ATISBOS ANALÍTICOS 231, Santiago de Cali, septiembre 2015, director Humberto Vélez Ramírez, profesor del Programa de Estudios Políticos y Resolución de Conflictos, IEP, Universidad del Valle; miembro del Grupo de Investigación “POLÍTICA Y CONFLICTOS”; publicación de ECOPAIS, “Estado*Comunidad*País. “Un nuevo Estado para un nuevo País”. humbertovelezr@gmail.com, www.atisbosanaliticos2000.blogspot.com .
23
DE SEPTIEMBRE DEL 2015: POR FIN, UN ACUERDO ESTRATEGICO SOBRE UN
ESQUEMA DE JUSTICIA A APLICAR: LA CREACIÓN DE UNA JURISDICCIÓN
ESPECIAL PARA LA PAZ.
Acápite
(Capítulo I, acápite 5) del libro, de próxima publicación,
“LOS
DIALOGOS DE LA HABANA, LA COMISIÓN DE HISTORIA DEL CONFLICTO Y DE
LAS VÍCTIMAS Y LA COLOMBIANIZACIÓN DE LA JUSTICIA TRANSICIONAL.
Hasta
antes del 23 de septiembre del 2015, tres asuntos nodales
estaban pendientes siendo el primero el más importante: de un lado,
la definición del Esquema de Justicia a aplicar en esta
negociación; el segundo asociado a la definición de una
instancia para darle forma jurídica a los acuerdos pactados; y el
tercero, relacionado con los dispositivos orientados a lograr una
robusta legitimación ciudadana y sociopolítica del proceso en su
conjunto. Como ya se insinuó en la Introducción de este texto,
transcurridos
apenas tres meses desde la segunda crisis grave de los Diálogos de
la Habana vivida en junio del 2015, y mientras los asistentes en
Ibagué al VII Congreso Nacional y II Internacional de la Red
de Universidades por la Paz, REDUNIPAZ[1], se disponían a
entrar en una teleconversación con el equipo Negociador de las Farc,
ese mismo 23 de septiembre a las 3 pm, el acto se suspendió, pues
desde la Cuba de Martí se anunció que se estaba dando inicio a la
colombianización de la Justicia Transicional mediante la creación
de una Jurisdicción Especial para la Paz. .
Fue
así como de modo inteligente e imaginativo y sin pedirle permiso a
ningún Tribunal Internacional, el gobierno, consensuando con las
Farc, abordó el primer asunto, necesario para iluminarle una salida
a los otros dos. Fue así, por otra parte, como en Colombia se
aplicó la doctrina del Margen Nacional de Apreciación:
La singularidad histórica mundial de nuestro conflicto interno
armado y su persistencia de más de medio siglo y sus tremendos
impactos sobre el conjunto de la sociedad constituían y continúan
constituyendo una base robusta para poder proceder así, de modo
autónomo, sin afectar, en lo básico, la normatividad
humanitaria internacional
Este
es el texto en el que se informó sobre la creación de la
Jurisdicción Especial para la Paz[2],
“1.
Gobierno de la República de Colombia y las FARC-EP reafirman su
compromiso con los acuerdos logrados hasta la fecha: “Hacia un
Nuevo Campo Colombiano: Reforma Rural Integral”, “Participación
política: Apertura democrática para construir la paz” y “Solución
al Problema de las Drogas Ilícitas”.
2.
A la vez, reafirman su compromiso con una fórmula de justicia que
satisfaga los derechos de las víctimas y contribuya a la
construcción de una paz estable y duradera. Con ese propósito
estamos construyendo un Sistema Integral de Verdad, Justicia,
Reparación y No Repetición. En ese marco hemos acordado que se
creará una Comisión para el Esclarecimiento de la Verdad, la
Convivencia y la No Repetición y hemos logrado acuerdos importantes
en materia de reparación de las víctimas.
3.
En cuanto al componente de justicia, hemos acordado crear una
Jurisdicción Especial para la Paz, que contará con Salas de
Justicia y con un Tribunal para la Paz. Las Salas y el Tribunal
estarán integrados principalmente por magistrados colombianos, y
contarán con una participación minoritaria de extranjeros que
cumplan los más altos requisitos. La función esencial de las Salas
y del Tribunal para la Paz es acabar con la impunidad, obtener
verdad, contribuir a la reparación de las víctimas y juzgar e
imponer sanciones a los responsables de los graves delitos cometidos
durante el conflicto armado, particularmente los más graves y
representativos, garantizando la no repetición.
4.
El componente de justicia prevé que a la terminación de las
hostilidades, de acuerdo con el DIH, el Estado colombiano otorgará
la amnistía más amplia posible por delitos políticos y conexos.
Una ley de amnistía precisará el alcance de la conexidad. En todo
caso no serán objeto de amnistía o indulto las conductas
tipificadas en la legislación nacional que se correspondan con los
delitos de lesa humanidad, el genocidio y los graves crímenes de
guerra, entre otros delitos graves como la toma de rehenes u otra
privación grave de la libertad, la tortura, el desplazamiento
forzado, la desaparición forzada, las ejecuciones extrajudiciales y
la violencia sexual. Estos delitos serán objeto de investigación y
juzgamiento por parte de la Jurisdicción Especial para la Paz.
5.
La Jurisdicción Especial para la Paz tendrá competencia respecto de
todos los que de manera directa o indirecta hayan participado en el
conflicto armado interno, incluyendo a las FARC-EP y a los agentes
del Estado, por los delitos cometidos en el contexto y en razón del
conflicto, en especial respecto de los casos más graves y
representativos.
6.
La Jurisdicción Especial para la Paz contempla dos tipos de
procedimientos: uno para quienes reconocen verdad y responsabilidad,
y otro para quienes no lo hacen o lo hacen tardíamente. A los
primeros se les impondrá una sentencia, fundada en las conductas
reconocidas después de haber sido contrastadas las investigaciones
de la Fiscalía General de la Nación, las sanciones impuestas por
otros órganos del Estado, las sentencias judiciales existentes, así
como la información que provean las organizaciones de víctimas y de
derechos humanos. Los segundos enfrentarán un juicio contradictorio
ante el Tribunal.
7.
Las sanciones que imponga el Tribunal tendrán como finalidad
esencial satisfacer los derechos de las víctimas y consolidar la paz
y deberán tener la mayor función restaurativa y reparadora del daño
causado. Para todos aquellos que reconozcan responsabilidades por los
delitos competencia del Sistema, la sanción tendrá un componente de
restricción de libertades y derechos que garantice el cumplimiento
de las funciones reparadoras y restauradoras de las mismas mediante
la realización de trabajos, obras y actividades y en general la
satisfacción de los derechos de las víctimas. Las sanciones para
quienes reconozcan delitos muy graves tendrán un mínimo de duración
de cumplimiento de 5 años y un máximo de 8 de restricción efectiva
de la libertad, en condiciones especiales. Las personas que hagan
dicho reconocimiento de manera tardía ante el Tribunal serán
sancionadas con pena de prisión de 5 a 8 años, en condiciones
ordinarias. Para tener derecho a la pena alternativa, se requerirá
que el beneficiario se comprometa a contribuir con su resocialización
a través del trabajo, capacitación o estudio durante el tiempo que
permanezca privado de la libertad. Las personas que se nieguen a
reconocer su responsabilidad por tales delitos y resulten culpables
serán condenadas a pena de prisión hasta de 20 años, en
condiciones ordinarias.
