pero con un dejo de
esperanza, de algunos de sus pobladores,
“Pues es un paso demasiado grande para
mí, porque eso es como decir ya no más a la violencia, y sí más a la paz”, dijo
uno de las habitantes de la vereda. Otros pobladores no podían creer lo que
estaban presenciando: la concentración de al menos 100 integrantes del grupo
armado, que tras más de 52 años de
alzamiento, de modo pacífico estaban llegando
a hacer la dejación de las armas. “Nosotros no sabemos si esto sea real o
solamente es un dicho como para de pronto encontrar más adelante algo diferente, porque es que
aquí en este país, aquí eso solamente es como un montaje”, añadió otro. “Con esto
que está sucediendo y que todos y cada uno de los putumayenses estamos
aportando con un granito de arena para el proceso de paz tan anhelado por
todos, pero que también nos traiga desarrollo en nuestro corredor”, dijo, expectante, Marcos Pajoy, presidente de la Junta Comunal
de la Vereda la Carmelita. [1]
La Carmelita fue
una de las 26 Zonas Veredales Transitorias de Normalización, ZVTN, a las
que el 18 de febrero del 2017 terminaron de llegar los marchantes de las Farc.
Para llegar a la Carmelita, 300 guerrilleros de los Frentes 32,48 y 49 salieron de Mecaya sobre el río Caquetá, navegaron 10
horas río arriba en 15 lanchas y 25
canoas motorizadas para llegar a Rosario, un Corregimiento de Puerto Guzmán; al
día siguiente bajaron por pésimas
carreteras en 10 buses, 6 camiones y 15 camionetas hasta Puerto Asís donde por
cuatro planchones entraron a la
Carmelita. En total, hoy 12 de marzo, en
el país ya se han concentrado en las Zonas
Veredales 6.934 guerrilleros y
guerrilleras de las Farc cuando hace
apenas unas semanas muy pocos, sobre
todo en los centros urbanos, daban un peso falso por la palabra “cumpliremos”
en boca de las Farc. De acuerdo con
fuentes oficiales, para el traslado de esos 7 miles de hombres y mujeres hubo que contratar 450 camionetas 4 x 4, 200
camperos o jeeps antiguos, 120 camiones, 30 volquetas, 100 buses, 60 chivas o
buses rurales, 80 lanchas, 35 Mulas de carga y 10 tractores[2]; y esto sin contar otros
medios de transporte como ciclas, motos, burros, mulas y, en todos casos, los
curtidos pies.
Pero, no viajaban
solos. Con ellos iban delegados de la Oficina del Alto Comisionado de la Paz,
del Mecanismo de Monitoreo y Verificación y de la UNIPEP, La Unidad de la
Policía Nacional encargada de su protección; también los acompañaba un
zoológico ambulante de 40 perros y de
toda suerte de animales, nutrias, borugos, osos hormigueros y guacamayas, todos
ellos como una memoria caminante de la vida que atrás dejaban. Salvo un solo caso –en el Catatumbo-
las Marchas se produjeron sin incidente alguno. También iban con ellos sus
hijos, dormiditos en los brazos o en el vientre de sus mamacitas. En una de las
últimas marchas, la que llegó a la Vereda La Guajira en Mesetas[3], de los 436 marchantes, 6 niñas
guerrilleras se quedaron a tener sus hijos en la Uribe, 65 llegaron a su
destino embarazadas y 95 con los bebés en brazos. Hasta ahora, la guerra
y sus decisiones les habían bloqueado el
anhelo de ser madres pregonándolo a los cuatro vientos. Para significar el peso
de lo rural en la cultura fariana, de entrada destaquemos, como episodios
vivenciales que pueden producir una frenada sonrisa de los citadinos frente a
un hecho de paz, que en estas Marchas, como nos lo contó un curtido marchante, hubo muchos guerrilleros que en su vida
habían hecho un viaje largo en bus y otros muchos que no conocían uno con aire
acondicionado; y en algunas veredas hubo otros, que en su propia patria chica,
nunca habían pasado “el puente
pueblerino” subidos a un automotor
cuando antes muchas veces lo habían cruzado, de modo agitado, como punto referencial de un territorio de guerra. Y como lo narra, en su especie
de “Carta desde las Marchas”, Sergio
Jaramillo, Alto Comisionado de Paz, que al llegar a Jardín de las Peñas, el
cura párroco tomó su cámara y salió a filmar, “entre pitos y vivas a la paz”,
mientras voceaba,
“los recibimos con
banderas, no porque sean guerrilleros, sino porque decidieron dejar las armas”.
Y en la plaza de Dabeiba, unas profesoras de escuela que
vieron pasar unas chivas con los miembros del Frente 5 de las Farc, entre
“alaridos y llantos”, tomaban fotos de quienes creían haber sido sus alumnos 10
años atrás. Y no se podrá olvidar a Ituango, donde el dueño de una compañía de buses,
que durante años no había podido mover un vehículo sin pagar la correspondiente
extorsión, ahora prestó sus buses para transportar al Frente 18 de las Farc; este
señor “no podía creer que había visto en
vida el fin del conflicto armado”. Pero, exploremos un poco más la Carta del Alto
Comisionado de Paz. En ella también cuenta que cuando los guerrilleros del
Bloque Caribe entraron a Pondores en el sur de la Guajira, los soldados del
Ejército los recibieron con un apretón de manos; entonces, el Coronel español
de la Misión que estaba a su lado, le dijo un rato más tarde:” He estado en muchas misiones, en los
mismos Balcanes, en Timor, en Afganistán, en Nigeria, y en ninguna parte había visto algo parecido”. Terminemos,
entonces, este acápite con palabras oficiales en boca de Sergio Jaramillo,
“A esos millones de
campesinos, colonos, indígenas y afros que durante 3 0 4 décadas han vivido una
guerra sin tregua, primero, el cese del fuego y ahora las Marchas les partieron
la vida en dos. Hay preocupaciones como la transición. Pero sobre todo hay
esperanza. Esa es la realidad que se palpa allá, pero no acá. Por qué? Esta es
la pregunta, señores y señoras, que hay que contestar. Mientras tanto, alegrémonos del final de la Guerra”.
Esta vez, prosiguió
el Alto Comisionado de Paz, es todo un país el que parece no saber o parece que no le
interesa saber que terminó el conflicto, que cesaron los combates, que se acabó
el sufrimiento. O por lo menos quienes vivimos apaciblemente en los centros
urbanos no nos damos cuenta del final de la guerra, alejados como estamos del
miedo con el que han convivido toda su vida los habitantes de tantas partes de
la Colombia actual”.[4]
El objetivo
específico de este Ensayo no es otro que el de hacerle un seguimiento
sistemático a una u otra de las 26 Marchas
sintonizando “la Voz” de sus protagonistas, que en enero y febrero del 2017 recorrieron 8.700 kilómetros dejando apresada,
en Cartas escritas desde las Marchas, todas las dimensiones de su ser en forma de ideas, imaginarios,
recuerdos, reminiscencias, análisis, sentimientos, emociones y prácticas, todo
ello arrastrado por una tensión angustiante entre las nostalgias de la guerra de la que estaban saliendo y la
incertidumbre de las esperanzas de paz a las que estaban entrando. Para nosotros los de los Atisbos, en este
caso el más revolcado fue el método de
trabajo: nada o muy poco de teorizar para describir y levantar y probar
hipótesis y sí mucho de observar, y sobre todo de escuchar, para conceptualizar
las experiencias fácticas y discursivas y confrontarlas con los conocimientos
acumulados, ya probados en lo empírico o en vías de serlo o no serlo, sobre la
evolución histórica del conflicto y, ante todo, sobre la construcción de los
Acuerdos de la Habana y el inicio de la implementación en su primera etapa,
la de la dejación de las armas; y
decimos dejación que no obligada entrega, pues se trataba de una guerrilla que militarmente no había
sido derrotada y ni siquiera colocada en
condiciones de necesaria capitulación.
Para los Atisbos Analíticos estas Marchas de las Farc hacia las Veredas
han sido, sin duda alguna, el hecho
político más importante de estos cinco años de negociación pues, en nuestra
opinión, la prueba empírica más sólida de que las Farc entraron a la negociación con una clara
voluntad política de acabar la guerra, ha sido el hecho de que el punto central
de su estrategia de “concesiones” – y esto va direccionado para los que afirman
que no han “concedido nada”- ha sido la entrega final de zonas donde por
décadas habían actuado como “para-estados”;
ahí ha residido lo más más paradójico y formidable y esperanzador de su
actuación en las últimas ocho semanas de Marchas, en haberle devuelto al Estado
regiones que, durante décadas, habían ocupado a partir de una coherente
Estrategia de guerra orientada a controlar, decontrolar y recontrolar territorios. Es ahí donde se encuentra la
pertinencia de una idea que sobre la marcha de una entrevista emitió, por estos
días, casi de modo espontáneo, Luis Carlos Villegas, Ministro de Defensa,
Pero, no se la han
ganado, adicionamos nosotros a los grupos y economías ilegales armadas que, de
modo sistemático, han empezado a llegar a las tradicionales regiones dejadas
por las Farc.
1.
Qué nos han dicho desde las
Marchas
Destaquemos ahora algunos aspectos centrales, explorando la moneda por
las dos caras, de algunas de las más importantes Cartas escritas desde las Marchas.
1.1.
Las Marchas y las
“Repúblicas Independientes”
“Las Zonas Veredales
no pueden volverse Repúblicas Independientes”, dijeron los Altos Militares en
retiro mientras el Exgeneral Bonnet denunciaba que los guerrilleros estaban
llevando a sus familias y a otras personas para dedicarlas “a cosas muy
distintas a lo que se había planeado en la paz”.[6]
Una denuncia así,
formulada por Alvaro Gómez Hurtado fue,
entre otros factores, el que más incidió en los inicios de la década de 1960
en la fundación de las Farc. En ese entonces, el Estado arremetió contra débiles y volátiles molinos de viento- dos docenas de
empobrecidos campesinos que, desde la región de Marquetalia demandaban una
reforma agraria[7]-
provocando una gigantesca Guerra de 52
años que levantó la bandera de una revolución socialista; ahora en el 2017, los
Militares retirados le demandan al Estado que, para evitar el peligro de la
desintegración territorial del país, incumpla el punto 1 del Acuerdo, el del Cambio
rural integral que no se hizo en 1964, y que, además arremeta contra unas Farc,
que, en las 26 Veredas, ya están dejando las armas.
Los
Excomandantes de las Fuerzas Armadas no podrán desconocer ahora que lo que se
pactó en la Habana fueron unas zonas veredales TRANSITORIAS y que una vez dejadas las armas y fundado el
nuevo partido político de las Exfarc, esas localidades perderán el carácter de
ZVTN y que, reincorporados los farianos
a la vida cívico-social, podrán residir en los sitios del país que ellos escojan
en su condición de ciudadanos formales como también lo podrán hacer los
exmilitares incursos en delitos con motivo del
conflicto armado en la medida en que se sometan a la Justicia
Transicional.
Hablemos ahora de los Militares
activos.
Si en algo o en mucho, ha
resultado exitoso el Presidente Santos ha sido en la vinculación que logró de la
Fuerza Pública al proceso de pacificación tanto en lo relativo a la definición,
codo a codo con miembros de las Farc, de aspectos técnico-políticos muy
complejos y sensibles de la guerra como en su trabajo comprometido y
sistemático en la primera etapa de implementación de los Acuerdos[8], más
en concreto, en lo relativo a la Coordinación del Mecanismo de Monitoreo y
Verificación, así como en el de la protección
de los marchantes con un equipo de 13.000 policías. Con esta conducta, Santos corrigió
la importante falla de anteriores
esquemas de pacificación en los que se pretendió negociar la guerra interna sin
contar con la participación activa de los militares en cuanto Administradores
del Estado como fenómeno de fuerza y de coerción. Es por esto por lo que es tan
importante el punto de vista del General Javier Antonio Pérez Aquino, Jefe de
los Observadores Internacionales y Coordinador del Mecanismo de Monitoreo y
Verificación,
Pérez Aquino
reconoció que había “falta de preparación en la mayoría de las zonas, pero
calificó de positiva la decisión de las Farc de entrar allí en las condiciones
en que se encontraban, ya que su presencia en estos lugares ‘reduce
considerablemente las posibilidades de contacto armado. Esperamos que esto
oriente e impulse los trabajos en el proceso para la construcción de los
campamentos en las diferentes zonas, a fin de crear las condiciones apropiadas
para continuar con los procesos que llevarán a los integrantes de las Farc en
su reincorporación a la vida social, económica y política del país. Somos
conscientes que para que este proceso sea efectivo se deben consolidar otros
aspectos del Acuerdo Final como por ejemplo un adecuado apoyo logístico, las
condiciones de seguridad jurídica, física y socioeconómica que permitirán su
tránsito a la vida civil. Hoy día tenemos frente a nosotros el desafío de
asegurar que este proceso siga avanzando, preservar y fortalecer la confianza
entre las partes y de la sociedad frente al procesos para concretar la paz’ ”. [9]
1.2.
El 31 de enero
Pablo Catatumbo finalizó la última Marcha sin saber que ésta era la “LA PENÚLTIMA”.
Catatumbo fue el
primer miembro del Secretariado en ubicarse en una zona de desarme. El 31 de
enero del 2017, decidido a cumplir lo acordado, inició la Marcha hacia la
Vereda la Elvira, Buenos Aires-Cauca; aquel día así inició su Carta desde la
Marcha que, de modo sugerente, tituló “Mi penúltima Marcha”:
“Desperté en la
explanación con una sensación que hacía largo tiempo no sentía: la de tener que
levantar el campamento temprano e iniciar una marcha. Con una diferencia. Esta,
se supone, sería la última marcha guerrillera. A todos los que pernoctábamos en
el punto de recepción nos invadía una
mezcla rara de sentimientos. Cada uno preparaba su equipo de campaña y limpiaba
su arma de dotación alistándose para el día que se suponía iba a ser especial y
así resultó ser”.
Aquel día los
preparativos duraron más de lo normal, pues mientras 3 grupos iniciarían la
marcha a pie hasta la zona veredal en la parte alta de la Elvira, los grupos
provenientes del Río Naya y del sur del Chocó, tendrían que navegar por el
océano Pacífico y atravesar la Cordillera occidental para llegar a Buenos
Aires-Cauca en dos o tres días. Esos obstáculos les impidieron completar ese
tarde la concentración en La Elvira. Y así continuó Catatumbo su narrativa
sobre la Marcha,
“Caminaron conmigo,
Camila Cienfuegos, mi compañera de muchos años de lucha y avatares y 246 combatientes, hombres y mujeres
de todas las etnias y procedencias. Altivos guerreros de ayer, hoy caminaban
por un sueño colectivo: parar la guerra e iniciar el duro tránsito a la lucha política abierta y sin armas.
Vecinos del área ondeando banderas blancas nos saludaban y se acercaban a la
carretera a acompañarnos… Cuando llegamos al punto, guerrilla y población de la
Zona miraban con asombro esa enorme área
repleta de nada: ni los basamentos de las áreas comunes, ni los materiales
esperados ni un mínimo suministro de agua. El 31 de enero, la Zona Veredal de
la Elvira no era más que TIERRA REMOVIDA más una cuanta insuficiente maquinaria”.