8.
Para acceder a cualquier tratamiento especial dentro de la
Jurisdicción Especial para la Paz es necesario aportar verdad plena,
reparar a las víctimas y garantizar la no repetición.
9.
En el caso de las FARC-EP, la participación en el sistema integral
estará sujeta a la dejación de armas, que deberá comenzar a más
tardar a los 60 días luego de la firma del Acuerdo Final.
10.
La transformación de las FARC-EP en un movimiento político legal es
un objetivo compartido, que contará con todo el apoyo del Gobierno
en los términos que se acuerden.”
La
Jurisdicción Especial pactada contempla la creación de un Tribunal
ad hoc con tareas judiciales, que subsume las funciones del Derecho
Penal, en procura de satisfacer el derecho de las
víctimas a la Justicia, así como a proporcionar seguridad jurídica
a quienes, de modo directo o indirecto, han participado en las
dinámicas del conflicto interno armado. En su
generalidad, el acuerdo es re-orientador, aunque conviene no
idealizarlo no obstante toda la falta que estaba haciendo.
Precisamente el libro del que este Atisbos Analíticos es un acápite
y cuyo índice se presenta al final, se encuentra cruzado por la
hipótesis de que si no se producía un acuerdo estratégico
como el que se anunció el 23 de septiembre, los Diálogos de la
Habana se podían frustrar. Por cierto que se ha superado un gran
obstáculo; por cierto, además que mientras las acciones de guerra
pueden empezar a disminuir, de modo casi exponencial crecerán
las contradicciones y los conflictos, pero ya en el nivel de las
concreciones reales. Se trata, entonces, de una Jurisdicción
Especial para la Paz por desarrollar y para enriquecer y por
eso ese mismo 23 de septiembre tuvo un primer complemento importante
con la medida pactada entre el presidente Santos y Timochenko según
la cual las Farc deberán entregar las armas- en nuestra opinión no
necesariamente al gobierno, pues podrían hacerlo al Vaticano o
a las Naciones Unidas o a Noruega o a un Estado que goce
de la confianza común- en un plazo de 60 días tras
la firma del acuerdo definitivo. Naturalmente, es
necesario examinar el acuerdo en todas sus dimensiones
y detalles, pero en esencia consiste en: a) la creación de una
Jurisdicción Especial para la Paz frente a la cual los acusados (los
responsables todos) de haber cometido crímenes graves y
atroces durante la confrontación armada puedan confesarlos; b) la
fijación de penas alternativas (entre cinco y ocho años) para
aquellos que digan la verdad; c) el señalamiento general de
lugares alternativos a una cárcel donde puedan cumplirse esas
penas, aunque no se precisaron lugares y opciones precisas.
Adicionalmente, las partes pusieron una fecha máxima para finalizar
el conflicto, antes del 23 de marzo del 2016, y acordaron la dejación
de las armas 60 días después.
De
todas maneras, en nuestro concepto, la “Jurisdicción Especial
para la Paz” acunada en la Habana salió cojeando, pues
el Tribunal creado debería haber estado acompañado de una
“Comisión Legislativa Especial”, que conformada
por la Comisión de Paz del Congreso y por Representantes tanto de
las Víctimas como de las dos organizaciones guerrilleras, subsumiese
ad hoc las funciones del Congreso en procura de la
formalización jurídica de los acuerdos pactados. De haber
acaecido así, se le habría puesto freno a acciones que, con lo
mismos propósitos de implementación jurídica, se están impulsando
en el Congreso pero sin que la iniciativa haya sido consensuada en la
Isla de Martí. Ahora, como salida oportuna y necesaria sólo queda
que, desde la Habana, en uno de los siguientes ciclos se haga
ese complemento y que, lo más rápido que se pueda, la Jurisdicción
de Paz pactada sea incluida en un proyecto de acto
legislativo presentado por el gobierno al Congreso. Así se evitarán
dudas y suspicacias e interpretaciones caprichosas como las que han
venido proliferando por estos días.
De
todas maneras, el Estado colombiano por iniciativa propia y
consensuando con las Farc, creó la Jurisdicción Especial para la
Paz, y hasta ahora, ningún Tribunal Internacional lo ha
cuestionado por el acuerdo logrado; por el contrario, con una
celeridad desacostumbrada en una Entidad Internacional, y, por eso,
sorpresiva y auspiciadora, Fatou Bensouda, fiscal de la Corte
Penal Internacional, declaró,
se
ha dado “un paso significativo hacia el fin del conflicto” y eso
“es bienvenido por la Fiscalía”; por otra parte, “noto con
optimismo que excluye la concesión de amnistías por crímenes de
guerra y de lesa humanidad y que está diseñado, entre otras cosas,
para poner fin a la impunidad por los crímenes más graves”; esto
no obstante, dijo que “la Fiscalía de la Corte Penal Internacional
revisará en detalle y analizará cuidadosamente las disposiciones
acordadas como parte de su continuo examen sobre la situación
colombiana” y que, “para este fin, su oficina entablará extensas
consultas con el gobierno colombiano y otras partes
interesadas, incluyendo víctimas y organizaciones de la sociedad
civil pertinentes”.[3]
Con
celeridad también apoyaron el acuerdo el gobierno
norteamericano, Unasur y CELAC; en Estados Unidos John
Kerry, Secretario de Estado habló de “avance histórico”. En
Colombia casi todos los órganos de opinión pública se han
pronunciado al respecto: la mayoría para apoyar el acuerdo, una
minoría para rechazarlo sin compasión, unos terceros ya para
cuestionar ya para avalar un aspecto u otro, y unos
cuartos, para desvariar a su antojo y amaño. [4] Llama la
atención el que en el Foro de la Hora 20 de CARACOL realizado
el 23 de septiembre, la mayor parte de los entrevistados, con la
excepción de los del Centro Democrático de Uribe, o apoyaron con
entusiasmo el acuerdo o se centraron en formular
advertencias sobre limitaciones o peligros emergentes en el inmediato
futuro, así,
César
Gaviria (expresidente liberal): “No tiene cabida decir
que habrá impunidad o que se entregó el país a las Farc”;
Laura
Gil (internacionalista): “El mensaje de hoy es que el
diálogo sí paga…Si las farc siguen respetando el cese
unilateral de fuego se le devolverá la confianza al proceso y pondrá
la refrendación de los acuerdos en otro escenario”;
Enrique
Santiago (abogado español, asesor jurídico de las Farc):”El
acuerdo es un antes y un después en materia de derecho
internacional…El sistema de justicia , verdad y reparación sólo
se cierra con el componente de la no repetición”; “se ha
construido un sistema que acabará la impunidad, toda la que ha
habido, para que todos asuman: es un sistema de justicia
prospectiva para las futuras generaciones”;
Carlos
Medellín (exministro, víctima indirecta de la toma del Palacio de
Justicia: consideró que “aunque importante y serio
el acuerdo en la Habana, “ahora comienza un trabajo fuerte
frente a temas que no son menores como la amnistía y la
conexidad de delitos como el narcotráfico con el delito
político”; pero, aparte de que esa conexidad no me gusta, negarla
como salida sería frenar el avance de los acuerdos con las
Farc; precisó, además, que “el sigilo frente al proceso se acabó;
se debe acabar para que no se repita el fracaso del Palacio de
Justicia donde las decisiones se tomaron con sigilo;
Carlos
Vicente de Roux (concejal de Bogotá): “Este acuerdo
envía un mensaje de equilibrio a los militares; las críticas
al acuerdo serían válidas como advertencias y en ese
sentido serían un aporte, pero formularlas con descalificación
es inapropiado;
Juan
Carlos Flórez (concejal de Bogotá): “Este es un
momento para hacer advertencias sobre el acuerdo de justicia; el
momento es para advertir, pero no para crear tabués; acá debería
funcionar el principio de que nada está perdonado hasta que todo
esté confesado”;
Camilo
Gómez (excomisionado de paz del gobierno de Pastrana”: “El
punto crítico no es el de las penas sino el tema de la verdad: sin
verdad no habrá perdón, y en consecuencia habrá un rechazo
a la reinserción de los guerrilleros a la vida civil”;
Mauricio
Lizcano (senador liberal que tuvo a su padre secuestrado por las Farc
durante nueve años): “Los puntos de acuerdo sobre justicia han
sido importantes, el acuerdo es histórico; las Farc han aceptado que
son victimarios, aceptan ir a una jurisdicción a reconocer sus
delitos, contar la verdad y someterse a ella;
Luz
María Sierra (periodista, editora de la revista Semana): “En
el acuerdo sobre justicia la pelea con la opinión será dura y si el
gobierno no hace una pedagogía importante , para convencerla, queda
un poco corto el proceso de paz…No es fácil vender la idea de que
habrá condena, pero para la gente condena sin cárcel no es
condena”;
Francisco
Bernate (conjuez de la Corte Suprema): destacó que ha
empezado un nuevo modelo político colombiano que llevará a
replantear el acuerdo de la Constitución de 1991; entonces, “desde
su óptica de lo jurídico, quedan interrogantes como la suerte de
los que purgan condenas, militares o guerrilleros, o si puede
haber impunidad para el narcotráfico en el punto de la conexidad de
este delito con el delito político”;
Angela
Robledo (representante del Partido Verde):“Acá no va a haber
impunidad…el debate sobre la conexidad ya se ha abordado desde la
Corte…El acuerdo blinda contra la impunidad: “como no va a haber
impunidad, se obligarán a decir la verdad”;
Néstor
Humberto Martínez (Exmnistro de Ministros del gobierno de Santos):
advierte
que habrá que prever “una reforma constitucional ante
la posibilidad de que el nuevo mecanismo para implementar los
acuerdos resulte insuficiente”;
Samuel
Hoyos (representante del Centro Democrático):
“Esto
no puede ser el Caquetá por cárcel, hay que garantizar unos
mínimos; lo mínimo es que la guerrilla reconozca su responsabilidad
con las víctimas y paguen unas penas, así sean reducidas, por
crímenes atroces; de resto se corre el riesgo de revivir la
violencia”;
Jack
Housni (congresista de la Unidad Nacional):
“Este
es un proceso político y no penal”; entonces, hizo un llamado a
“entender cuál es el bien superior que se busca: la paz”;
aún más, “esto tampoco es una rendición”.[5]
Entre
los gremios de propietarios entre los que existen importantes
fracciones proclives al uribismo, no surgieron críticas al acuerdo,
sino, más bien, observaciones y advertencias positivas:[6]
Guillermo
Botero Franco (presidente de FENALCO): fue el único en
acordarse de que lo de las penas alternativas también eran
para los agentes del Estado: “Es importante rescatar la
decisión de no amnistiar ni indultar a quienes
cometieron delitos de lesa humanidad o crímenes de guerra, y
bajo este anuncio, crímenes tan complejos, como los “falsos
positivos”, podrían pasar a ser juzgados por este Tribunal”;
José
Félix Lafourie (presidente de la SAC): “El acuerdo
satisface el derecho de las víctimas. Esperamos que el Tribunal
Especial sea garante y abra los espacios para que la verdad plena se
dé en cada caso”;
Bruce
Mackaster (presidente de la Andi):”Este (el de las penas
alternativas) era uno de los puntos más sensibles, y seguramente
será de los más debatidos, pues el país ha estado dividido en
términos de la obligación que existe o no, de generar prisión
alrededor de algunos delitos”;
Rafael,
Mejía (presidente de la SAC):
“El
acuerdo previsto para dentro de 6 meses deja abierto el camino para
continuar sobre lo que ya se ha firmado, porque hay puntos
fundamentales pendientes en el campo, los cultivos y el
narcotráfico”.
En
el escenario de la política en el establecimiento también ha
sucedido algo parecido no dejando de llamar la atención la posición
del expresidente Andrés Pastrana, quien había venido siendo muy
crítico del gobierno de Santos,
Andres,
Pastrana: “Sobre lo que ha sucedido, el país solo puede
regocijarse. Estamos esperanzados en que las reglas de juego
queden claras, que no se afecte el modelo económico ni la confianza
de los mercados”.
No
puede dejar de llamar la atención el que casi todos estos
entrevistados emitan sus opiniones como si los miembros de las
Farc fuesen los únicos victimarios, como si la Jurisdicción
Especial para la Paz hubiese sido creada para responsabilizar
solamente a los farquianos.¿Dónde quedan, entonces- ¿perdonados
por su amor al establecimiento?- los agentes del Estado y los
civiles que patrocinaron atroces delitos?