Pablo Catatumbo y 247 guerrilleros y
guerrilleras, el 31 de enero del 2017 el día de la llegada a LA ELVIRA-CAUCA
“Nuestra reacción fue
entonces seleccionar 50 camaradas para que pernoctaran en el lugar y
colaboraran con las obras. Asumieron la tarea de armar un pequeño campamento móvil. Después de esto
y de agradecer fraternalmente a las
comunidades del lugar, volvimos a los puntos de reagrupamiento con la certeza
de haber cumplido y la incertidumbre sobre la espalda acerca de la capacidad de
cumplimiento del gobierno. La lentitud institucional hizo de Buenos Aires la penúltima marcha
guerrillera. Lastimosamente la marcha de
la última depende de la capacidad del gobierno de dar cumplimiento a lo
Acordado”.[10]
1.3.
Una guerrillera que habló con la
Voz de la Dalila que llevaba en su vientre: Milena Reyes.
En su narrativa, con
sabor a selva y con olor a bebé, “Cartas desde la Marcha Final: Los colores y
sabores de la Selva” , nos cuenta que, quinceañera, ingresó a las Farc y que ahora con la llegada de la paz podía hacer realidad el sueño de ser madre,
pero que antes cuando le hacían esa
pregunta, ¿quieres ser mamá?, simplemente respondía,” yo no quiero traer hijos
para la guerra, para la guerra nada”, pero que hoy,
“pronto tendré conmigo a mi pequeña Dalila.
La sensación que estoy experimentando es tan fuerte que siento que se me va a salir el corazón. Nunca pensé que a
una, un bebé le transformara la vida de esa manera, más cuando se es
guerrillera. Ahora tengo la certeza que mi pequeña Dalila recorrerá conmigo la
zona veredal de Icononzo, donde juntas, al lado de su padre, nos reincorporaremos
a la vida legal”.
Esto no obstante,
Milena destaca que no le ha sido fácil adaptarse a la nueva realidad; que ahora
aunque el momento histórico les estaba marcando una nueva fase de vida tanto
como combatientes como ciudadanas, sin embargo la selva colombiana en los últimos años había sido para ella su
casa, su refugio, la Universidad de su vida siendo este el sentimiento que
llevaba clavado en su corazón porque
“fueron años de
aprendizaje al lado de mis compañeros en medio de la guerra. Esa casa natural
que nos dio cobijo durante tantos años de lucha y que por lo tanto no es fácil
abandonar… Pensando en todo esto con lágrimas en los ojos puedo decir que me
abarca un sentimiento de tristeza que no sabría describir…Sólo sé que llevaré
por siempre en mi alma los colores y los
olores de la selva colombiana; de la selva de los miles de verdes que me vieron
crecer como combatiente, como luchadora. En unos meses iniciaremos un nuevo
camino en nuestras vidas, el tránsito a la vida legal, a la vida que dejé
congelada cuando era una adolescente. Con la llegada de la paz, me espera
también una nueva vida porque he decidido ser mamá”, terminó escribiendo esta
exguerrillera que hizo parte de la Delegación a la Habana donde fungió como camarógrafa, fotógrafa y
reportera.[11]
1.4.
La voz de “profesor”
de un Experimentado exguerrillero, Fidel Rondón.
“Entre Sueños y Fusiles”: La ruptura con las armas es más dificultosa en
lo simbólico[12] que en lo real.
Profesor era en el
Meta en 1980 cuando la guerra sucia contra la Unión Patriótica lo empujó a
entrar a la guerrilla y profesor es ahora cuando en la Zona Veredal de Colinas,
rodeado de muchos jóvenes que ya no hablan de guerra ni de armas ni de los
misiles antiaéreos que nunca llegaron, participa en sus discusiones sobre la Constitución Política de Colombia, el
Estatuto de Roma, la Jep y la Ley de amnistía; su trabajo por estas semanas ha estado orientado a
coordinarles sus lecturas y mantenerles los materiales bien fotocopiados, así
como a participar en sus debates. “¡Qué
ironía, escribió en su Carta desde las Marchas[13],
leer ahora la Constitución, cuando antes subvertíamos el orden establecido por
ella!”. Ayer, hace 28 años, cuando ingresó a las Farc, “sabía que vendrían
años duros- aprendizajes, marchas, guardias, ranchas, emboscadas, alejamiento
de la familia-“, pero Hoy, 4 de marzo
del 2017, se encuentra de cara a “la incertidumbre de una forma de vida
diferente, alejado de las armas y de esa extraña emoción que se siente al jugar
al gato y al ratón, o al ratón y al gato, en el terreno donde se libró una vez
la guerra de guerrillas”.
Contrastante parece
ser emocionalmente para Rondón su actual incertidumbre frente a su futuro,
incertidumbre atizada por la difícil ruptura con el apego al fusil que encarna
su ideario de rebelión,
“Al
sentir por última vez un fusil en nuestras manos, ahora que sólo lo descolgamos
de una horqueta para hacerle el aseo, mirar nuestra pistola y acariciar las
últimas veces las granadas M-26, las que una vez nos sirvieron para improvisar
minados de último momento…”; esto no obstante, “en muchos años por venir,
cuando los Excombatientes nos encontremos en la calle, ya con hijos, con
nietos, …hablaremos que valió la pena haber dedicado la parte más valiosa de
nuestra vida a lo que hicimos, por un poco de paz, otro poco de tolerancia y
mucho más de democracia. Qué coincidencia, estoy
terminando esta vida productiva con el mismo trabajo con el que comencé, de
profesor, en un aula como en 1980 cuando me posesioné en la Secretaría de
Educación del Meta. Otrora jóvenes estudiantes, ahora jóvenes guerrilleros, no
se diferencian; éstos también se
preparan para “ser alguien en la vida”. A eso nos dedicamos, mientras llueve…No estoy en el lugar equivocado”.
1.5.
“Confieso que me
costó trabajo acercarme a ellos”, Oficial retirado de la Inteligencia del
Ejército.
Durante las Marchas
hubo muchas y complejas y delicadas Operaciones: entre otras, coordinar los
movimientos forestales y fluviales y entre distintas instituciones,
contabilizar los tiempos, garantizar la alimentación, recopilar cifras; de todo
ello se encargó un grupo de 25 militares de la Oficina del Alto Comisionado de
paz, que estuvieron en contacto cuotidiano directo con los marchantes. “Años
atrás, escribió este Oficial retirado de la Inteligencia del Ejército, era
impensable que lo aprendido en las Fuerzas Militares fuera de utilidad para
mover a la guerrilla más antigua de América a los sitios donde dejarán las armas”.
“Confieso, prosiguió,
que me costó trabajo acercarme a ellos”; lo logré porque “tuve entrenamiento en Derechos Humanos y uno sabe que al adversario
hay que respetar, lo que reconocí desde el primer momento que los vi es que
eran seres humanos. En los recorridos se notó la confianza con el Ejército y la
Policía. Eso demuestra que en la paz ni
guerrilleros ni soldados se sienten solos”.
Digamos que en
general, Los Diálogos de la Habana posibilitaron un enorme cambio
inter-accionario: ambas partes, de ellas algunos sectores menos y otros más, hicieron el tránsito de la
relación amigos/enemigos a la relación amigos/adversarios, lo que tuvo una
primera expresión concreta y más sostenida durante las Marchas en ese juego de
interacciones , por lo menos, respetuosas, que se produjeron entre guerrilleros
y soldados, lo que un enorme sector de
ciudadanos urbanos no ha logrado, no digamos vivenciar sino, por lo menos,
racionalmente percibir y comprender.
De derecha a izquierda el Brigadier General de la Policía
Nacional Álvaro Pico Malaver; el Brigadier General del Aire Oswaldo Rivera
Márquez; el Brigadier General del Ejército Carlos Alfonso Rojas Tirado; la plenipotenciaria
María Paulina Riveros; el General del Ejerció Javier Alberto Flórez Aristizábal
; el Jefe de la Delegación del Gobierno, Humberto de la Calle; el Alto
Comisionado para la Paz, Sergio Jaramillo Caro; el Brigadier General del
Ejército Martin Nieto Nieto, y el Contralmirante de la Armada Nacional Orlando
Romero Reyes. Del Secretariado de las FARC se encuentran Joaquín Gómez, Iván
Márquez y Carlos Antonio Lozado. Foto: Oficina del Alto Comisionado para la paz.[14]
1.6.
“LO QUE NUNCA
IMAGINÉ”: EL LOGRO DE LA PAZ: JUANITA MILLÁN, TENIENTE DE NAVÍO.
Hasta hace menos de dos años era la jefe de la Sección de
Prospectiva del Comando General de las Fuerzas Militares. Allí se dedicaba a
hacer análisis de escenarios sobre el futuro del conflicto y el papel de los
militares en un escenario de postconflicto. Ha sido la única
mujer militar que ha hecho parte del Mecanismo de Monitoreo y Verificación a
nivel Nacional. Que aunque nunca había estado en un campo de batalla, siempre
había soñado con el fin del conflicto armado y que por eso le agradecía a Dios
y a su virgencita esta oportunidad que había tenido de contribuir a su final,
fue lo que más nos llamó la atención al leer su “Carta desde la Marcha Final:
Lo que nunca Imaginé”[15],
Al inicio de mi carrera militar, escribió, mi idea de
terminar ese conflicto y lograr la paz no era precisamente a través de un
proceso de paz, pero la vida, el conocer más la realidad de nuestro país y mis
creencias me fueron haciendo cambiar de estrategia para ayudar desde mis
posibilidades a acabar con el conflicto, así que me preparé por lo menos desde
el punto de vista académico, para aportarle a la paz. Por eso digo que soy muy
bendecida porque gracias a Dios y a la virgencita he tenido la oportunidad de
participar de forma cercana en todo este proceso.
Que en los últimos dos años que había trabajado en el Equipo
del General Javier Flórez encargado de diseñar el modelo del Cese al Fuego y de
Hostilidades, había aprendido más que en toda su existencia; que habían sido
cientas las horas de preparación, de análisis y de discusión, que habían
llevado a lo que nunca se había pensado posible, un Cese al Fuego bilateral y
definitivo; que habían sido 6 años maravillosos de conversaciones; y que se
sentía feliz porque “en últimas todos somos
colombianos, porque todos nos hemos equivocado y todos merecemos una
oportunidad y un mejor país”. Y así concluyó su Carta abierta a la posibilidad
de construir en Colombia un objetivo común,
“Sé que tenemos retos mayores, pero tengo la confianza en que
tanto los hombres como las mujeres de las Farc…como nosotros encontremos un
objetivo común. Esos kilómetros en lancha, chiva, camión, a pie quedarán en los anaqueles de la historia como un
ejemplo en donde militares, policías, extranjeros, amigos y enemigos,
trabajaron juntos por un mismo objetivo, como una de las tantas muestras de que sí se puede. Que la esperanza y
perseverancia son más grandes que el odio y el temor. Pero lo que hoy es una
excepción, espero y sueño con que sea una constante cuando los integrantes de
las Farc hagan su tránsito a la legalidad”
1.7.
“Cartas sobre la
Marcha Final: La última Marcha con mis dos Mujeres, por un Guerrillero raso”: Romaldo
Rodríguez[16].
A Camila, una gordita
de ocho meses con otros ocho kilos de
peso encima, todo la mimaban; que a la bebé todos la querían, que la iban a
extrañar mucho, pero que ¡tranquilos!, que ya regresarían por ellos, fue lo que
le dijeron sus compañeros y camaradas cuando supieron que, como medida
prudencial tomada por el Oficial de Servicio, Romaldo y su familia no harían
parte de esa última Marcha. Esa mañana del 31 de enero, Romaldo no sabía nada
sobre la decisión tomada y por eso estaba en su
caleta preparándose con el equipo, el chaleco y los fusiles, pues saldrían a las once y media.
- Mi amor, le dijo
Romaldo a su compañera, ¿no será que es muy riesgoso salir a marchar con la
niña?
- No, qué va, porque
vamos para las zonas veredales; allá hay instalaciones para madres gestantes y
lactantes y también un lugar para nuestra bebé, acuérdate que eso es un acuerdo
firmado con el gobierno”, respondió optimista la mamá. Pero cuando empacaban,
llegó el Oficial de Servicio y les dijo que los tres se quedarían en la zona de pre-concentración porque, según
informes recibidos, en la Vereda no había nada construido, lo que podía ser muy
riesgoso para la bebé. Recibida la orden,
“le entregamos las
armas y no pude evitar sentir un poco de alivio. La verdad es que cuando uno ya carga esa inmensa
responsabilidad de criar y cuidar una bebé, uno quiere protegerla con todo lo
que tiene a mano”.
A partir de este
episodio, Romaldo asumió el papel de observador desde la base guerrillera. El
tiempo corría y sus compañeros y compañeras iban saliendo a formar una fila,
que el Oficial iba contando a medida que se estiraba. Hecho el conteo,
iniciaron la Marcha en compañía de Pablo Catatumbo. Aún desde lejos sus
compañeros por señas continuaban la despedida.
Romaldo y su
compañera se regresaron a la caleta mientras iba pensando, “ a mí me parece que
esto fuera un sueño, porque no hace mucho que estábamos envueltos en una guerra
que lo único que nos dejó fue muerte y tristeza
ahora parece que por fin va a llegar la paz, que por tanto tiempo hemos
estado esperando…”. De repente se volvió hacia su compañera y, muy seguro de sí
mismo, le dijo, “ahora sí lo que debemos hacer
es apoyar la paz para que el
futuro de Camila y de muchos niños y niñas sea en un país sin confrontaciones,
donde todos y todas seamos iguales”.
1.8.
VISITA DE UN GRUPO
TRANS A LA ZVTN DE ICONONZO
Para dialogar sobre
identidad y diversidad sexuales, integrantes de la Red Comunitaria Trans, RCT,
se fueron hasta Icononzo; hasta ese 27 de febrero de la visita a este municipio
del Tolima, ubicado a 5 horas de Bogotá, habían llegado políticos, estudiantes
y diversos grupos de la sociedad civil, pero nunca personas “trans” invitadas a
dialogar sobre derechos y diversidad
sexual. El grupo estaba coordinado por el comunicador Guillermo Camacho y por Daniela Maldonado,
directora de la Red quienes estuvieron acompañados por varios de sus miembros,
así como por dos realizadores franceses.
Estaban expectantes, pues no sabían cómo los recibirían.
“El 14 estuvimos
allí, escribió Guillermo Camacho, llenos de temores y prejuicios pensando que
tal vez los guerrilleros nos mirarían
como bichos raros, pero, el primero que encontramos, se veía muy joven, nos
recibió con tinto, amable y desprevenido. Nos esperaban. El contacto había sido
a través de un preso político de las Farc pues, desde el 2013, habíamos
conocido a varios en el trabajo que hacíamos en las cárceles de Bogotá. Aquel
día hasta muy tarde escucharon los
relatos que les hacíamos sobre las violencias y la marginación que vivían los
Trans por el hecho de ser distintos, los problemas para continuar estudiando y
los líos para conseguir un trabajo distinto a ser putas o peluqueros, amén del
karma que significaba acceder al sistema de salud. Todo ello algo similar a la
vida clandestina e ilegal que viven los guerrilleros… Esa noche dormimos en las camas improvisadas en la recepción que
había en la zona”.