Variadas
son las indicaciones empíricas que evidencian que en la actual etapa
de la guerra interna en Colombia, el imperio norteamericano y una
fracción del bloque en el poder, por variadas razones, están
buscando un final negociado del conflicto interno armado siendo
la más importante la necesidad de brindarle seguridad jurídica y
fáctica a la inversión extranjera directa, en lo básico orientada
ahora hacia la economía extractiva. En la primera etapa del siglo
XXI- durante el octoenio de Uribe Vélez y apoyado por el
actual presidente – buscaron hacerlo por la vía militarista
frenando a las Farc en su estrategia de expansión del control
territorial pero sin que lograran derrotarla militarmente. Pero, en
esta segunda década del nuevo milenio, reorganizadas las Farc en
un nuevo territorio de guerra, decidieron ensayar la vía
de la negociación, la de buscar la paz negativa haciendo un mínimo
de concesiones pero manteniendo una línea de consolidación del
status quo, así como un manejo neoliberal de la etapa post-acuerdos
la Habana. De cara a esta posibilidad, Uribe Vélez, el sumiso y
disciplinado amigo de Bush, se ha rebelado y ahora, cuando los
diálogos en Cuba han empezado a dar un salto casi cualitativo, ha
levantado nueve tesis de oposición algunas de ellas duras contra los
Estados Unidos, que le han dado forma a un discurso “antiterrorista”
para derrotar a los “terroristas de las Farc”, que estarían
buscando imponer, de modo hegemónico, la impunidad en
los Diálogos de La Habana. Entonces, como para recordar ahora al
Uribe Vélez del 10 de marzo del 2005, que cuando estaba
negociando con los paramilitares avaló así su Ley de Justicia y Paz
en declaraciones a la W Radio,
“Encontrar
un buen balance entre paz y justicia es muy difícil, paz sin
impunidad, justicia sin sometimiento. Pero le voy a decir: todos los
procesos de paz son imperfectos, hasta el límite que me he atrevido
a decir lo que ahora repito: en todos esos procesos de paz finalmente
uno ve un poquitico de sometimiento en nombre de la justicia y algo
de impunidad en nombre de la paz. En esto hay que hablar con toda
franqueza. Aquí no hay legislación perfecta. En un proceso de paz
queda algo de impunidad; tenemos que buscar que sea la menor
posible”.[7]
Pero,
no obstante este pasado discursivo y práctico de hace una década,
ahora, con motivo del acuerdo sobre La Jurisdicción para la Paz,
Uribe Vélez ha enhebrado su posición en 9 Tesis en las que
las palabras “terrorismo e impunidad” recogen y
condensan el poder del lenguaje: 1. No cárcel; 2. Igualación
de las Fuerzas Armadas con el terrorismo; 3. El acuerdo no excluye
el narcotráfico como conexo del delito político ( y no es
contundente para excluir el secuestro como conexo del delito
político); 4.Igualación de la sociedad civil con el terrorismo; 5.
“El gobierno ha aceptado abrir a los terroristas todas las
posibilidades de participación política”; 6. “El gobierno no ha
exigido entrega del dinero para reparar a las víctimas”;
7.”Rechazamos (como acompañante del proceso) la indignante
presencia de la dictadura venezolana que ayer no más nos acribilló
con genocidios de centenares de familias colombianas”; 8.
“Las facultades ilimitadas al gobierno y la suplantación de la
Constitución contribuirán a una nueva dictadura, avalada por
el Congreso y respaldada por los fusiles y los explosivos del
terrorismo”; 9. “El Centro Democrático sigue con el compromiso
de interpretar a millones de colombianos que nunca aceptarán
el golpe de Estado que se tiene contra la democracia”.[8]
Casi
de inmediato, el 25 de septiembre, el embajador de los estados
Unidos, Kevin Whitalaken dijo a Colprensa que estaba “en
desacuerdo total con las opiniones del expresidente Uribe”. El
Embajador tenía fresca en la memoria la reciente declaración de
Uribe, “Deploramos que el Secretario de Estado de los Estados
Unidos, John Kerry, aplauda un acuerdo que da impunidad al grupo
terrorista Farc, impunidad que ese país nunca le daría a
Alkaeda”. Así puntualizó el embajador norteamericano su
desacuerdo con el expresidente Uribe,
”Dijo
(Uribe) que se trata de impunidad, pero el acuerdo habla de no
repetición y de otros elementos de los que se tratan en el punto de
la Justicia Transicional también él (Uribe) hace una
equivalencia que nos parece inapropiada y errónea…”. [9]
Pero,
si algún sector social debería haberse movilizado desde el
pasado miércoles 23 de septiembre deberían haber sido las
distintas categorías de víctimas, pues el acuerdo anunciado
ese día las transparentaba como sujeto proactivo central de los
diálogos de la Habana. Al fin y al cabo la Jurisdicción Especial
creada no tenía otro propósito que el de proteger, en el contexto
de las lógicas de lo que es una negociación- es decir, cedo para
que me cedas- su derecho a la justicia. Dichosamente, desde
principios de este 2015, las víctimas, de modo progresivo, han
venido configurándose como el disco duro del proceso de negociación.
Por otra parte, en esta semana como nunca se ha evidenciado que
una cosa es el planteo teórico según el cual la Justicia
Transicional, en primer término, se preocupa por todas las
dimensiones de los derechos de las víctimas, a la verdad y a la
justicia y a la reparación y a la no repetición, y otra cosa es
comprobar que, en la práctica, cada víctima, de acuerdo con sus
condiciones históricas vivenciales muy específicas, privilegian una
u otra de esas dimensiones. Por lo tanto, a este respecto no se
puede generalizar afirmando que todas las víctimas y en todas
sus categorías exigen y reclaman la satisfacción de todas las
dimensiones de sus derechos. Por ejemplo, un sector importante de las
víctimas de las Farc, que no todas, tienden a no perdonar
moviéndose, por lo tanto, dentro de la actitud punitiva de exigir
para ellas, ante y todo y sobre todo, cárcel y prisión.
Representativo es, por ejemplo, el caso del senador Lizcano quien
siendo víctima, señala que ha perdonado, aunque a partir
de allí no se puede formular una generalización
empírica. Sabemos que muchas víctimas, claro que no están
cuantificadas, señalan que condena que no sea cárcel no es condena;
pero también sabemos que para muchas otras-tampoco están
cuantificadas – con la cárcel nada resuelven en su intimidad
adolorida, pues lo que anhelan es que los victimarios reconozcan a
sus víctimas, así como el daño que se les ha causado, que aquel
haga un acto público de contrición , un mea culpa, que ayuden a
buscar a los desaparecidos, que liberen a todos los secuestrados.,
que den garantías de reparación y de no repetición. Al azar
encontramos, por ejemplo, a Gloria Salamanca, que lleva un año
buscando a su hijo desaparecido por las Farc en Nariño, mientras
decía,
“yo
acepto que los miembros de las Farc que reconozcan sus delitos no
vayan a prisión, que entonces, de modo obligado, “trabajen en
agricultura en las tierras donde sembraron tanto
dolor”. [10]
De
todas maneras, aunque técnicamente sea casi imposible censar
la tragedia objetiva y el dolor de ocho millones de víctimas
sí se debe adelantar un censo aproximado por territorios y
localidades golpeadas hasta lograr una especie de “mapa o
cartografía de los dolores y sufrimientos y
tragedias de ojalá todas ella”. Esa acción debe estar en manos de
las victimas ojalá asesoradas, en el nivel regional, por los
respectivos Nodos de la Red de Universidades por la Paz, REDUNIPAZ.