Al otro día se
reunieron con Carlos Antonio Losada, miembro del Secretariado, con quien
llegaron a varios acuerdos empezando por la definición de un cronograma para
realizar otros encuentros con guerrilleros sobre temas de género, diversidad
sexual y salud. Losada, que había estado durante varios años a cargo de las
milicias de Bogotá, les habló del interés que tenían en que los guerrilleros se
formaran en esos temas porque “la mayoría los desconocían o los
malinterpretaban” cuando en la guerrilla, que se alistaba a firmar la paz,
había muchas personas con identidades de género diversas”. [17]
Desde los comienzos
de esta reunión Mariela Maldonado, la directora del Grupo que ya había
participado en varias VIGILIAS POR LA PAZ, había dicho que en la Habana habían
podido hablar gays y lesbianas pero no
Trans, que estos también tenían su Propuesta de Paz[18] , que era “imprescindible
que la sociedad civil hiciese parte de este proceso y por eso nosotros estamos
aquí”.
1.9.
Jorge Ernesto Suarez,
el hijo del Mono Jojoy: entre la Ingeniería y los Fusiles.
A Jorge Ernesto le tocó hacer parte del Grupo de la
Vereda “Llano Grande”, Dabeiba-Antioquia. “El día de la última Marcha, 31 de enero,
sentí alegría y nostalgia, una mezcla de todo lo vivido y por vivir”, escribió
en su rico relato “Darle la vuelta a la página de la guerra es una oportunidad”.[19] Nació en las selvas del
Caquetá en 1984, pero a los tres meses se lo llevaron a Bogotá donde estudió
hasta Décimo Grado en un colegio de clase alta, El San Viator, donde siempre,
aún con sus más personales amigos, mantuvo en secreto su origen y procedencia. Pero,
Jorge Ernesto los sabía desde los 5 años cuando le contaron que su padre era un
guerrillero llanero llamado Jorge Briceño; le hablaron de sus luchas e ideales,
lo que fue comprobando de tiempo en tiempo durante su época de estudiante, pues
en cinco oportunidades tuvo la oportunidad de ir a estar durante unos días con
él. Inició, entonces, el estudio de las ideas de izquierda llegando a sentirse
“socialista”, así se lo declaró al periodista Juan Camilo Maldonado, aunque
nunca estuvo entre los “revoltosos” del salón.[20] Que “desde niño su anhelo
había sido estudiar ingeniería, pero que debido a las amenazas de los
paramilitares, sólo le había quedado elegir: o irse para la guerrilla o a
estudiar al exterior, lo contó en su narrativa sobre la Marcha. En la
actualidad se encuentra convencido que la decisión que tomó hace 16 años, la de
irse para la guerrilla, fue la mejor opción. En lo personal, escribió, no fue
fácil esa decisión, pues,
“atrás
quedaba la familia, el ajiaco, la música de Metallica, muchos amigos, la ida a
los estadios los domingos a acompañar
con la Guardia Albiroja a mi santafecito y muchas otras vivencias de la
ciudad. Pero que adaptarse a la vida en la montaña, el paludismo, los mosquitos
y todos los pormenores de lo que es vivir en una selva húmeda había sido ‘ALGO MARAVILLOSO’ que se le
quedaría para toda la vida”. Que andar las montañas de la Colombia profunda,
escuchar sus historias, caminar sus sueños, siempre acompañado de una gran
familia, la Fariana, y siempre con “un gran hombre, mi padre, Jorge Briceño, ha
sido lo que más he recordado ahora a propósito de las Marchas hacia las
Veredas. Con ellos aprendí que sólo se logran grandes objetivos cuando
los sientes…Vi, sentí, las dificultades en que vive la gente en muchas
partes del país, ese rostro campesino en
el cual se notan las huellas de lo difícil que ha sido la dura subsistencia en
nuestro país… En este tránsito de la última Marcha escuchando a Héctor Laboe y
viendo la carretera asfaltada correr, recordé los rostros alegres que los
guerrilleros y guerrilleras les imprimíamos, aún en los momentos más difíciles,
a la vida. Todo por la vida. Hemos reído pero también llorado; y hoy que las
expectativas están puestas en volver a esas SELVAS DE CEMENTO Y FIERAS SALVAJES
que son las grandes ciudades, abrazo a quienes nos acompañan en estas Marchas… Darle vuelta a la página de la guerra es
una oportunidad para los guerrilleros y guerrilleras que dejamos todo atrás
por unas condiciones de vida mejores para el pueblo, sino también para todos
los que hoy ven con gran alegría la posibilidad de vivir en una Colombia en paz
con justicia social y la posibilidad real
de que todos y todas podamos construir nuevas generaciones, donde la
implementación de los Acuerdos son el
bastión fundamental. Vivirán
por siempre en mi alma, así como en mi corazón todos estos bellos instantes
compartidos durante todos estos años. En mi alma y corazón ese hombre, que es
muchos hombres, invencibles en la paz: Jorge Briceño,
mi papá.
Al primer Mono Jojoy
que conoció fue al de los Noticieros,
“Nunca se me va a
olvidar, le dijo a Maldonado, su imagen, “caminando entre los militares y la
policía en los corrales de alambres que armaron en los montes… Tal vez los
medios hicieron de él una figura violenta, pero él era una persona muy jovial,
afable, siempre compartía con todos y
buscaba el bienestar para la gente…Si él estuviese vivo, estaría de acuerdo con
el proceso de paz… Cuando en lo del Caguán los discursos se ponían muy tensos
en la Mesa, él siempre estaba al tanto de que se lograra distensionar la cosa
para poder sacar adelante el proceso…El día del bombardeo en que murió yo tenía que ir a su Búnquer a las 2. a.m, pero no me levanté porque
cuando me desperté estaban ya cayendo
las bombas allá…”. Lo habían ubicado gracias a
un chip electrónico, que “la inteligencia militar había implementado en
sus botas… Con mi padre compartimos cuatro años, pero nunca hubo preferencias.
Simplemente yo era un guerrillero más. Eso no quita que no me diera consejos.
Muchos de ellos me han servido para este momento tan importante en nuestras
vidas”. Puso el ejemplo de las Víctimas: “Ahora, prosiguió Jorge Enrique
diciéndole a Camilo Maldonado, que los guerrilleros han empezado a reunirse
para pedirles perdón, realmente no sé
con qué Víctimas se habría reunido él, pero estoy seguro que habría ido
a hablar con ellas. El problema de la
guerra es tan complejo que no ha habido otro Acuerdo en que las Víctimas sean
el centro del proceso. Lo que ha ocurrido recientemente – la reunión de Pablo
Catatumbo y otros guerrilleros con los
familiares de los Diputados del Valle- es muy importante. Hay que generar esos
espacios de reconciliación, porque es allí donde se valoran los sentimientos de los otros. Es
ir más allá del odio. Si no se abre ese espacio, seguramente va a ser muy
difícil este proceso”.
1.10.
Alejandro Patiño,
Mayor de la Policía, asesor en la Habana, “El mayor homenaje a nuestros muertos,
es acabar la guerra”.
“Como le
pasa hoy a muchos compatriotas, por muchos años sentí la guerra que desangraba
a mi país como algo lejano, distante, que no me tocaba a mí, ni a mi familia,
ni a mis amigos. A pesar de haber asisistido al entierro de policías vecinos y de militares amigos de
mi familia…sentía que ésta no era conmigo, la veía distante como en las
películas…Cuando partí de mi letal Manizales en el año 2000 para ingresar a la
Escuela de Cadetes- era la época del Caguán cuando las Farc tenían la mayor
capacidad armada- no dimensioné que lo
que realmente hacía era irme a esa guerra, a vivirla en carne propia. Más
rápido la vida, mejor la penumbra y la tragedia de la muerte (el asesinato de
mi Teniente Meléndez, jóven oficial no mayor de 20 años, a los pocos días de
graduarse como Subteniente y posteriormente el homicidio de Puerto (Diego), mi
mejor amigo) me recordarían el dolor insondable que produce que los padres, en
contra del ciclo de la vida, entierren a su hijos…Llevaré hasta la tumba el
recuerdo del funeral de mi mejor amigo en la Escuela. Como dice el poeta, cuando uno llora no sólo llora por lo
que llora sino por todas las veces que ha dejado de llorar…”, he ahí retazos
sueltos dignos de una Historia de Vida, que este Mayor de la Policia adelantó
en “Cartas desde las Marchas: El mayor
homenaje a nuestros muertos es acabar la guerra”.[21]
En los
últimos dos años el gobierno colombiano ha tenido como asesor en la Habana al
suizo Julián Hottinger, un reconocido experto en Mediación y Abordaje de
conflictos macro con amplia trayectoria en Afganistán, Camboya, Nicaragua,
Irlanda del Norte, Rwanda, SRI Lanka, Sudán y Siria; en Colombia ha trabajado
temas específicos asesorando a la Comisión Técnica del Fin del Conflicto en
asuntos como Cese del Fuego,
Desarme y Reincorporación de los Excombatientes.
Conocida es su tesis de que quienes inician y terminan un proceso de
negociación, al final terminan siendo personas muy diferentes. Este parece
haber sido el caso del Mayor de la Policía Alejandro Patiño quien, al traer a
colación la tesis de su asesor, escribió,
“Hoy estoy convencido de eso. Y tabién estoy convencido que Colombia es un
país distinto gracias a la Mesa de Conversaciones y a la terminación del
conflicto armado con las Farc, y que el crepúsculo de un nuevo amanecer nos
abre una nueva oportunidad como Nación. Esa esperanza y esa fe renovada es la
que he visto en campesinos, indígenas, afrodescendientes del Cauca, Guaviare,
Caquetá y Putumayo y con quienes en estos días coordinamos los desplazamientos
por ríos y caminos de esa Colombia profunda para ubicarse en las zonas veredales…”.
Entonces, “el mayor
homenaje a nuestros muertos, a sus viudas, a sus huérfanos es acabar la guerra,
evitar nuevas tragedias, impedir nuevos ciclos de violencia y rencor, dar una
oportunidad a las Farc, pero sobre todo a los colombianos de perdonarnos y
reconciliarnos, de reencontrarnos como nación, como hermanos, como hijos de un
mismo Dios”.
2.
Las Marchas: La enorme
Distancia entre los Acuerdos y la
Realidad.
El 18 de febrero del
2017, en un nunca visto en Colombia, y
quizá en América Latina, formidable movimiento
logístico, unos 7 mil guerrilleros y guerrilleras terminaron de
movilizarse hacia 26 Veredas en las que
pasarán los próximos meses hasta
realizar lo más importante e histórico
para la finalización del cincuentenario conflicto interno armado, es decir, hacer la dejación de sus armas.
Pero, no todo ese
aparataje de movilización estuvo en su punto para todas las Veredas terminales
pues,
Desde la
“CARTA A TIMO DE LA ULTIMA MARCHA EN EL CATATUMBO”, enviada el 16 de febrero
por el Frente 33 de las Farc desde Caño
Indio, escuchamos a los caminantes cuando empezaron a reiterar y machacar, que al gobierno le
había quedado “grande la logística.
Lo que uno ve es que el papel del Gobierno nacional ha sido solamente orientar,
pero los encargados de cumplir y hacer cumplir han quedado con las manos
libres. Vinieron y preguntaron datos sobre vehículos y alimentos. Pero luego
manejaron todo a su antojo. Nos tocó contratar carros y pagarlos nosotros
mismos… Sabíamos lo que nos íbamos a encontrar… que no iba a ver refrescos por
parte del gobierno, así que los compramos. Querían hacernos comer para el
desayuno unos fríjoles congelados, lo mismos que nos tenían para el almuerzo el
día anterior y por eso compramos desayunos nosotros mismos. Como sabíamos que adonde íbamos no había nada, echamos
telas, madera, varios esquineros y horquetas…Se dice que hay plata para todo lo logístico, pero ¿quién verifica en qué se están gastando esos recursos? Queda mucha duda.
(Subrayado nuestro). De todas maneras, prosiguieron los miembros del Frente 33,
se ve mucho ánimo en la guerrillerada
nuestra, aunque nos preocupa que esto se vaya a poner feo más adelante,
y que nos empiecen a incumplir todos los acuerdos. Este es más o menos un
bosquejo de lo feo. Ahora le relato las cosas que a la guerrillerada les da mucha moral. Se trata del respaldo de la
gente. Nos acompañaron de principio a fin durante el desplazamiento, en algunos
lados nos prepararon la comida… En algún
momento un señor entrado en años nos dijo: ‘hoy los venimos a acompañar, pero si el gobierno no les cumple, aquí
venimos otra vez a acompañarlos, para llevárnoslos a donde los trajimos’. Esto nos despertó clara la idea de que si el gobierno se mama, el pueblo nos acompañará a salir de aquí, y volver a las armas, si por desgracia tocara”.[22]
Para el caso de las Marchas, la fuente
es oficial[23], para el 2 de febrero
6.300 miembros de las Farc habían iniciado ya la movilización hacia 19 Zonas Veredales Transitorias de
Normalización, ZVTN y 7 Puntos Transitorios, PTN, ubicados en áreas rurales de
14 de los 32 departamentos que tiene el País llegando hasta ellas por 36 muy
variopintas rutas. Lo básico de lo pactado estaba ya en los Acuerdos,
A. Que contadas a partir del 1 de
diciembre del 2016, los farianos tendrían
4 semanas, hasta el 31 de diciembre para ingresar a las Veredas; este
proceso no duró cuatro semanas sino casi tres meses, hasta la tercera semana de
febrero del 2017;
B. Que en los primeros 60 días, hasta el 1
de marzo, debía estar destruido el material explosivo y a disposición de la ONU
el armamento de apoyo como metralletas, granadas y armas cortas; pero el
proceso de entrega de armas a la Comisión de la ONU sólo se pudo iniciar
el 1 de marzo con el inicio del registro
del armamento personal de dos Grupos específicos de las Farc, que entre guerrilleros y
guerrilleras sumaban 340 personas;
C. que el gobierno era el encargado de
garantizar la construcción de los campamentos y de su infraestructura, así como
de la adecuación logística de las Zonas; pero, a la fecha del traslado total de
los casi 7.000 guerrilleros y guerrilleras, última semana de febrero, el
atraso, en un aspecto u otro, era notorio y notable en casi todas las Veredas;
D. que las Farc colaborarían con su mano de obra para la construcción de los
alojamientos obligándose el gobierno al suministro oportuno del material
necesario, pero no pudieron empezar a colaborar porque los materiales no
llegaron ;
E. que las Farc entregarían la lista de sus hombres y de sus armas, como requisitos para que la Comisión
de la ONU las pudiese recibir[24]; pero las Farc no
pudieron cumplir a tiempo este compromiso alegando que, como sus hombres venían
desde regiones muy distintas, sólo podían listarlos persona a persona y arma a
arma, una vez los tuviesen a todos juntos en sus respectivas Veredas;
F. Que la Comisión de las Naciones Unidas
con sus 500 observadores era la competente para iniciar el registro e
inventario y recolección de las armas en
los contenedores; pero, esta operación técnico-política no se pudo iniciar, en
la fecha convenida, porque ni las Farc habían podido entregar los listados de
sus hombres y armas ni la Comisión de la ONU contaba todavía con sitios
adecuados, ni para instalar los contenedores ni para
sentarse a aplicar los formularios convenidos.
Como, a primera vista se podrá
observar, el punto crítico central del entrabe estuvo en el incumplimiento por
parte del gobierno de sus compromisos en materia de construcción y adecuación
logística.
Una vez firmados los Acuerdos, lo que
en definitiva se produjo el 24 de noviembre de 2017 en el Teatro Colón de
Bogotá, era necesario construir y poner
en acción las Estrategias de Implementación de tres procesos centrales:
1. El proceso de dejación de las armas, hasta el 1 de junio del 2017; 2. El
proceso de Reincorporación de los miembros de las Farc a la vida civicosocial
al que, para que madurase, se le debán conceder
unos 10 años contados a partir de junio de 2017; y 3. El proceso de
construcción de Paz en y desde los Territorios Comunales, que puede durar unas
dos décadas.
2.1. La Estrategia de la Implementación de la Dejación de las Armas.
Como ya se apuntó,
desde su inicio, hubo fallas notorias y notables en la implementación de
este proceso, no porque no hubiese
normatividad procesal previamente definida- en la Habana fue el tema que más se
discutió y mejor se definió pues, hasta a los detalles se les dio sitio en los
Protocolos- sino porque los incumplimientos, sobre todo del Gobierno,
trastocaron el cronograma de fechas definido en la Habana. Entonces, dada esta crítica situación, el
francés Jean Arnault, jefe de la Misión Política de la ONU, el 17 de febrero
envió una carta a los miembros de “la
Comisión de Seguimiento, Impulso y Verificación” en la que les solicitó una reunión
con las dos Partes, pues
“en la situación
actual, escribió Arnault, la mayoría de los campamentos de las Farc ni están
listos ni han sido delimitados con precisión” configurándose así una zona gris
que, interpretada de modo distinto por cada parte, podría conducir a “incidentes graves”.[25]
Pero, de acuerdo con
las fuentes oficiosas, si bien se habían presentado algunas dificultades, todas
estaban ya casi superadas. Así lo manifestaron, tanto Carlos Córdoba, Gerente de las Zonas como María Angela Holguín,
Ministra de Relaciones Exteriores, y Sergio Jaramillo, Alto Comisionado de Paz,
al Jefe de la Misión Política de las Naciones Unidas, en carta enviada el 19 de
febrero,
El martes 31 de
enero, Carlos Córdoba, gerente de las zonas, declaró que había avances por
encima del 50% en todas las Veredas, en las que además “estaban listos los
servicios básicos para los guerrilleros; tenemos garantizada agua potable
suficiente para la gente que llega, servicios sanitarios, cocina con estufa
industrial, carpas de emergencia
mientras se construyen los alojamientos kit con frazadas y colchonetas,
entre otros elementos”.[26] Por otra parte, este
gerente de las zonas, fue el crítico más severo de las presuntas conductas
fallidas de las Farc en el proceso de construcción de los campamentos: “existen zonas, declaró, donde las Farc exigen un polideportivo con
cancha sintética y habitaciones en ladrillo con aire acondicionado, quieren
baños con piso de porcelana; además de que en algunas Zonas hemos tenido
problemas por consumo de bebidas alcohólicas y por fiestas. En otros lugares, precisó, las
Farc no reciben al ICBF y después vienen
a quejarse con los comunicadores por los niños que tienen allí y en algunos
puntos no les gustan las tejas que
compramos en polipropileno y eternit. Simplemente dicen que no les gustan. En Córdoba,
les construimos el campamento en un sitio, pero las Farc dijeron que no, que arriba en la montañita”.[27]
Y a un nivel más elevado, entre otras cosas,
algunas de ellas tratadas con un lenguaje poco diplomático, así le
contestaron el 19 de febrero María Angela Holguín, Ministra de Relaciones
Exteriores, y Sergio Jaramillo, Alto Comisionado de Paz, al Jefe de la Misión
Política de las Naciones Unidas, “… a pesar de las conocidas dificultades
logísticas -las dificultades para
arrendar los terrenos en zonas remotas del país, las asociadas al pésimo estado
de las vías de acceso y las derivadas de
la inexistencia de servicios públicos en esas regiones-; a pesar de las disquisiciones de las Farc en terrenos que no se ciñen a los términos aprobados;
y, a pesar del hecho de que, al menos en
dos casos (Tibú y Montañita), sólo muy
recientemente logramos acordar con las
Farc la ubicación de la zona, creemos que
las principales dificultades han sido superadas y la construcción de los
campamentos avanza a buen paso, así, la fase 1.construcción de los
campamentos (consecución y arriendo de predios) “se ha finalizado en todas las
veredas”; la fase 2.construcción de áreas comunes, “se ha avanzado en un promedio del 80% en las
distintas zonas y puntos”; y la fase 3.construcción de los alojamientos por parte de las Farc
con la asesoría y provisión de materiales
por parte del gobierno, “se encuentra avanzada en casi la mayoría de las ZVTN”.[28]
Por otra parte, a
través de muchas redes sociales, suelto y fuera de contexto, se difundió con
amplitud un pronunciamiento de Sergio Jaramillo según el cual, “las Farc no han
permitido avances en algunas zonas veredales”; y de igual forma las Redes
sociales reprodujeron sin tacañería la
tesis de los Militares Retirados según la cual, las zonas Veredales podían
convertirse en “Repúblicas Independientes”. Sin embargo, la posición de
Jaramillo, ya en contexto, había sido más amplia y positiva:
“Por ver los árboles,
dejamos de ver el bosque, dijo Sergio Jaramillo, Alto Comisionado de la Paz, porque el proceso avanza bien en
términos generales, es emocionante ver la esperanza de las comunidades con la
llegada de la paz; y al examinar los
retrasos destacó tres razones, 1.porque hace poco acordamos esas zonas;
2.porque hay zonas que se establecieron en lugares inaccesibles; y. 3.porque
hay exigencias de las Farc que no se corresponden con lo que se acordó con el Secretariado”.
Por su parte, el
General Florez le salió al paso a los enemigos de la pacificación, a todos
aquellos interesados en agrandar, magnificar y generalizar hasta los más
pequeños desacuerdos técnicos en aspectos relacionados con la logística de la
adecuación: al respecto precisó,
“estamos monitoreando
con 13 mil uniformados cada una de esas
zonas y ‘no hay ninguna república
independiente, no hay repúblicas independientes’, como lo han señalado
críticos del proceso de paz.[29]
Por su parte, las
Farc le respondieron a Carlos Córdoba, gerente de las Zonas, señalándole
que no habían hecho exigencias en la
adecuación de las zonas que no
estuviesen en los Acuerdos. Pastor Alape destacó que Carlos Córdoba no había
dicho la verdad, que los problemas no eran de la guerrilla sino de contratos
mal realizados y de desembolsos; Córdoba, destacó, “es un mal administrador y miente sobre las
zonas veredales como cortina de humo para justificar una mala gestión”. Por su
parte, el farquiano Carlos Antonio Lozada manifestó que “no deseaban generar
una polémica con el gobierno, pero que la implementación” se había venido
encontrando con dificultades. [30]
Tres días después, el 22 de febrero, el Estado Mayor de las Farc envió una Carta al
Jefe de la Misión de la ONU, altamente contrastante con los contenidos de la
que le habían remitido a éste los dos Altos Representantes del Gobierno,
“Nos parece, dijo El
Estado Mayor en una consideración central de la misiva, temerario el apunte
gubernamental de que el Mecanismo de
Monitoreo guarda silencio ‘ante muchos
hechos violatorios de los protocolos que rigen el CFHBD y la dejación de armas’. Esta no es otra cosa que una acusación a las Farc de estar violando los protocolos, lo cual desconoce todos los
esfuerzos que hemos hecho para llegar a las zonas de Vereda, a pesar de la
falta de gerencia y de la improvisación del gobierno. Entre tanto el
militarismo se mueve y se extiende a sus anchas amenazando y asesinando a
dirigentes populares en las áreas dejadas por las Farc e incluso en sitios
aledaños a su actual situación”.
Para esta fecha, 22 de febrero, el último contingente
guerrillero había ya llegado a la ZVTN de Montañita-Caquetá culminando así
el ciclo de ubicación de las Farc en 26 zonas “sin que en ninguno de ellas existiese la
infraestructura para albergar a los guerrilleros en condiciones de normalidad”.
“Están pernoctando, prosiguió El Estado Mayor Central de las Farc,
en cambuches improvisados sin que sea
cierto que el 80% de las áreas comunes estén concluidas, como
lo han afirmado la Canciller y
el Alto Comisionado de Paz. Si
hay demoras en las construcciones ha sido porque los materiales no han llegado
a tiempo, aunque advertimos en la última etapa mayor empeño de parte del gobierno en
resolver este tipo de dificultades. Importa destacar también que la llamada
fase 3 de la construcción de la
infraestructura- la de construcción de alojamientos- no es responsabilidad de las Farc sino del gobierno. No obstante,
estamos poniendo toda nuestra colaboración, sin que ésta aparezca consignada en
los protocolos, para sacar adelante la obra. Pero, insistimos, todavía no hay
áreas de recepción en la mayoría de esos lugares y están sin resolver problemas
como el agua potable, la energía, la conectividad y la viabilidad”. Entonces,
el Comando Mayor Central se preguntó, “Si
no hay campamento, qué protocolos pueden invocar que no sean los del sentido
común? Si no están terminados los campamentos, dónde piensan ubicar los
contenedores de la ONU para recoger el armamento? De todas maneras,
concluyeron, la guerrilla ha actuado de manera disciplinada, responsable y con
absoluta cordialidad e integradas a las Comunidades, a las que agradecemos su
cálido recibimiento”. [31]
En este pronunciamiento los Farianos se mostraron partidarios
de la recalendarización del proceso de dejación de las armas. Aún más, propusieron
que antes de reprogramar las fechas para
la dejación de las armas, se definiesen
plazos para la materialización de los
aspectos de los Acuerdos que ya se deberían estar cumpliendo, así como para una
implementación plena del conjunto de ellos. ¿Cómo es eso, se preguntó El Estado Mayor Central,
que a 45 días de aprobada, no ha sido posible empezar a aplicar la ley de Amnistía? Por otra parte, según
ellos, desde la institucionalidad se habían agudizado los ataques contra unos
Acuerdos, en su generalidad, ya aprobados
por el Congreso propiciándose ahora,
“de mala fe, la persecución a delitos de ejecución permanente”; estamos
dispuestos, agregaron, a presentar a la mayor brevedad posible la lista de los
compañeros que por todo el país van a
hacer pedagogía de paz, pero, ¿cómo completar esos nombres si seguimos
esperando la liberación de los amnistiados, pues ni siquiera los indultables
por la vía de la ley 418, han terminado de salir de las cárceles? El
cumplimiento de los Acuerdos debe ser recíproco. Si el Acuerdo de la Habana fue
refrendado por el Congreso, por qué
algunos voceros de la institucionalidad pretenden ahora modificar el
texto de los compromisos? Que la
implementación no sea ahora convertida en una nueva negociación”, terminó
afirmando El Estado MAYOR Central de las Farc.
Entonces, aunque las Farc habían estado de acuerdo con
la recalendarización sugerida por el Jefe de la Comisión de la ONU, sin
embargo, terminaron aceptando que la fecha final para la dejación de las armas en su totalidad -de las personales y de las más
aparatosas, las grupales o de acompañamiento como cohetes o armamento mayor –
fuese la ya acordada, el 29 de mayo, aunque
con ajustes de tiempo y de modo en el proceso. El reciente 1 de marzo la
guerrilla ratificó que el desarme era “irreversible”. Pero, de acuerdo con lo
reconvenido, ese día no hubo dejación del 30% del armamento, sino que los 322
guerrilleros y guerrilleras, que las Farc habían incluido en el Mecanismo de
Monitoreo y Verificación del Cese al
Fuego, así como para hacer Pedagogía de paz, fueron los que iniciaron
el proceso del lleno de los formularios para la entrega de las armas personales
especificando el tipo de arma, el calibre, el modelo y el nombre (el alias) de
quien la portaba. Según la Comisión Política de las Naciones Unidas sin
realizar primero el registro de cada arma, no podía comenzar la entrega del
armamento. Sobre estos cambios, manifestó de modo comprensivo Arturo Alape,
Miembro del Secretariado.
“el comienzo del
desarme es irreversible y eso es lo que hay que mostrarle al país, no nos
pongamos a enredarnos en fechas, que lo que hacen es confundir y enredar”. [32]
Producidos los notorios atrasos y
reconvenido el proceso de la dejación de las armas hasta el 1 de junio, el pasado 18 de marzo Timochencho escribió un
aterrizado y orgánico texto en el que le salió al paso a muy posibles otros
atrasos, dificultades, obstáculos y
amenazas que con seguridad se cernirán
sobre los otros dos procesos centrales de implementación, la Reincorporación de
los miembros de las Farc a la vida cívico-social y la construcción de Paz en y desde
los Territorios Comunales; “Hablando es
como se entiende la Gente, lo creemos”, fue el título con el que bautizó un
documento, que irá para largo como un importante referente.[33]
“No siempre las
realizaciones humanas, escribió Timochenko, pueden ajustarse de manera exitosa a las previsiones de quien
redacta un texto, que luego hay que materializar en hechos y acciones”; alega
como fundamento de esta tesis, el trecho existente entre las normas y la
realidad- lo que en nuestra opinión es más válido en un país leguleyo y
santanderista como Colombia- y también
pretextó que “ si el Estado colombiano y las Farc
permanecimos enfrentados a muerte durante medio siglo y luego conseguimos poner
fin al conflicto de manera civilizada, ello pone de presente que las posiciones
extremas del todo o nada, nunca conseguirán lo que por el contrario se
conquista por vía del razonamiento y el debate pacífico. ¡Cuánto nos costó no haberlo comprendido antes!”. (Subrayados
nuestros) “Estimando en todo su valor y significación el Acuerdo Final, es
natural que nos inclinemos por la posición de no hacer de los problemas que
emergen el motivo de nuevas discordias. Es mejor hablar y encontrar las
soluciones más prácticas”. Fueron “los odios y resentimientos los
comportamientos y actitudes que precipitaron al país al desangre”. Nuestra
mejor voluntad “la hemos demostrado al levantar campamentos rústicos a un lado
de donde se construye la infraestructura de las zonas. En sentido estricto podríamos alegar que aún no estamos en las zonas,
pues a estas alturas no están construidas. Pero, no nos interesa en
absoluto obrar así. No sería serio. Hemos conversado con el alto gobierno y de
un modo u otro procuraremos ponernos de acuerdo para dar solución negociada a
cada una de las dificultades”.