En
la mayor parte de los escritos que se han hecho por estos días se ha
caracterizado como histórico lo acaecido en la Habana. Para una
buena parte de los historiadores un hecho o evento se califica como
histórico cuando, saliéndose de lo común y ordinario, logra
condensar e impactar las contradicciones y conflictos y
problemas y ejes centrales de tensión, de acción y de
pensamiento de una sociedad en una etapa o coyuntura de
su existencia material y social. Solo el tiempo nos dirá, en el
mediano y largo plazo, hasta dónde fue histórica la creación de
esa Jurisdicción Especial para la Paz, que apenas es un constructo
en emergencia. Pero, en el corto plazo, así lo reflejamos en nuestro
libro, esperábamos para “ya” una decisión concertada así. Y
ahí reside, su primera y más importante virtud, no fue producto de
la imposición de una parte sobre otra sino de una
concertación, que todavía es incompleta porque le falta la
más amplia legitimidad social. Se ha producido un importante paso
adelante, pero aún es mucho lo que falta no sólo para jalonar
e impulsar en el país una profunda revolución social y cultural
democrática llamada “paz positiva imperfecta” sino aún
para acceder a una paz negativa, a un país sin guerra, sin
estrategias de afianzamiento del status quo y dispuesto a cooperar
para ponerle punto final a una guerra interna, lo que en sí mismo es
importante. Falta aún,
***terminar
el punto 5 sobre víctimas y el tercero sobre el final del conflicto;
***definir
los puntos centrales de la implementación de los acuerdos (su
formalización jurídica y la legitimación ciudadana
sociopolítica);
***acordar
cómo se van a tramitar y discutir las 28 salvedades que existen
alrededor de los tres primeros acuerdos;
***pactar
y poner en acción una estrategia de desparamilitarización del país,
lo que se impone desde el punto de vista cultural y como medida
de protección de la nueva fuerza política que ingresaría al
régimen político;
***definir
alguna forma para que los acuerdos centrales entren a hacer parte del
llamado “bloque constitucional”.
INDICE
DEL LIBRO
LOS
DIALOGOS DE LA HABANA, LA COMISIÓN DE HISTORIA DEL CONFLICTO Y DE
LAS VÍCTIMAS Y LA COLOMBIANIZACIÓN DE LA JUSTICIA TRANSICIONAL.
INTRODUCCIÓN
CAPÍTULO
I
Algunas
Ideas sobre la Justicia transicional, El margen Nacional de
Apreciación, la Justicia Judicial, El nuevo Derecho y la
colombianización de la Justicia Transicional.
1. ¿Qué
es la Justicia Transicional?
2. La
doctrina de El Margen Nacional de Apreciación.
3. Justicia
Judicial y Justicia Transicional.
4. La
colombianización de la Justicia Transicional.
5. El
23 de septiembre del 2015: por fin, un acuerdo estratégico
sobre la Justicia: La Jurisdicción Especial para la Paz.
6. ¿Será
el derecho positivo algo formal, un añadido, una “envoltura”,
una mera “enredadera jurídica?
CAPÍTULO
II
Los
Diálogos de la Habana: etapas y temas, virtudes y falencias.
1. El
problema de las Etapas y Temas.
2. Los
Fundamentos conceptuales de los problemas y dimensiones de la Paz
Integral;
3. ¿Qué
Dimensión de Paz podrá brotar de La Habana?
4. La
Virtudes( la novedad de una etapa exploratoria; la presencia de los
militares en el Equipo de Plenipotenciarios del gobierno; los fuertes
apoyos internacionales; el manejo prudencial de la información; la
apelación a una metodología de negociación probada ya en distintas
experiencias internacionales; la producción de tres importantes
semi-acuerdos, no obstante las salvedades, en los primeros 20 meses;
la visibilización de las víctimas como disco duro de la
negociación; y la iniciación de los desminados como acción
conjunta de técnicos, militares y guerrilleros).
5. Las
Falencias: la tardanza en abordar la producción de un acuerdo
estratégico sobre el Esquema de Justicia a aplicar; la desconexión
entre los Diálogos de la Habana y las dinámicas de la guerra
interna en Colombia; la tardanza en producir nuevos acuerdos
substantivos).
6. Alunas
generalizaciones empíricas sobre las Conversaciones de la Habana.
CAPITULO
III
1. La
Conformación de la Comisión: encargos, presentación de resultados
y primeras reacciones.
2. Los
Informes y el problema de las RESPONSABILIDADES COLECTIVAS.
3. Los
estudiosos de los Informes empiezan a hablar.
4. Una
primera aproximación al problema de las responsabilidades
colectivas.
5. El
asunto de las Cronologías en los distintos Informes.
CAPITULO
IV
1. La
Violencia política originada en la década de 1960 en el marco
de las violencias políticas de la historia moderna de Colombia:
A. El
Estado en Construcción: 85 años, del siglo XIX, 1818-1903.
B. El
Estado Disputado: 11 años, 1946-1957;
C. El
Estado Cuestionado: 50 años, 1965-2015.
2. La
Regeneración de 1886 o la Conformación de una “forma de Estado
estructuralmente opuesta a la reforma social”.
3. La
Historia de las relaciones de Colombia con el Imperio norteamericano.
4. Los
orígenes del conflicto interno armado o de una forma de violencia
política insurgente-contrainsurgente –subversiva.
5. Los
Responsables supremos colectivos de crímenes de guerra y de
lesa humanidad.
CAPITULO
V
LOS
CONTENIDOS DE LOS INFORMES DE LA COMISIÓN DE HISTORIA
DEL
CONFLICTO Y EL PROBLEMA
DE
LOS MÁXIMOS RESPONSABLES COLECTIVOS
1. Sergio
de Zubiría: ¿Los máximos responsables colectivos? El Estado y las
clases dirigentes como opositores a los cambios alternativos.
2. Gustavo
Duncan: El Estado no es responsable, sí lo son guerrilleros y
paramilitares.
3. Jairo
Alvarez: El Estado de clase encabeza el listado de los máximos
responsables.
4. Darío
Fajardo: lo son, el Estado con sus políticas agrarias y los
detentadores de la gran propiedad rural.
5. Javier
Giraldo: El Estado es el máximo responsable.
6. Renán
Vega Cantor: El primer lugar de la responsabilidad colectiva la ocupa
la injerencia norteamericana.
7. Alfredo
Molano: ¿Los máximos responsables? El Estado que llevó la guerra
al corazón de las autodefensas guerrilleras y los 250 guerrilleros
que fundaron las Farc.
8. Jorge
Giraldo: La máxima responsabilidad la tienen los guerrilleros, pero
también hay una responsabilidad compartida, en primer lugar, con
narcotraficantes y paramilitares, y en segundo lugar, con el
Estado, dada la ineficacia que para enfrentar la guerra, evidenciaron
algunos gobiernos.
9. Vicente
Torrijos: Los máximos responsables son los guerrilleros.
10. María
Emma Wills: Existe una responsabilidad compartida entre
paramilitares, guerrillas y agentes del Estado.
11. Daniel
Pecaut: En esta guerra contra la sociedad civil, la responsabilidad
la tienen guerrillas, paramilitares y fuerza pública.
12. Francisco
Gutiérrez: Muchos son los responsables, pero los máximos “el
puñado de personas que fundaron las Farc”.
13. Víctor
Manuel Moncayo: El listado de responsables lo encabeza el
Estado en cuanta máxima expresión del orden capitalista.
14. Eduardo
Pizarro: Hablar de responsables significa convertir en jueces a los
Informantes.
23
DE SEPTIEMBRE DEL 2015: POR FIN, UN ACUERDO ESTRATEGICO SOBRE UN
ESQUEMA DE JUSTICIA A APLICAR: LA CREACIÓN DE UNA JURISDICCIÓN
ESPECIAL PARA LA PAZ.