Pero, no obstante esta posición moderada y conciliadora de Timoleón
Jimémez, determinada por el valor elevado que le asignaba a los Acuerdos
logrados, según la investigadora Katherine Aguirre, no se podrá pasar por alto
la delicadeza del hecho de que[34], en el momento más importante del
proceso de paz y en el inicio mismo de la dejación de las armas, hayan surgido “problemas
e interrogantes” que han complicado la etapa más allá de lo previsto. No
obstante que el proceso de Reincorporación de las Farc a la vida civil y social
se mantenga sobre el horizonte hasta el 1 de junio del 2017, no deja de ser
delicado el que, para finales de marzo, todavía no haya claridad sobre procesos
técnicos asociados a registros, inventarios, recolección y almacenamiento del
conjunto del armamento, ni sobre los Milicianos, que en este momento son una incógnita en cuanto a su número
y actitudes y conductas reales de cara a los Acuerdos, tal como se ha advertido
en la Zona de Tumaco.[35] En un país como Colombia
y en el caso de una negociación política macro, el asunto de la dejación de las
armas no puede suscitar dudas. Algunos expertos de la Inteligencia Militar han calculado que los 80 Frentes Guerrilleros,
más las redes de apoyo, podrían tener 45 mil armas, 30 mil largas como fusiles y metralletas y
entre 15 y 20 mil cortas como pistolas. [36] Este no es un asunto
simplemente técnico en el que ha habido “un avance parcial pero substantivo”,
como el 28 de febrero lo caracterizó la Misión de la ONU[37], sino que tiene también
una muy importante dimensión política, pues como ha escrito la citada
investigadora Aguirre,
Una entrega
incompleta o cualquier posible desvío o
robo, “adquieren en Colombia mayor gravedad, donde hay una multiplicidad de
actores armados para quienes cualquier disponibilidad de armas es una oportunidad…Esta etapa del
proceso es una de las más críticas, pues es la que verdaderamente marca el
inicio de la paz con las Farc”.
2.2. En o más allá de la Reunión de Balance en Cartagena el 25 y 26
de marzo.
Precisamente el
25 y 26 de marzo se reunieron en
Cartagena representantes de los dos partes que negociaron en la Habana con
asistencia del presidente Santos y
Timochenko para realizar un balance del estado de la implementación de los
Acuerdos. No obstante la existencia de una Agenda Común (1.trámite de las reformas constitucionales y de las leyes; 2.
garantías de seguridad tanto para las Farc como para los líderes sociales; y.
3. los problemas que se suscitaron durante la construcción de las Zonas[38]), parte y parte, tenían
in pectore otros asuntos y miradas que buscarían introducir. Para el gobierno,
el cronograma de entrega de armas y la presunta participación de miembros de
las Farc en política; y para las Farc, varios problemas nucleares explicitados
por Timoleón Jiménez en el ya aludido documento “Hablando
es como se entiende la Gente, lo creemos”. De acuerdo con Sergio Jaramillo,
ACP, la reunión era para, 1.examinar el avances de los compromisos; 2.tomar
decisiones de fondo sobre los problemas existentes; y 3.acelerar la
implementación porque “como en todos los procesos de paz, los primeros años son los más importantes
para el cumplimiento de lo pactado”. Por su parte, Timochenko en su documento
del 18 de marzo había anticipado una pre-agenda así,
“1. Los cambios
introducidos en el proyecto de acto legislativo del JEP en materia de
participación política y la Cadena de Mando; 2.El atraso en los puntos
acordados para llegar a un Cese final del fuego, que se encuentran “todavía
pendientes de cumplimiento por parte del
Gobierno Nacional”; 3. La realización del censo socioeconómico, pues ‘dentro de
los 60 días siguientes de las ZVTN debía realizarse el citado censo con el
propósito de suministrar la información
requerida para facilitar el proceso de
la Reincorporación integral de las FARC-EP a la vida civil como comunidad y como individuos,
constituyendo ésta una necesidad para que sobre la base de sus resultados se
identifiquen los posibles procesos y proyectos para vincular el mayor número posible de hombres y mujeres
pertenecientes a las Farc’ ; 4.Ya debía
estar construida “la propuesta de gestión y apoyo para un Plan inmediato de
Educación” extendido a las comunidades de la ZVTN según la propuesta de la Embajada de Noruega”; 5. Garantías
de Seguridad: “mencionemos no más la implementación del Acuerdo de Garantías de Seguridad. No se
pensará que los guerrilleros estamos
obligados a salir como blanco para los sicarios”; 6. Y estaba también por
“desarrollar, lo del proceso de Reincorporación económica colectiva, la
organización de la Economía social y solidaria, Economías del Común, ECOMUN; 7. Y faltaba, además, “la aprobación del PLAN MARCO para la
implementación de los Acuerdos sobre la base del borrador que será presentado
por el gobierno nacional, el cual debe ser aprobado en el COMPES como “PLAN
MARCO DE IMPLEMENTACIÓN DEL ACUERDO FINAL”, que deberá contener los RECURSOS INDICATIVOS, necesarios para su
FINANCIACIÓN, así como las explicitaciones de SUS FUENTES; “por lo tanto,
el listado de compromisos pendientes es largo y queremos dejar establecido de
una vez nuestra mayor voluntad para cumplir con
todos y cada uno de ellos. Lo hemos demostrado al levantar campamentos
rústicos a un lado de donde se construye la infraestructura de las zonas y
puntos veredales”, pero 7. Y para terminar,
“igualmente esperamos la
comprensión a fin de hallar la fórmula más viable para permanecer en las zonas
y puntos más allá de lo inicialmente pactado, porque así lo impone la realidad
del cumplimiento de los puntos contemplados en el Acuerdo definitivo”.
“LO DECIMOS DESDE
AHORA, aunque la solución del impase no sea tan eminente todavía como sin duda
va a suceder…Nos imaginamos ya la alharaca sobre repúblicas independientes y
demás con lo que quienes sabemos pretenderán obstaculizarlo todo. No habrá tal.
Hablando es como se entiende la gente y es justo que tras medio siglo de
destruir, ayuden al fin a construir algo. Es lo que queremos. La Habana 18 marzo 2017”.
Y ¿por qué esas Zonas
transitorias no pueden volverse
permanentes? ¿A quién asusta esa posibilidad? Ni los mismos Militares Retirados que
esgrimieron la posibilidad de que se
volvieran Repúblicas Independientes, lo creen posible porque saben que en el
actual contexto de dejación de las armas, con las Naciones Unidas y 500
observadores internacionales pisándoles los talones, los Farianos vayan a jugar
con una estratagema tan ridícula. Tal como veremos en el próximo acápite, lo que asusta a los
opositores es que exguerrilleros que hicieron la guerra
en muchas de esas veredas con una base social propia, vayan ahora a
ejercitar allí una nueva política
institucional de corte crítico.
O una de tres o
Timochenko, por prudencia, no presentó en Cartagena su pre-agenda o la presentó y fue parcialmente
rechazada o la dio a conocer y buena parte de sus puntos quedaron para el
estudio. La realidad ha sido que, que de acuerdo con El Universal de Cartagena
y la Revista Semana, se trató de un evento cerrado, casi hermético, en cuyos resultados
publicitados nada se dijo sobre la más
precisa y detallada pre-agenda de Timochenko. Por otra parte, El Universal de
Cartagena, de modo frío y sin ninguna evaluación, se limitó a decir que se
identificaron las dificultades y que se tomaron decisiones alrededor de 7
puntos para terminar recogiendo el punto
de vista de un ciudadano, así,
“Que se incorporen
rápido a la vida civil a ver si los contratan
como FUERZA PÚBLICA REGULAR DEL ESTADO para ayudar a combatir a las Bacrim”.[39]
La Revista Semana, en
cambio, fue más cálida y evaluativa, pues opinó que, con la implementación,
Santos había pasado del infierno al cielo superando la prueba de los 100
primeros días y que, de todos modos, Gobierno y Farc se habían puesto de acuerdo para ponerle
el pie al acelerador.[40] De acuerdo con el escueto
Comunicado Conjunto No. 16, las decisiones tomadas en Cartagena fueron las
siguientes:
“1. Desarrollo Legislativo: Dado el tate
quieto que la Corte Constitucional le había puesto al Fast Track , Gobierno y
Farc decidieron priorizar lo referente a la implementación y, en consecuencia,
en el mes de abril el gobierno
presentará el paquete de proyectos de reforma constitucional y de ley para el
desarrollo del punto 1 del Acuerdo sobre Desarrollo Agrario Integral, la creación
de la Comisión de la Verdad, así como de la Unidad de búsqueda de personas
desaparecidas; 2. Garantías de Seguridad:
“en pocos meses se pondrá en marcha UN PACTO POLÍTICO NACIONAL que garantizará
que nunca más nadie utilice las armas
para hacer política”;3. Tránsito a la
Legalidad: las Farc se comprometen a entregar el listado de sus miembros
incluyendo a las milicias mientras que el Gobierno dará el apoyo necesario a
las instancias competentes encargadas del trámite de amnistías para
agilizarlas; 4.Reincorporación: para
brindar seguridad socioeconómica a los miembros de las Farc, “se definió la
oferta institucional y de proyectos
productivos para los hombres y mujeres de las Farc”; 5. Dejación de las Armas: se continuará el programa de dejación de las
armas de los integrantes de las Farc que
hacen parte del Mecanismo de Monitoreo y Verificación y de los que iniciarán la
capacitación para hacer parte de la Unidad Nacional de Protección; también de
los que continúan el desminado humanitario y la
sustitución voluntaria de cultivos ilícitos. Se continuará el cronograma
acordado de dejación de las armas”.[41]
Contrastantes son las
diferencias y distancias entre este
escueto Comunicado y la Pre-agenda más desarrollada y precisa y seguramente polémica de Timoleón Jiménez. Hoy
27 de marzo, Sergio Jaramillo le dijo a
la W de las Farc que éstas ya habían entregado un listado preliminar de 3 mil
milicianos y que esta misma semana entregarían el de todos sus miembros. De
todas maneras, la información sobre los resultados de la Reunión de Cartagena,
en torno a la cual existía mucha expectativa, ha sido muy deficitaria. De todas
maneras en el Concejo de Cartagena hubo un encontrón ideológico en torno a esta
reunión,
“Ocurrió que el
concejal Fernando Araujo Rumié del Centro Democrático presentó una moción
solicitando que se declarara no grata la presencia de Timochenko en la ciudad
pues, fue lo que dijo, “las Farc se
siguen burlando de los colombianos. Aún conservan en sus filas, privados de la
libertad, a miles de niños y adultos
reclutados a la fuerza” y para fundamentar su solicitud apeló “a la tradición
heroica de la Ciudad”; entonces, ni corto ni perezoso así le contestó el
sociólogo Lewis Montero Polo, “Justamente porque los cartageneros aspiramos a que nuestro corralito siga haciendo honor a su título de ‘Ciudad
heroica’…se nos impone respaldar con mejor decisión la libertad que implica
alcanzar la paz”.[42]
2.3.Preguntémosle ahora al Presidente
Santos que, para salvar la Paz- lo único presentable y más nodal de su
gobierno- qué puede hacer todavía en materia de creación de condiciones previas
como las de iniciar la gestación de un nuevo Estado, impulsar el diseño de una
Normatividad integral y coherente asegurándole a ésta su Sostenibilidad Fiscal.
Terminado el proceso
de la dejación de las armas, lo que sucederá en el mes de junio, al Presidente Santos sólo le quedarán14 meses
de Gobierno cruzados por un año casi del todo electoral. Entonces, si como
gobernante de modo activo ha contribuido a sacar avante la pacificación, será
poco o nada lo que, como tal, podrá hacer en materia de construcción de paz. Sin
embargo, en unos puntos prioritarios, el de la creación de algunas de las
condiciones previas de un nuevo Estado, así como de diseño de una Normatividad
integral y coherente y de una
Sostenibilidad Fiscal explicitada en sus fuentes, tendrá todavía cierto margen
de acción, pero muy limitado dado su
enfoque neoliberal de manejo de las Políticas públicas. Para el 1 de
junio en adelante, Colombia requerirá aplicar dos Estrategia complementarias de
Implementación de los Acuerdos, la una atada a la Reincorporación de los Farianos
a la vida cívico-social, y a la construcción de Paz en y desde los Territorios
Comunales, la otra; pero mañana será tarde para empezar a construirlas en
concreto y en singular más allá de la
generalidad de los Acuerdos en que se encuentran ahora contempladas. Entonces,
las preguntas con respuestas tentativas, que se podrán hacer ahora los
colombianos, pueden ser del siguiente tipo,
A. Mirando hacia
adelante, ¿qué puede prever y adelantar desde ya el gobierno
de Santos en materia de avances en una implementación legislativa que cubra las
tres etapas, dejación de las armas, Reincorporación y Construcción de Paz
positiva? Se podría decir que casi
todo, pues, de acuerdo con el investigador Horacio Duque Giraldo[43], se requiere que durante
lo que queda de este primer semestre del
2017 y pensando en el conjunto del proceso y en la corta vigencia de la vía
abreviada del Fast Track, el gobierno
prevea y adelante una arquitectura
administrativo-técnica que, entre Actos Legislativos, Leyes y necesarias
Normas, le dé forma a un macro paquete
legislativo de, por lo menos, 26 eventos; pero hasta ahora, 26 de marzo, del
Congreso sólo han salido tres, la ley de Amnistía, la creación de la figura de
los Voceros de las Farc en el Congreso y
la Jurisdicción Especial de Paz, mientras que otros dos se encuentran en sus
inicios como es el caso del Estatuto de la Oposición. Los que piensan que las leyes son para ordenarlas en
los anaqueles del Congreso y de los Archivos, nos dirán que, tranquilos, que
algún día estarán a la mano los 26 o más
necesarios eventos legislativos, pero una posibilidad así sería muy tardía pues
a la vuelta de la esquina se acercan ya los procesos de Reincorporación y de
Construcción de Paz en y desde los territorios Comunales.
De todos modos, por
estos días, La Jurisdicción de Paz, JEP, el punto más polemizado del proceso de
paz, pero, al mismo tiempo, el punto más nodal del Acuerdo Final, fue aprobada
en el Congreso. Con 72 cambios, algunos importantes que produjeron alivio en
algunos sectores políticos, este Acto legislativo salió aprobado del Senado con
los votos negativos de los senadores Antonio Navarro y Claudia López del
Partido Verde, la abstención del Centro Democrático y con una muy activa
participación crítica de la bancada de Cambio Radical que fue la fuerza del
Expresidente Vargas Lleras que mayor incidencia tuvo en los modificaciones importantes que se le hicieron. El tema que
más alborotó los ánimos fue, como ha dicho Semana, “la gabela que tendrán los
civiles involucrados en el conflicto, especialmente los financiadores”. El proyecto originario señalaba que los civiles
que, sin pertenecer a los grupos armados, hubiesen contribuido directa o
indirectamente al conflicto, podían acogerse “a la Jep” para saldar sus deudas
con la justicia a cambio de verdad y reparación para las víctimas, pero muchos
señalaron que quienes hubiesen sido extorsionados, en la práctica obligados,
podían resultar siendo procesados por la JEP. La observación ganó terreno y por
eso, al final se aprobó que los civiles implicados podían “voluntariamente”
acogerse a esa Jurisdicción o para
declararse culpables o para aclarar su
situación. El otro punto duro fue el de
la participación política de los guerrilleros responsables de crímenes de lesa
humanidad. Entonces, después de mucho debate, se introdujo un condicionamiento
a la participación política de los guerrilleros
quienes para participar requerirán de “una Certificación que debe
expedir el Tribunal de Paz donde se asegure que la persona cumplió con decir la
verdad y con las sanciones impuestas antes de saltar a la plaza pública”. Este
cambio fue muy mal recibido por las Farc que lo juzgó “en contravía del
Acuerdo”. Y el otro punto difícil fue el de la Responsabilidad de Mando frente
a los crímenes de los subordinados. De acuerdo con el Estatuto de Roma,
artículo 28, todo Comandante debe
responder por los crímenes de su tropa si tenía información para prevenirlos o
castigarlos; ahora se dijo aquí en Colombia, y así quedó rectificado en el
Acuerdo que “la responsabilidad del mando no se podrá fundar
exclusivamente en el rango, la jerarquía
o el ámbito de jurisdicción sino ‘en el control efectivo de la respectiva
conducta, así como en el conocimiento basado en la información a su
alcance”. De acuerdo con la senadora
Claudia López por ahí se abrió una rendija para que la Corte Penal
Internacional Intervenga.[44]
Por lo tanto, desde ya en lo que resta de este primer semestre del 2017,
no importa que la Comisión esté prevista
en los Acuerdos, debe convenirse con las Naciones Unidas cuál va a ser la forma concreta y específica de Monitoreo y
Verificación y Seguimiento de la Implementación que operará a partir del 1 de
junio para el proceso de Reincorporación de los miembros de las Farc a la vida
civil y social designando, por ejemplo, desde ahora al Jefe de esa Comisión y a sus
integrantes. Una acción similar debe impulsarse en
relación con el Monitoreo y Verificación
de Acuerdos como, los Derechos de las Víctimas, los procesos de Reconciliación
y Perdón, El Cambio rural integral, la participación política de la ciudadanía,
el abordaje del problema de las drogas ilícitas y la reforma del sistema
político. Es decir, que como se ha venido aprendiendo de la primera etapa, la
de la dejación de las armas, nada debe quedar suelto y todo, procesos y
subprocesos, deben contar, según los casos, con el acompañamiento internacional
en clave de Monitoreo, Verificación, Seguimiento, Ayuda sicosocial y Asesoría;
B. Teniendo en cuenta el
conjunto del proceso, ¿qué puede hacer
Santos ahora para asegurar la sostenibilidad fiscal tanto de ese paquete de implementación legislativa así como de la Reincorporación y de la Construcción de
Paz? ¿continuar remitiéndole todo a la Cooperación Internacional ya sea real o
prometida o de imaginaria y simbólica presencia futura?
Por ahora digamos que
del Congreso no debería salir ningún evento legislativo, que no tenga bases o
soportes o fuentes precisas y explicitadas de sostenibilidad fiscal. De no ser así, siguiendo
la historia de la producción de legislación en Colombia, a pocos años vista,
vamos a estar llenos y repletos de estériles legulayadas y con un país más atrasado que modernizado y con mayores índices de violencias. Pero, ¿de
dónde, entonces, va a salir el dinero para producir un cambio nacional a partir
de una importante modificación de las relaciones sociales en el campo? Casi
todos lo anticipamos. De las vigencias presupuestales actuales y futuras pero
comprometiéndolas técnica y éticamente desde ahora; de la Cooperación
Internacional, que con seguridad en la primera etapa llegará pero con pies de
plomo; de un prudencial endeudamiento externo; de la racionalización del gasto público manejado
bajo un enfoque de desarrollo territorial;
del combate auto-sostenido contra la evasión y la corrupción; de una reforma tributaria
realmente estructural que haga pagar la
deuda social que el Estado y las fracciones del Bloque en el poder tienen
contraída con los 12 millones de habitantes del campo colombiano; de un manejo
certero e imaginativo del ahorro fiscal que generará el mero final de la guerra
interna; y de un Impuesto temporal
progresivo de Guerra durante tres años que afecte, en nada a los tres primeros estratos,
un poquitín al cuarto y quinto, de modo mediano a los ciudadanos ubicados entre
los estratos sexto y octavo y, de modo importante, a los estratos 9 y10.Que el financiamiento venga de esas fuentes
acumuladas, pero que no tenga nada que
ver con orígenes dudosos atados a las
violencias ya ejercidas ni al narcotráfico ni a la corrupción pública o privada ni al onegeismo mercantilista que, propiciado por muchas de las organizaciones provenientes de las
sociedades civiles, está campeando por todas
partes en el país y, sobre todo, en su mundo mediático. En lo que
se refiere al financiamiento de la Paz
muy oportuno suena lo escrito por Jorge Muñoz el 20 de mayo del 2016,
“Cuando se les pregunta a los miembros del gobierno por la cifra, titubean; cuando se
los interroga acerca de cómo se va a conseguir ese dinero, dan vueltas. Es
posible que tengamos que pagarlo todos”. El oportunismo corrupto “ya está frotándose las manos…Miran los ceros a la
derecha, vislumbran el contrato, el serrucho, la mordida, calculan la
componenda y la marrulla”. Pero, para mantenerlos a raya, “los cooperantes
internacionales protegen sus aportes de los oportunistas. La Unión Europea, por
ejemplo, implanta un complejo sistema de
verificación que reúne, entre otros recursos, auditorías, evaluación de
cumplimiento de metas y verificaciones en terreno que, además, pueden
condicionar la continuación de los apoyos futuros”.[45]
De acuerdo con Diego
Otero esta guerra interna entre 1964 y 2016
le ha costado a Colombia 179 mil millones de dólares en gastos de seguridad ciudadana, defensa de
la soberanía y del territorio y gastos
en Justicia y otras Entidades para atender al conflicto armado sin que en el
cálculo estén contemplados costos, lo ha aclarado el propio Otero, para el sector privado (secuestros,
extorsión, apropiación de tierras) ni los daños
en infraestructura como la
voladura de torres, de puentes y de hidroeléctricas; traducidos a pesos de hoy,
esos 179 mil millones de dólares dan más o menos 400 billones de pesos, lo
suficiente para invertir 80 bimillones
en vías nacionales, 40 en secundarias, otras 40 en terciarias quedando 20 para
la investigación. Si esos 400 billones “dedicados a matarnos y a destruir el país, precisó Otero, se
hubiesen gastado en inversión, Colombia sería en el 2016 un país muy adelantado”
y si se hubiesen dedicado a la modernización de las economías campesinas,
adicionamos nosotros, Colombia gozaría en la actualidad de soberanía
alimentaria con sus actuales 11 millones de campesinos disfrutando de “un
relativo bien vivir”. Contrastar, terminó diciendo Otero, que “con el gasto de
10 días de conflicto bélico se tendría para cumplir con los pagos que quedaron
establecidos para todos los Excombatiente en los Acuerdos de la Habana”.
Finalmente, así puede
ser la tercera pregunta de los colombianos al presidente Santos,
C. ¿Qué podría hacer Usted en materia de
empezar a remodelar el actual Estado para llevarlo no a 26 sino a las 30 mil
Veredas que tiene Colombia?
Al observar su
práctica privatizadora, habría que contestar que nada o casi nada, pues en sus 7 años de gobierno ha
tendido a pensar más en el mercado libre
que en la acción interventora y
reguladora del Estado. Al ser ello así, inútil sería ahora una discusión con
él sobre la naturaleza del Estado
colombiano, pero sí se podrían lograr
unas bases mínimas de consenso si el asunto se planteara en términos de unas notas
o rasgos básicos del Estado colombiano en cuanto Aparato de Estado, en cuanto
conjunto de instituciones que materializan su estilo de actuación. Sea la que
sea la concepción de Estado que se tenga, sea la que sea la caracterización que
se pueda hacer del Estado colombiano, sus instituciones han sido las
correspondientes a un Aparato, inoperante, tardío, quedado y corrupto para
atender al conjunto de la ciudadanía popular subordinada, pero eficaz, pronto,
avispado y también corrupto para recoger los requerimientos de la minoría
ciudadana, que es poderosa y
subordinante.
Durante los dos
últimos años el Alto Gobierno, bajo el liderazgo de Santos, ha sido reiterativo
de la tesis sobre el carácter territorial de la Paz subrayando que el Estado ha estado ausente en gran parte de
esos territorios. Importa destacar que en Colombia no hay 26, como en las Marchas, sino 30.000
veredas, cada una con una población entre
50 y 1.200 habitantes hasta alcanzar a 12 millones de colombianos, razón
por la cual, de modo fáctico, han sido consideradas como un tipo de subdivisión territorial de
carácter administrativo de los municipios. Las Veredas, no obstante constituir un inmensa
realidad sociológica, pues la Escuela que casi todas la tienen, es el más
importante espacio común y comunitario de los problemas de un núcleo
poblacional dado, no poseen rango constitucional ni legal.[46] Como el Estado no ha
hecho presencia en la mayor parte de esas 30 mil veredas, sí lo han podido
hacer los actores ilegales armados ya como para-estados fácticos, siendo éste
el caso de las guerrillas, ya como estructuras armadas ilegales apoyadas, en
muchos casos, por fracciones de las autoridades oficiales y por eso en
tantas de esas veredas han abundado los cultivos ilícitos y la
minería ilegal. Se trata de que el Estado actúe en ellas, como lo ha señalado
Alejo Vargas, con presencia militar y cívico-social[47] para empezar a
transformarlo a partir de la creación de las Regiones o Estados Regionales. Inoperante
y entrabada va a ser la construcción de la Paz en y desde los Territorios
Comunales en Colombia, si en el país no
se avanza en el diseño de un nuevo ordenamiento territorial enhebrado alrededor
de la creación de las Regiones. Es aquí
donde Santos podría cumplir un papel importante en la Construcción de la Paz
positiva, si jalona con decisión lo que
ningún Presidente ha intentado hacer en los últimos 26 años, la motivación y el
impulso a la discusión de los múltiples proyectos de reordenamiento territorial
que, impacientes, continúan durmiendo
el sueño de los justos en los anaqueles del Congreso.
3.
Hacia una explicación
más amplia y sólida de las dificultades
y obstáculos para la adecuación logística de las Veredas.
En nuestra opinión, si las Farc no
hubiesen estado sinceramente convencidas de su voluntad de paz, ésta, la de las
precarias condiciones de la construcción de la logística en las Veredas, habría
sido la mejor coyuntura de oportunidad para reversar el proceso de negociación; señalemos también
que en la no recalendarización de la fecha final para la entrega de armas, hubo , más bien, comprensión por parte
del grupo subversivo sobre la complejidad técnica del problema pues, bajo
nuestra mirada, si se examina la experiencia internacional sobre el asunto de la entrega de las armas, 6 meses
para cubrir todo el proceso, fue para una organización tan culturalmente enraizada en la violencia subversiva como las
Farc, un tiempo muy corto, más ajustado
a las lógicas de “el menor tiempo posible para casi todo lo de la negociación”, que el gobierno de Santos
le imprimó a los diálogos. Recordemos ahora, por ejemplo, la experiencia del IRA, que tardó 7 años en
destruir sus armas, aunque no hizo uso de ellas. Tonny Blair mantuvo siempre un
referente claro: sin hacer concesiones
que tuviesen que ver con los principios básicos – como la soberanía
británica sobre Irlanda del Norte-, lo
central de la negociación era apartar al IRA de su trayectoria sangrienta y
encauzarlo por los caminos de la política; por eso y para eso, aprovechó el
impulso de su victoria electoral en 1997 para
reactivar la negociación con el IRA desde una nueva estrategia: retiró la exigencia de que el abandono de las armas
por parte del IRA fuese un requisito imprescindible para que el gobierno
británico se sentase a negociar.[48]
Ojalá que el muy corto tiempo que han tenido ahora
los miembros de las Farc para hacer la dejación de las armas, 6 muy enredados
meses que irán hasta el mes de junio, no vayan a pesar y a incidir en la
implementación final de los Acuerdos. Lo ideal habría sido un proceso en el que ´zona tradicional desocupada por las Farc hubiese
sido, ipso facto, zona reocupada
por el Ejército´ en procura de asegurar así y allí, por lo menos, la soberanía militar
interior por parte del Estado. Pero por lo que se ha venido presentando, dificultoso va a resultar que
esas áreas desocupadas no se vayan a
reconvertir en nuevos territorios de violencia. Es éste el horizonte que se
vislumbra, pues si por estas semanas las
Farc han hecho el tránsito de 242 municipios a 26 veredas, sectores de las
bandas criminales, en cambio, han estado saliendo de 342 municipios ubicados en
31 departamentos en busca de controlar y re-controlar los dos centenares y medio
de localidades dejadas por los farianos. Según Ariel Avila, miembro de la
Fundación Paz & Reconciliación, en Colombia en la actualidad se pueden
distinguir 5 zonas post-Farc:
A. aquellas con nueva presencia del
ELN (antes de iniciar la fase pública de la negociación, el trabajo
militar de los elenos había sido exitoso al expandirse al sur del Chocó, así
como a municipios del norte de Santander y de Arauca);
B. una segunda con presencia de bandas criminales en regiones dejadas
por las Farc (se han venido manifestando en Tumaco-
Nariño, en Ituango y Briceño-Antioquia y en el Cauca antioqueño con expresiones
de homicidios selectivos de más de 70 líderes sociales, así como con amenazas e
intimidaciones a la población civil;
C. una tercera con avances de
la delincuencia común ( no se trata de bandas criminales sino de grupos
delincuenciales que, con la salida de las Farc, han incrementado delitos como
el hurto y, sobre todo, el abigeato);
D. otra con disidencias de las Farc (no han sido
masivas pero sí preocupantes en zonas como Tumaco-Nariño, Urabá, Catatumbo,
Apartadó e Ituango-Antioquia, Meta y Guaviare); y
E. una quinta signada por esfuerzos de recuperación por parte del Estado,
sobre todo en el sur del Tolima y en el Huila.[49]
Se puede decir,
entonces, que en regiones como Pacífico, Cauca antioqueño, Meta, Guaviare,
Urabá, Catatumbo - al contrario de lo que con frecuencia inaudita han venido repitiendo altos
funcionarios del gobierno, dizque que en
Colombia ya no hay paramilitarismo pues reconocerlos significaría “darles
reconocimiento político” y que las
conductas de las llamadas bandas criminales no se ajustan a patrones de
sistematicidad[50]-
han surgido y se han expandido neo-estructuras criminales sistémicas, que se
han frotado las manos de fruición al observar a las Farc emigrando de sus zonas
tradicionales dejándoles el espacio militarmente vacío. Por eso, no han atacado
a las Farc en sus Marchas hacia las 26 Veredas. Y eso es lo que ha acaecido en el campo, pues en las ciudades
la ofensiva contra los Acuerdos de la Habana la ha liderado el Centro
Democrático de Uribe Vélez, quien a punta de dominación mediática populista y
moralista, ha polarizado al conjunto de la población colombiana. En la fase
actual de implementación de la dejación de las armas lo ha hecho poniendo a
correr otros caballitos de batalla asociados a “los grandes males y
perversidades que habrían signado” la adecuación logística de las ZVTN, razón
por la cual en el futuro inmediato se
convertirían en Repúblicas Independientes.