Hasta
ahora, septiembre del 2015, tres asuntos nodales estaban pendientes
siendo el primero el más importante: de un lado, la definición del
Esquema de Justicia a aplicar en esta negociación; el segundo
asociado a la definición de una instancia para darle forma jurídica
a los acuerdos pactados; y el tercero, relacionado con los
dispositivos orientados a lograr una robusta legitimación ciudadana
y sociopolítica del proceso en su conjunto. Como ya se insinuó en
la Introducción de este texto,
transcurridos
apenas tres meses desde la segunda crisis grave de los diálogos
vivida en junio del 2015, y mientras los asistentes en Ibagué
al VII Congreso Nacional y II Internacional de la Red de
Universidades por la Paz, REDUNIPAZ[11], se disponían a entrar
en una teleconversación con el equipo Negociador de las Farc, ese
mismo 22 de septiembre a las 3 pm, el acto se suspendió, pues desde
la Cuba de Martí se anunció que se estaba dando inicio a la
colombianización de la Justicia Transicional mediante la creación
de una Jurisdicción Especial para la Paz. .
Fue
así como de modo inteligente e imaginativo y sin pedirle permiso a
ningún Tribunal Internacional, el gobierno, consensuando con las
Farc, abordó el primer asunto, necesario para iluminarle una salida
a los otros dos. Fue así, por otra parte, como en Colombia se
aplicó la doctrina del MARGEN NACIONAL DE APRECIACIÓN: La
singularidad histórica mundial de nuestro conflicto interno
armado y su secular persistencia y sus tremendos impactos sobre el
conjunto de la sociedad constituían ya una base robusta para poder
proceder sin afectar la normatividad internacional básica.
Este
es el texto en el que se informó sobre la creación de la
Jurisdicción Especial para la Paz[12],
“1.
Gobierno de la República de Colombia y las FARC-EP reafirman su
compromiso con los acuerdos logrados hasta la fecha: “Hacia un
Nuevo Campo Colombiano: Reforma Rural Integral”, “Participación
política: Apertura democrática para construir la paz” y “Solución
al Problema de las Drogas Ilícitas”.
2.
A la vez, reafirman su compromiso con una fórmula de justicia que
satisfaga los derechos de las víctimas y contribuya a la
construcción de una paz estable y duradera. Con ese propósito
estamos construyendo un Sistema Integral de Verdad, Justicia,
Reparación y No Repetición. En ese marco hemos acordado que se
creará una Comisión para el Esclarecimiento de la Verdad, la
Convivencia y la No Repetición y hemos logrado acuerdos importantes
en materia de reparación de las víctimas.
3.
En cuanto al componente de justicia, hemos acordado crear una
Jurisdicción Especial para la Paz, que contará con Salas de
Justicia y con un Tribunal para la Paz. Las Salas y el Tribunal
estarán integrados principalmente por magistrados colombianos, y
contarán con una participación minoritaria de extranjeros que
cumplan los más altos requisitos. La función esencial de las Salas
y del Tribunal para la Paz es acabar con la impunidad, obtener
verdad, contribuir a la reparación de las víctimas y juzgar e
imponer sanciones a los responsables de los graves delitos cometidos
durante el conflicto armado, particularmente los más graves y
representativos, garantizando la no repetición.
4.
El componente de justicia prevé que a la terminación de las
hostilidades, de acuerdo con el DIH, el Estado colombiano otorgará
la amnistía más amplia posible por delitos políticos y conexos.
Una ley de amnistía precisará el alcance de la conexidad. En todo
caso no serán objeto de amnistía o indulto las conductas
tipificadas en la legislación nacional que se correspondan con los
delitos de lesa humanidad, el genocidio y los graves crímenes de
guerra, entre otros delitos graves como la toma de rehenes u otra
privación grave de la libertad, la tortura, el desplazamiento
forzado, la desaparición forzada, las ejecuciones extrajudiciales y
la violencia sexual. Estos delitos serán objeto de investigación y
juzgamiento por parte de la Jurisdicción Especial para la Paz.
5.
La Jurisdicción Especial para la Paz tendrá competencia respecto de
todos los que de manera directa o indirecta hayan participado en el
conflicto armado interno, incluyendo a las FARC-EP y a los agentes
del Estado, por los delitos cometidos en el contexto y en razón del
conflicto, en especial respecto de los casos más graves y
representativos.
6.
La Jurisdicción Especial para la Paz contempla dos tipos de
procedimientos: uno para quienes reconocen verdad y responsabilidad,
y otro para quienes no lo hacen o lo hacen tardíamente. A los
primeros se les impondrá una sentencia, fundada en las conductas
reconocidas después de haber sido contrastadas las investigaciones
de la Fiscalía General de la Nación, las sanciones impuestas por
otros órganos del Estado, las sentencias judiciales existentes, así
como la información que provean las organizaciones de víctimas y de
derechos humanos. Los segundos enfrentarán un juicio contradictorio
ante el Tribunal.
7.
Las sanciones que imponga el Tribunal tendrán como finalidad
esencial satisfacer los derechos de las víctimas y consolidar la paz
y deberán tener la mayor función restaurativa y reparadora del daño
causado. Para todos aquellos que reconozcan responsabilidades por los
delitos competencia del Sistema, la sanción tendrá un componente de
restricción de libertades y derechos que garantice el cumplimiento
de las funciones reparadoras y restauradoras de las mismas mediante
la realización de trabajos, obras y actividades y en general la
satisfacción de los derechos de las víctimas. Las sanciones para
quienes reconozcan delitos muy graves tendrán un mínimo de duración
de cumplimiento de 5 años y un máximo de 8 de restricción efectiva
de la libertad, en condiciones especiales. Las personas que hagan
dicho reconocimiento de manera tardía ante el Tribunal serán
sancionadas con pena de prisión de 5 a 8 años, en condiciones
ordinarias. Para tener derecho a la pena alternativa, se requerirá
que el beneficiario se comprometa a contribuir con su resocialización
a través del trabajo, capacitación o estudio durante el tiempo que
permanezca privado de la libertad. Las personas que se nieguen a
reconocer su responsabilidad por tales delitos y resulten culpables
serán condenadas a pena de prisión hasta de 20 años, en
condiciones ordinarias.
8.
Para acceder a cualquier tratamiento especial dentro de la
Jurisdicción Especial para la Paz es necesario aportar verdad plena,
reparar a las víctimas y garantizar la no repetición.
9.
En el caso de las FARC-EP, la participación en el sistema integral
estará sujeta a la dejación de armas, que deberá comenzar a más
tardar a los 60 días luego de la firma del Acuerdo Final.
10.
La transformación de las FARC-EP en un movimiento político legal es
un objetivo compartido, que contará con todo el apoyo del Gobierno
en los términos que se acuerden.”