En realidad de verdad
que “esas grandes perversidades y problemas de las 26 Veredas” no han sido más que unas muy lógicas diferencias
que se han presentado entre Gobierno y Farc con respecto a la construcción de
los alojamiento o en relación con pequeñas disidencias que, se han presentado en
las Farc, y que los enemigos de la pacificación han denominado “insubordinaciones de la
guerrillerada”. Pero, como lo que les interesa es fijar en la mente y en la
subjetividad de la ciudadanía la idea o sentimiento o imaginario de que el país
se encuentra al borde de una HECATOMBE[51], entonces, desconocen o
tapan u omiten decirlo, que hace más de un año que en Colombia no muere un
soldado a manos de las Farc y que, si no fuera por otras válidas razones, el
Hospital Militar de Bogotá ya habría sido cerrado, pues a él hace meses que no
llegan heridos provenientes de los campos de batalla en donde se habían enfrentado
soldados y guerrilleros. Pero, esto no obstante, en una sociedad que, como la
colombiana, presenta uno de los sistemas de Justicia Ordinaria más impunes e
ineficaces del mundo[52], los habitantes urbanos
le creen a pie juntillas a la oposición
cuando, a voz en cuello, gritan a diestra y siniestra que el país se encuentra al borde de una HECATOMBRE INSTITUCIONAL por haber creado una Justicia
Semi-estatal y Especial y Transitoria de
Paz, paralela a la Justicia Ordinaria orientada sólo y exclusivamente para
abordar las consecuencias judiciales de 8 millones de Víctimas que ha arrojado
el conflicto armado, así como para proteger sus derechos
en condición de tales. ¿Es que acaso la ineficaz Justicia Ordinaria que
predomina en Colombia podrá abordar y solucionar, de modo creativo para la
sociedad y para las Víctimas, tan tremendo problema? Los que hemos venido
trabajando los problemas de la Paz, nunca hemos visto a la oposición
explicándoles, de modo sereno y racional,
a sus seguidores cuál es el carácter, alcances y consecuencias de la
Justicia transicional, pues, en general, ha sido desde la post-verdad,
acompañada de ficciones y de cierta dosis de validez, como han podido enhebrar
sus reiteradas y cotidianas ofensivas.
Un buen porcentaje de la ciudadanía urbana de
Colombia, acostumbrado a mirar la guerra interna del país como una película
dominguera más, de modo pertinente
podría ser examinado bajo la lupa de la
obra de teatro de 1951 de Jean Paul
Sartre “El Diablo y Dios”: como se proclama en ella, “cuando los ricos se hacen
la guerra, los pobres ponen los muertos”, como decir que, por lo general,
cuando los dominadores toman decisiones para el logro de sus objetivos
personales y corporativos, poco o nada se preocupan de las consecuencias que de
ellas se deriven sobre los que ejercen el poder.[53]
Precisemos, entonces,
que desde el 1 de diciembre de 1916, cuando se inició el proceso de dejación de
las armas, una de las diferencias
técnico-políticas más importantes que ha habido entre Gobierno y Farc ha sido en relación con el carácter de las
viviendas[54]:
por considerar a las Veredas como una zona de alojamiento temporal, el gobierno
siempre ha tenido la mirada de “las carpas” a diferencia de las Farc, que por
considerar que con seguridad muchos de sus miembros se quedarán a vivir allí,
han demandado viviendas más consistentes “de ladrillo, cemento y madera y con
servicios adecuados”. Esta diferencia técnico-existencial ha sido magnificada y
maximizada por las distintas categorías de enemigos de la pacificación
presentándolas como demandas de suntuosidades por fuera de una lógica realista y de los Acuerdos,
operación discursiva mediática, que busca y sigue buscando, por muchos medios,
que los exguerrilleros no se queden a vivir allí, no porque realmente crean
que, bajo la mirada de la ONU y de 13 mil
policías que los protegen, van a crear “Repúblicas Independientes”, sino
porque no los quieren ver en parte alguna de Colombia haciendo política demo-institucional crítica.
Y no los quieren ver
en parte alguna ejerciendo ese tipo de política por dos razones centrales.
Primera, porque, en una etapa de aguda crisis del régimen político cuando el
bipartidismo ha empezado de verdad a tocar fondo, buscarán por todos los medios
a su alcance evitar la competencia electoral. En la actualidad, las dos
columnas clásicas del bipartidismo, los partidos liberal y conservador, sólo
logran triunfar en las elecciones, cuando alcanzan alguna alianza con uno u
otro sector de una ciudadanía izquierdista dada su criticidad, democrática y controladora, que políticamente no ha
logrado ser organizada, de modo auto-sostenible, porque en Colombia en esta
etapa de su historia hay más izquierdistas que partidos de izquierda.[55]
Y segunda razón por la que no los quieren
ver practicando una política demo-liberal crítica: porque temen que, al
destapar muchas cosas, hasta importantes y altos sectores de los opositores de
la paz llegue el ejercicio de la
Jurisdicción Especial de Paz, pues en
Colombia no sólo las guerrillas y el
Estado han tenido una Estrategia de Guerra sino que también la ha tenido
uno u otro sector del Bloque en el Poder, como se postuló en el anterior
Atisbos, el 255.
En un contexto como
el inmediatamente anterior, las desavenencias y pugnas y desencuentros sobre
los aspectos logísticos de la adecuación de las ZVTN adquieren un significado del todo distinto. La discusión alrededor de
estas Zonas han sido muchas y aún con importantes diferencias entre los mismos amigos de la pacificación y
hasta podrán entorpecer procesos importantes de la implementación y, quizás,
también pueden ser un preanuncio de incumplimientos futuros del Estado en
materia de la construcción de Paz pero,
no han alcanzado la ENORMIDAD POLÍTICA”, que los enemigos del proceso de la Habana
le han pretendido asignar.
Este mes de febrero
ha sido de mucho debate y agitación en Colombia. De todas maneras, hecha la
conciliación entre Senado y Cámara del
Acto legislativo de la JEP y terminadas las Marchas con las críticas y
rectificaciones del caso, en el medio ambiente ideológico y sicosocial del país
ha quedado la sensación y el sentimiento colectivo de que el proceso de paz
efectivamente está avanzando. Pero, a favor o en contra, agreguemos variopintas
e importantes notas fácticas: según la Encuesta GALLUP, la favorabilidad de la
solución negociada subió al 67% frente al 27% en contra; en este 2016 se
produjo en Colombia el número más bajo de homicidios en 32 años, 12.000, lo
que, por cierto, no puede atribuirse del todo a la existencia de unas Farc sin
armas, pues esa suma- qué lejos estamos de una Holanda con solo 4 y de un Chile
con 1.250- están las vidas de “otras dinámicas conflictivas, amarradas
profundamente en el tejido social y relacionadas con la economía legal e
ilegal”[56]; y para hacer más nítido
este fenómeno, cada día se evidencia más, como lo ha destacado el Defensor de
Pueblo[57], que en Colombia se encuentra en marcha una terrible amenaza
contra la Paz con dos notables expresiones: de un lado, el progresivo control
por parte de estructuras armadas ilegales de los territorios tradicionales
dejados por las Farc para implantar en ellos las economías ilegales, y, del
otro, la forma como han ido cayendo in situ las personas más opuestas a ese
proceso, es decir, múltiples líderes sociales identificados con las causas de
la paz, de los territorios, del medio ambiente y de los procesos comunitarios;
pero contrastante ha sido el hecho de que Gobierno y Farc han seleccionado a
dos figuras mundiales, Pepe Mujica y Felipe González como “Notables” del
componente internacional de la verificación de los Acuerdos; finalmente, en
este momento de dolor nacional un Senador del Centro Democrático, Daniel
Cabrales, que ya asimiló del todo la enseñanza uribista de un discurso
enhebrado alrededor de mentiras vestidas con una casi invisible tela de verdad
y de muchas ficciones, dijo, para rectificar después, “según me cuentan la
avalancha fue provocada por dinamita explosiva depositada por las Farc. Santos
se olvidó de muchas cosas que necesita el país”.[58]
Por eso, para terminar este Capítulo, hacemos
nuestras esta conclusión del comunicador y periodista Alvaro Sierra Restrepo,
“La decisión de las Farc de
atenerse a lo acordado luce tan inquebrantable que hasta la oposición ha dejado
de decir que no va a cumplir. En medio de la apatía urbana y con la mayoría de
los medios de comunicación más enfocados en los detalles y los problemas
logísticos, tuvo lugar la noticia más importante en medio siglo: 7.000
guerrilleros de las Farc se dirigieron en masa a las zonas donde se van a
desarmar, y lo hicieron sin un solo incidente –en este país donde hay muertos
después de cada partido de la selección–.Esto es quizá lo más elocuente en
estos 100 días: pese al evidente rezago logístico en las zonas veredales, las
Farc ahí están. El secretariado marcha hacia la política como una aplanadora.
¿Lo harán al mismo ritmo guerrilleros rasos y mandos medios, en medio de demoras
en la aplicación de la amnistía y la adecuación de las zonas veredales o sin
claridad sobre su seguridad y las condiciones en las que se reincorporarán a la
vida civil? Los responsables de estas demoras están jugando con candela.”[59]
4. Las Universidades y la
Construcción de la Paz: El SUE, ASCUN,la
Alianza de Universidades por la Paz de Bogotá, El Pacto Público por una
Educación Superior por la Paz, la Mesa de Gobernabilidad y Paz del Eje Cafetero
y REDUNIPAZ han sido las Organizaciones que más han hecho por el trabajo
conjunto de las Universidades Públicas y Privadas dentro de una división
racional del trabajo para la Paz.
El 17 de febrero de
2017, 24 Universidades que conforman EL SUE- Sistema Universitario Estatal-
realizaron un taller en la Universidad Tecnológica de Pereira orientado a
creación de un Banco de Proyectos de Educación para la construcción de Paz
durante la etapa del postconflicto
interno armado[60];
en esta ocasión se adoptó un Decálogo en el que respaldaron la salida negociada al
conflicto armado, se reiteró la responsabilidad social de la Universidad en la
investigación de las violencias, la transformación de los conflictos y la construcción
de “paces” explicitándose, además, el deseo de que los campus universitarios
sean espacios territoriales donde prime la convivencia, el diálogo abierto y
respetuoso y se estimule la reconciliación entre los colombianos.[61] De acuerdo con su
declaración, en 10 Compromisos concretaron el Decálogo para la Paz. Por otra
parte, en esta declaración del SUE se destacó el trabajo que han venido
realizando ASCUN, así La Red de Universidades por la Paz-REDUNIPAZ-,
“espacio éste de construcción de Paz originado en 1997 cuando se
privilegiaba la terminación del
conflicto por la vía armada”. Por ahora, cabe destacar que REDUNIPAZ, realizó
en Popayán en noviembre de 2016 el VIII Congreso Nacional en el que se definió que en Medellín se realizaría entre este
año y el 2018 “EL IX Congreso Nacional y
IV Internacional”
Pero, no sólo desde
la Tecnológica de Pereira, bajo el liderazgo del profesor Oscar Arango G, se han retomado
esfuerzos para el reagrupamiento de Universidades alrededor de la causa de la
construcción de Paz. El 9 de febrero de este año, 20 Universidades Públicas y 9
Institutos Públicos firmaron en Bogotá el documento denominado “Pacto Público por una Educación Superior
por la Paz”, en el que se convocó a utilizar esta coyuntura de oportunidad
del pos-acuerdo para que el conjunto de las Universidades se sacuda y
“despliegue la realización de su misión
institucional, obstaculizada por el conflicto”. Bajo el liderazgo de
Alejo Vargas, ese Pacto Público hizo referencia
a tres objetivos, fácilmente aceptables por el conjunto de las Universidades, y
que el profesor de la Universidad Nacional presentó así,
“1. Aprovechar esa
ventana de oportunidad que significa el período pos-acuerdo para que la
Educación Superior “despliegue la realización de su misión institucional,
obstaculizada por el conflicto”; 2.Asumir esfuerzos, en los diferentes niveles territoriales, para la reflexión, intercambio
y diseño de acciones conjuntas que aporten a los procesos de solución del conflicto armado, a la construcción de la
paz y a la consolidación de la convivencia
en la sociedad colombiana; y 3. Definir el compromiso de estrechar vínculos de la Educación Superior con todos
los sectores sociales y con las autoridades públicas para desarrollar
estrategias que fortalezcan la promoción de valores como la tolerancia, el
entendimiento y la confrontación dialogada de ideas, así como la
investigación de los problemas del país,
y de las mejores fórmulas para su solución”.[62]
Destacando el valor y
la significación de lo que en el nivel central nacional significa este tipo de
organización local para Bogotá, destacaríamos ahora que con esos tres oportunos
y precisos objetivos es como si el profesor Vargas hubiese estado pensando en
la necesaria reactivación de la Organización que él mismo contribuyó a fundar
hace 20 años, REDUNIPAZ, que en nuestra opinión debe ser reactivada no sólo
porque sea necesaria para la realización
de Congresos Nacionales sino, sobre todo y ante todo, por la imperiosa
necesidad de contar, no con una Dirección Nacional Universitaria de la Paz sino
con una COORDINADORA NACIONAL OPERATIVA de las variadas acciones de las
diferentes Universidades de cada espacio regional, tarea que se podría cum a
través de los Nodos Regionales de la Redunipaz. En realidad que ha sido eso lo
que ha terminado siendo Redunipaz, una Coordinadora Operativa en pequeño de tres o cuatro Nodos Regionales muy activos
que, cada uno o dos años, realiza un Congreso Nacional. Pero, si en siete u
ocho ciudades de Colombia- por ejemplo, Barranquilla,
Medellín, Bucaramanga, Bogotá, Pereira, Ibagué, Cali, Villavicencio- que
cubren espacios donde, de modo
hipotético, se crearían las Regiones o Estados Regionales a la manera de la
propuesta de Fals Borda y de la Constitución de 1991- se lograra la
reactivación de los Nodos Regionales de Redunipaz, éstos podrían actuar como Coordinadores de las Propuestas y
Ofertas de Educación y de Autoformación por
parte de las Universidades de cada
espacio regional. De esa manera, REDUNIPAZ sería una activa Coordinadora de los
Nodos Regionales pudiendo, a partir de
éstos, posibilitar unos mejores y más cualificados Congresos Nacionales.