El
Tribunal pactado es un órgano ad hoc con funciones judiciales
que busca satisfacer el derecho de las víctimas a la Justicia, así
como a proporcionar seguridad jurídica a quienes, de modo directo o
indirecto, participaron en el conflicto. En su generalidad el
acuerdo es preciso, encontrando un primer complemento concreto- y así
habrá que especificarlo con otras disposiciones postacuerdo 23 de
septiembre- en la medida pactada entre el presidente Santos y
Timochenko según la cual las Farc deberán entregar las armas- en
nuestra opinión no necesariamente al gobierno, pues podrían hacerlo
a las Naciones Unidas o al Vaticano o a un Estado que goce de
la confianza común- en un plazo de 60 días tras
la firma del acuerdo definitivo. Naturalmente, es
necesario examinar el acuerdo en todas sus dimensiones y
detalles, pero en esencia consiste en: a) la creación de una
Jurisdicción Especial para la Paz frente a la cual los acusados (los
responsables todos) de haber cometido crímenes graves y
atroces durante la confrontación armada puedan confesarlos; b) la
fijación de penas alternativas (entre cinco y ocho años) para
aquellos que digan la verdad; c) el señalamiento general de lugares
alternativos donde puedan cumplirse esas penas, aunque no se
precisaron Adicionalmente, las partes pusieron una fecha máxima para
finalizar el conflicto, antes del 23 de marzo del 2016, y acordaron
la dejación de las armas 60 días después.
En
nuestra opinión, pero en la medida en que esto sea pactado en la
Habana como complemento, la Jurisdicción de Paz, además del
Tribunal ya especificado, debería contar con una Comisión Especial
Legislativa, conformada por los miembros ya señalados además de la
Comisión de Paz del Congreso y de Representantes tanto de las
Víctimas como de las dos organizaciones guerrilleras, si es que
despega el proceso con el Eln; a esta Comisión le correspondería la
formalización jurídica de los acuerdos pactados.
Y
hasta ahora, ningún Tribunal Internacional ha cuestionado al
Estado colombiano por el acuerdo logrado; por el contrario, con una
celeridad desacostumbrada en una Entidad Internacional, y, por eso,
sorpresiva y auspiciadora, Fatou Bensouda, fiscal de la Corte
Penal Internacional, declaró,
se
ha dado “un paso significativo hacia el fin del conflicto” y eso
“es bienvenido por la Fiscalía”; por otra parte, “noto con
optimismo que excluye la concesión de amnistías por crímenes de
guerra y de lesa humanidad y que está diseñado, entre otras cosas,
para poner fin a la impunidad por los crímenes más graves”; esto
no obstante, dijo que “la Fiscalía de la Corte Penal Internacional
revisará en detalle y analizará cuidadosamente las disposiciones
acordadas como parte de su continuo examen sobre la situación
colombiana” y que, “para este fin, su oficina entablará extensas
consultas con el gobierno colombiano y otras partes
interesadas, incluyendo víctimas y organizaciones de la sociedad
civil pertinentes”.[13]
Con
celeridad también apoyaron acuerdo el gobierno norteamericano,
Unasur y CELAC; en Estados Unidos John Kerry, Secretario
de Estado habló de “avance histórico”. En Colombia casi todos
los órganos de opinión pública se han pronunciado al respecto: la
mayoría para apoyar el acuerdo, una minoría para rechazarlo sin
compasión y unos terceros ya para cuestionar ya para
avalar un aspecto u otro.[14] Llama la atención que en el
Foro de la Hora 20 de CARACOL realizado el 23 de septiembre, la mayor
parte de los entrevistados, con la excepción de los del Centro
Democrático de Uribe, o apoyaron con entusiasmo el acuerdo o
se centraron en formular advertencias sobre limitaciones o peligros
emergentes en el inmediato futuro, así,
César
Gaviria (expresidente liberal): “No tiene cabida decir
que habrá impunidad o que se entregó el país a las Farc”;
Laura
Gil (internacionalista): “El mensaje de hoy es que el
diálogo sí paga…Si las farc siguen respetando el cese
unilateral de fuego se le devolverá la confianza al proceso y pondrá
la refrendación de los acuerdos en otro escenario”;
Enrique
Santiago (abogado español, asesor jurídico de las Farc) :”El
acuerdo es un antes y un después en materia de derecho
internacional…El sistema de justicia , verdad y reparación sólo
se cierra con el componente de la no repetición”; “se ha
construido un sistema que acabará la impunidad, toda la que ha
habido, para que todos asuman: es un sistema de justicia
prospectiva para las futuras generaciones”;
Carlos
Medellín (exministro, víctima indirecta de la toma del Palacio de
Justicia) : consideró que “aunque importante y serio
el acuerdo en la Habana, “ahora comienza un trabajo fuerte
frente a temas que no son menores como la amnistía y la
conexidad de delitos como el narcotráfico con el delito
político”; pero, aparte de que esa conexidad no me gusta, negarla
como salida sería frenar el avance de los acuerdos con las
Farc; precisó, además, que “el sigilo frente al proceso se acabó;
se debe acabar para que no se repita el fracaso del Palacio de
Justicia donde las decisiones se tomaron con sigilo;
Carlos
Vicente de Roux (concejal de Bogotá): “Este acuerdo
envía un mensaje de equilibrio a los militares; las críticas
al acuerdo serían válidas como advertencias y en ese
sentido serían un aporte, pero formularlas con descalificación
es inapropiado;
Juan
Carlos Flórez concejal de Bogotá): “Este es un momento
para hacer advertencias sobre el acuerdo de justicia; el momento es
para advertir, pero no para crear tabués; acá debería funcionar el
principio de que nada está perdonado hasta que todo esté
confesado”;
Camilo
Gómez (excomisionado de paz del gobierno de Pastrana”: “El
punto crítico no es el de las penas sino el tema de la verdad: sin
verdad no habrá perdón, y en consecuencia habrá un rechazo
a la reinserción de los guerrilleros a la vida civil”;
Mauricio
Lizcano (senador liberal que tuvo a su padre secuestrado por las Farc
durante nueve años): “Los puntos de acuerdo sobre justicia han
sido importantes, el acuerdo es histórico; las Farc han aceptado que
son victimarios, aceptan ir a una jurisdicción a reconocer sus
delitos, contar la verdad y someterse a ella;
Luz
María Sierra (periodista, editora de la revista Semana): “En
el acuerdo sobre justicia la pelea con la opinión será dura y si el
gobierno no hace una pedagogía importante , para convencerla, queda
un poco corto el proceso de paz…No es fácil vender la idea de que
habrá condena, pero para la gente condena sin cárcel no es
condena”;
Francisco
Bernate (conjuez de la Corte Suprema): destacó que ha
empezado un nuevo modelo político colombiano que llevará a
replantear el acuerdo de la Constitución de 1991; entonces, “desde
su óptica de lo jurídico, quedan interrogantes como la suerte de
los que purgan condenas, militares o guerrilleros, o si puede
haber impunidad para el narcotráfico en el punto de la conexidad de
este delito con el delito político”;
Angela
Robledo (representante del Partido Verde): “Acá no va a haber