Pero, volvamos a la
última parte del importante documento del profesor Alejo Vargas en el que recoge y precisa variadas
experiencias de movilización de las Universidades,
En su opinión en la
línea de los tres objetivos señalados se han venido moviendo el conjunto de las
Universidades no sólo “para cerrar el ciclo largo del conflicto, sino también
para avanzar hacia echar las bases de una democracia moderna”. Enseguida
destaca cómo el SUE y ASCUN y la iniciativa promovida en Bogotá de una “Alianza
de Universidades por la Paz” en la que han venido participando la Universidad
Nacional, Los Andes, E l Rosario, la Javeriana, la Universidad Externado y la
Libre, se han venido moviendo en esa dirección. Señala, por otra parte, que es
“importante recordar la importante tarea de formación que en el pasado
realizaron frente a las desmovilizaciones insurgentes de los comienzos de los
90 la Universidad del Valle y la Pedagógica Nacional”; relieva, además, la tarea
estratégica de análisis, debate y pedagogía que se ha hecho desde 1997 cuando
un grupo de académicos de varias
Universidades creamos REDUNIPAZ en la Universidad del Valle”; a ello habría que
agregar la tarea que se ha venido
realizando en la Universidad Nacional a través del Centro de Pensamiento y Seguimiento al Diálogo de Paz
en relación con el proceso de la Habana y la disposición que muchas voces
universitarias han hecho para colaborar con el ELN, si lo solicita”. Así
termina el profesor Vargas su documento: “Todos estos ejemplos desde las
instituciones de Educación Superior, que seguramente son insuficientes muestran
la intención, el deseo y el compromiso de contribuir desde sus actividades
misionales, que son formación, investigación y extensión…en la superación de
los problemas estratégicos de nuestra sociedad como la superación del conflicto
armado de larga duración , así como en dar su aporte a la construcción de paz,
que no es otra cosa que volver realidad la sociedad democrática e inclusiva que
deseamos, con una democracia donde el respeto por la diferencia y la pluralidad
sean principios reales de vida y no discursos que escondan la exclusión y aún
la eliminación-física y simbólica- para los que no piensan igual”.
Recordar, por otra
parte, que el SUE ya ha definido una Ruta de Educación para la Paz. Al respecto,
el profesor Oscar Arango de la UPT[63], en reunión de Rectores en Bogotá el 17 de
marzo, destacó los avances que se han venido dando en esa materia a partir de
la creación del “Sistema de Información y Seguimiento a la Implementación de
los Acuerdos de Paz”, iniciativa que ha sido acogida por la “Mesa de Gobernabilidad y Paz” del Eje
Cafetero, de la que es Coordinador.
Para destacar en su intervención: 1. Los Encuentros que se han realizado con
expertos internacionales como Lederach y Kroc con los que se podría hacer un
Convenio en el que la activa participación de 32 Universidades del SUE “será
prenda de garantía de pulcritud, rigor y
transparencia”; 2. se ha definido que los proyectos a presentar en el Banco
Estratégico, a. deben ser presentados por dos o más Universidades; b. pueden
tener cobertura regional o nacional; c. deben presentar alguna relación con el
Decálogo para la Paz o con los Acuerdos de la Habana; 3. Educación Rural: se ha
gestado un consenso: los compromisos con la Educación Superior Rural deben
estar a la orden del día en nuestras Universidades y el nuevo Plan Decenal de
Educación que prepara el MEN,debe incluir un capítulo sobre formación rural
desde preescolar hasta los postgrados incluyendo, además en él los compromisos
derivados del Acuerdo del Gobierno con las Farc; 4. El profesor Adolfo Alvarez
de la Universidad del Valle lidera la
iniciativa de un Evento Nacional de Seguimiento al primer año de Implementación
de los Acuerdos; 5. se acordó el
levantamiento de un inventario de, a. ofertas académicas de pregrado y
postgrado; b. investigaciones; c. observatorios de conflictos; d. proyección
social y educación continuada; y e. publicaciones y otras formas de
intervención de las Universidades en los
temas de la paz; 7. “se requiere que
desde el SUE se fortalezca el Banco
Estratégico de Proyectos y un Fondo de financiamiento de los mismos”; 8. Como
producto de un reciente encuentro entre dirigentes de las Farc y algunos Rectores
se conformó un Subcomité Técnico del que hacen parte las Universidades del
Valle, Nacional, Tecnológica de Pereira y Pedagógica Nacional; entre sus
funciones se encuentra la de “concretar
con el Consejo Noruego de Refugiados, el Gobierno Nacional y las Farc el
proyecto presentado por la UPN para atender, entre otras necesidades, la Formación de Bachilleres de los
Excombatientes”; y 9. es visible, así, la necesidad de un Convenio Marco con las Farc y de
eventuales Convenios regionales asegurando, claro está, el origen de los
recursos”.
Pero, ¿cuál es el
componente de Educación y de Formación presente en los Acuerdos? En sus 310
páginas las palabras Educación y Pedagogía no son las de mayor presencia, 27
veces la primera y 12 la segunda. Pero, importa recordar que entre los
compromisos que no se han cumplido, Timochenko en el texto ya citado del
18 de marzo señaló que ya debía
estar construida “la propuesta de gestión y apoyo para un Plan inmediato de
Educación” extendido a las comunidades de la ZVTN según la propuesta de la Embajada de Noruega”. Pero, pasó la
reunión de Cartagena y nada se dijo al respecto. De todas maneras, según el
Acuerdo, los programas de educación y pedagogía
debían despegar con la llegada misma de los guerrilleros y guerrilleras
a las Zonas Veredales privilegiando, de entrada, los derechos a la salud y a la
educación de los menores. Allí en las Veredas, en coordinación con el Gobierno
nacional, durante 6 meses se debían
desarrollar programas de educación y de capacitación para el trabajo con orientación de nivelación en
educación básica, primaria, secundaria incluyendo en ésta la formación técnica
agropecuaria en los grados décimo y undécimo. El Director del Sena, Alfonso
Prada, ha señalado que para estos efectos su entidad ya está preparada con 26 aulas móviles, 114
instructores y diseños curriculares encontrándose en condiciones para brindar las mismas ofertas a los pobladores cercanos a las ZVTN; señaló,
además, que en el trascurso de esos 180
días recibirán el estudio de caracterización de la Universidad Nacional sobre
la ruta que seguirá cada uno a partir del proceso de Reincorporación. El
conjunto de los cursos tendrán un eje transversal ligado a los problemas de la
asociatividad, de la cultura de paz y de
la resolución de conflictos y, al final, se les dará una Certificación de
Competencias laborales en diferentes oficios manteniendo la mirada de capacitar
para un trabajo digno con desarrollo humano.[64] De todas maneras, en la
página 26 del Acuerdo Final, en el acápite denominado “Plan Especial de
Educación Rural” se encuentran los principios y sub-acuerdos más importantes
sobre Educación (Cobertura universal; Modelos
flexibles de educación pre-escolar, básica y media; Reconstrucción de la infraestructura educativa rural; Promoción y permanencia del
personal docente calificado; Acceso a tecnologías de información; Gratuidad
educativa; Oferta de programas e infraestructura en recreación, cultura y
deporte; Acceso de todos los hombres
y mujeres a la formación técnica agropecuaria en la educación media; Disponibilidad
de becas condonables; Formación de las mujeres en disciplinas no tradicionales
para ellas; Programa especial para erradicar el analfabetismo; Fortalecimiento
y promoción de la investigación, la innovación
y el desarrollo científico y tecnológico para el sector agropecuario en
áreas disciplinarias como la Agroecología, la Biotecnología y Suelos;
Incremento progresivo de los cupos tecnológicos, técnicos y universitarios en
las zonas rurales; Medidas Especiales para garantizar la permanencia de las mujeres
en el campo; y Oferta de formación técnica y tecnológica y universitaria en
áreas relacionadas con el desarrollo rural.[65]
Importa destacar que,
simultáneo y casi transversal y paralelo a este Plan Especial de Educación
Rural con Enfoque territorial, en el Acuerdo Final están consignadas otras
importante ofertas para el conjunto de la población: 1.Creación de una Cátedra
de Cultura Política para la Paz; 2. Capacitación a Organizaciones y Movimientos
sociales, así como a funcionarios públicos, en los niveles municipal,
departamental y nacional, en el
tratamiento y solución-transformación de conflictos; 3. Promoción de la
reconciliación, la convivencia, la tolerancia especialmente en las poblaciones
más afectadas por el conflicto poniendo especial énfasis en valores como el
respeto, la diferencia, la crítica y
la oposición política; y 4. Desarrollo y consolidación de un Programa de
apropiación del Acuerdo por parte de la sociedad.
Para este 2017, se
puede destacar que el SUE, ASCUN, La “ALIANZA DE UNIVERSIDADES POR LA PAZ” de Bogotá, “El PACTO PÚBLICO POR
UNA EDUCACIÓN SUPERIOR POR LA PAZ” Y La MESA DE GOBERNABILIDAD Y PAZ DEL EJE CAFETERO, Organizaciones
todas con mayor grado de formalización
institucional universitaria, y
REDUNIPAZ, Organización Informal con 20 años de existencia más cercana a los
Universitarios en su conjunto– profesores, estudiantes, y empleados- han coincidido
en dos puntos centrales: 1. la importancia de continuar impulsando el trabajo
conjunto de las Universidades Públicas y Privadas en torno a las diferentes
dimensiones del complejo problema de la Paz; y. 2. la necesidad de actuar bajo un
criterio de división racional del trabajo por la Paz tanto en lo investigativo
como en lo educativo y en lo proyectivo social
respetando siempre las ventajas y fortalezas comparativas de cada Universidad.
En este caso, nos
vamos a referir más en particular a las Ofertas educativas de las distintas
Universidades, que no son más que una de las dimensiones de la Educación para
la Paz: La relativa a un Plan Especial de Educación y Formación de los
Excombatientes llámense exguerrilleros, ex-paramilitares, milicianos, agentes
del Estado, u otros, civiles en este caso, implicados en delitos con motivo de
su participación, directa o indirecta, en el conflicto interno armado. Un grupo
de profesores de la Universidad del Valle hemos elaborado una Propuesta
Especial de Educación y Formación de Excombatientes para el Suroccidente
colombiano (Valle, Cauca, Nariño y Putumayo). Esperamos que el SENA en una
primera aproximación de 180 días haga su trabajo educativo en las Veredas para, en
Convenio con esta Entidad, poder empezar a aplicarla en la Etapa de Implementación del proceso de Reincorporación de los miembros de las
Farc a la vida cívico-social, que puede durar unos seis años. La propuesta con
Marco lógico ya ha sido dada a conocer en el Atisbos Analíticos 255. Por
tratarse de una Propuesta bastante amplia e Integral, creemos que ninguna
Universidad la pueda o la quiera ofrecer
en su conjunto sino que tendría que ser el resultado de Ofertas
Educativo-formativas de diferentes Universidades en cada una de las 8 Regiones
de las que hablamos atrás (Barranquilla,
Medellín, Bucaramanga, Bogotá, Ibagué, Pereira, Cali y Villavicencio).Es aquí
donde entrarían a operar Los Nodos Regionales de Redunipaz con su trabajo
operativo ligado a coordinar las Propuestas Educativo-formativas de cada una de
las 8 Regiones.
Para el Suroccidente
colombiano la Propuesta que hemos diseñado comprende las siguientes
sub-propuestas diseñadas cada una bajo un enfoque territorial-asociativo,
1.
Programa de alfabetización;
2.
Situación educativa de los
menores que, por las razones que sean, ingresaron a las Farc; para trabajarla
con ICBF.
3.
Validación del BACHILLERATO DE
LOS Excombatientes; la Universidad Pedagógica Nacional ha ensayado ya un modelo
y, al respecto, existen experiencias importantes en distintas regiones del
PAIS.
4.
Oferta de 20 cursos-talleres de
formación para el trabajo y el desarrollo humano- de 600 horas cada uno, todos
ellos relacionados con los grandes problemas rurales de colombia y orientados a
enraizar a los excombatientes con las culturas rurales; para trabajarlos entre
INCOPAZ[66], EL
sENa y las correspondientes asociaciones profesionales.
5.
OFERTAS universitarias con
sentido de nivelación DE PREGRADOS EN
LOS NIVELES TECNOLÓGICOS Y PROFESIONAL, SOBRE TODO, EN ÁREAS CERCANAS A LA
AGROeCOLOGíA, LA BIOTECNOLOGÍA, Suelos rurales, economías campesinas,
enfermería, construcción de vivienda rural, turismo rural, medicina tropical,
resolución-transformación de conflictos rurales, Deporte rural; para
trabajarlas en las diferentes 8 regiones ya señaladas; al respecto vale la pena tener como referente el programa profesional de estudios políticos
y resolución de conflictos de la universidad del valle .
6.
Con la participación de
victimarios y víctimas Realización en los poblados más afectados por las
dinámicas del conflicto interno armado en el suroccidente colombiano, de 105 se
han seleccionado 34 municipios, un taller-diplomado orientado a la formación de formadores en dinámicas
y procesos de perdón y reconciliación; bajo la coordinación de incopaz, estará
a cargo de dos asociaciones de
egresados en sicología y politología.
7.
Oferta de un programa continuo de
acompañamiento y ayuda sicosocial y laboral a los Excombatientes.
8.
Manejo de una bolsa de “empleo
digno” para todos los excombatientes.
[1] .”Legaron primeros 100 guerrilleros a una Zona Veredal en
Putumayo”, Caracol.com,
[2] .”Arduo trasteo de las Farc a las zonas veredales”, www.semana.com, 01-31-2017.
[3] . mapasamerica.dices.net.
[4] . Jaramillo, Sergio, www.sltocomisionadoparalapaz.gov.co,
[5] .Cocoy, Natalio, ”Esa batalla por la ocupación de territorios la
ganamos ya: Ministro de Defensa, Luis Carlos Villegas”, BBCMundo, Bogotá,
06-03-2017.
[6] . Villarraga S, Alvaro. “La Carta de los Ex Mandos Militares”, www.sur.org.co, 09-O3-2017.
[7] . Vélez R. Humberto, Los
Guerrilleros no son los únicos Victimarios” , Atisbos Analíticos, 13/06/2013, www.alainet.org/active/64719 ; en este Ensayo se analiza la Carta enviada
por 16 campesinos de la región de Marquetalia al Presidente Valencia el 20 de
mayo de 1964, que reposa en El Archivo General de la Nación, Fondo Presidencia
de la República.
[8] .; “Carta enviada por los Excomandantes del Ejército al Presidente
Santos”, 01-03-2017.
[9] .”Las Farc ya llegaron a las zonas veredales de concentración”,
m.elcolombiano.com, COLPRENSA.
[10] .Catatumbo, Pablo, “Mi penúltima Marcha”, El Espectador,
08-02-2017.
[11] .Tarazona, Jairo, “Del fusil a los Tacones: las mujeres de las Farc
en Cuba”. Semana.com, 03-04-207.
[12] .Pardo, Daniel Ramiro, “¿Por qué es tan difícil que las Farc dejen
las Armas?, RAZONPUBLICA.com,
[13] .Rondón, Fidel, “Desde el ultimo campamento, la última marcha”,
colombia2020.elespectador.com, 04-02-2017.
[14] .”Militares y Guerrilleros: la histórica foto que hoy deja el
proceso de paz”,www.semana.com, 03-05-2015.
[15] .Millán, Juanita, “Carta desde la Marcha Final: Lo que nunca
Imaginé”, El Espectador, colombia2020.elespectador.com, 05-02-2017.
[16] . Rodríguez, Romaldo, “La última
marcha con mis dos mujeres”, www, colombia2000.elespectador.com, 11-02-2017.
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siendo creada producto de una Alianza entre ECOPAIS Y Escuela Ciudadana.
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