impunidad…el debate sobre la conexidad ya se ha abordado desde la
Corte…El acuerdo blinda contra la impunidad: “como no va a haber
impunidad, se obligarán a decir la verdad”;
Néstor
Humberto Martínez (Exmnistro de Ministros del gobierno de
Santos): advierte que habrá que prever “una reforma
constitucional ante la posibilidad de que el nuevo mecanismo
para implementar los acuerdos resulte insuficiente”;
Samuel
Hoyos (representante del Centro Democrático): “Esto no puede
ser el Caquetá por cárcel, hay que garantizar unos mínimos; lo
mínimo es que la guerrilla reconozca su responsabilidad con las
víctimas y paguen unas penas, así sean reducidas, por crímenes
atroces; de resto se corre el riesgo de revivir la violencia”;
Jack
Housni (congresista de la Unidad Nacional): “Este es un
proceso político y no penal”; entonces, hizo un llamado a
“entender cuál es el bien superior que se busca: la paz”;
aún más, “esto tampoco es una rendición”.[15]
Entre
los gremios de propietarios entre los que existen importantes
fracciones proclives al uribismo, no surgieron críticas al acuerdo,
sino, más bien, observaciones y advertencias positivas:[16]
Guillermo
Botero Franco(presidente de FENALCO): fue el único en
acordarse de que lo de las penas alternativas también eran
para los agentes del Estado: “Es importante rescatar la
decisión de no amnistiar ni indultar a quienes
cometieron delitos de lesa humanidad o crímenes de guerra, y
bajo este anuncio, crímenes tan complejos, como los “falsos
positivos”, podrían pasar a ser juzgados por este Tribunal”;
José
Félix Lafourie (presidente de la SAC): “El acuerdo satisface
el derecho de las víctimas. Esperamos que el Tribunal Especial sea
garante y abra los espacios para que la verdad plena se dé en cada
caso”;
Bruce
Mackaster (presidente de la Andi):”Este (el de las penas
alternativas) era uno de los puntos más sensibles, y seguramente
será de los más debatidos, pues el país ha estado dividido en
términos de la obligación que existe o no, de generar prisión
alrededor de algunos delitos”;
Rafael,
Mejía (presidente de la SAC): “El acuerdo previsto para
dentro de 6 meses deja abierto el camino para continuar sobre
lo que ya se ha firmado, porque hay puntos fundamentales pendientes
en el campo, los cultivos y el narcotráfico”.
En
el escenario de la política en el establecimiento también ha
sucedido algo parecido no dejando de llamar la atención la posición
del expresidente Andrés Pastrana, quien había venido siendo muy
crítico del gobierno de Santos,
Andres,
Pastrana: “Sobre lo que ha sucedido, el país solo puede
regocijarse. Estamos esperanzados en que las reglas de juego
queden claras, que no se afecte el modelo económico ni la confianza
de los mercados”.
No
puede dejar de llamar la atención el que casi todos estos
entrevistados emitan sus opiniones como si los miembros de las
Farc fuesen los únicos victimarios, como si la Jurisdicción
Especial para la Paz hubiese sido creada para responsabilizar
solamente a los farquianos.¿Dónde quedan, entonces—¿perdonados
por su amor al establecimiento?- los agentes del Estado y los
civiles que patrocinaron atroces delitos?
Variadas
son las indicaciones empíricas que evidencian que en la actual etapa
de la guerra interna en Colombia, el imperio norteamericano y una
fracción del bloque en el poder, por variadas razones, están
buscando un final negociado del conflicto interno armado siendo
la más importante la necesidad de brindarle seguridad jurídica y
fáctica a la inversión extranjera directa, en lo básico orientada
ahora hacia la economía extractiva. En la primera etapa del siglo
XXI- durante el octoenio de Uribe Vélez apoyado por el actual
presidente – buscaron hacerlo por la vía militarista frenando a
las Farc en su estrategia de expansión del control territorial pero
sin que lograran derrotarla militarmente. Pero, en esta segunda
década del nuevo milenio, reorganizadas las Farc en un
nuevo territorio de guerra, decidieron ensayar la vía de la
negociación, la de buscar la paz negativa haciendo un mínimo de
concesiones pero manteniendo una línea de consolidación del status
quo, así como un manejo neoliberal de la etapa post-acuerdos la
Habana. De cara a esta posibilidad, Uribe Vélez, el sumiso y
disciplinado amigo de Bush, se ha rebelado y ahora, cuando los
diálogos en Cuba han empezado a dar un salto casi cualitativo, ha
levantado nueve tesis de oposición algunas de ellas duras contra los
Estados Unidos, que le han dado forma a un discurso “antiterrorista”
para derrotar a los “terroristas de las Farc”, que estarían
buscando imponer, de modo hegemónico, la impunidad en
los Diálogos de La Habana. Entonces, como para recordar ahora al
Uribe Vélez del 10 de marzo del 2005, que cuando estaba
negociando con los paramilitares avaló así su Ley de Justicia y Paz
en declaraciones a la W Radio,
“Encontrar
un buen balance entre paz y justicia es muy difícil, paz sin
impunidad, justicia sin sometimiento. Pero le voy a decir: todos los
procesos de paz son imperfectos, hasta el límite que me he atrevido
a decir lo que ahora repito: en todos esos procesos de paz finalmente
uno ve un poquitico de sometimiento en nombre de la justicia y algo
de impunidad en nombre de la paz. En esto hay que hablar con toda
franqueza. Aquí no hay legislación perfecta. En un proceso de paz
queda algo de impunidad; tenemos que buscar que sea la menor
posible”.[17]
Pero,
no obstante este pasado discursivo y práctico de hace una década,
ahora, con motivo del acuerdo sobre La Jurisdicción para la Paz,
Uribe Vélez ha enhebrado su posición en 9 Tesis en las que
las palabras “terrorismo e impunidad” recogen
el poder del lenguaje: 1. No cárcel; 2. Igualación de las Fuerzas
Armadas con el terrorismo; 3. El acuerdo no excluye el
narcotráfico como conexo del delito político ( y no es
contundente para excluir el secuestro como conexo del delito
político); 4.Igualación de la sociedad civil con el terrorismo; 5.
“El gobierno ha aceptado abrir a los terroristas todas las
posibilidades de participación política”; 6. “El gobierno no ha
exigido entrega del dinero para reparar a las víctimas”;
7.”Rechazamos (como acompañante del proceso) la indignante
presencia de la dictadura venezolana que ayer no más nos acribilló
con genocidios de centenares de familias colombianas”; 8.
“Las facultades ilimitadas al gobierno y la suplantación de la
Constitución contribuirán a una nueva dictadura, avalada por
el Congreso y respaldada por los fusiles y los explosivos del
terrorismo”; 9. “El Centro Democrático sigue con el compromiso
de interpretar a millones de colombianos que nunca aceptarán
el golpe de Estado que se tiene contra la democracia”.[18]
Casi
de inmediato, el 25 de septiembre, el embajador de los estados
Unidos, Kevin Whitalaken dijo a Colprensa que estaba “en
desacuerdo total con las opiniones del expresidente Uribe”. El
Embajador tenía fresca en la memoria la reciente declaración de
Uribe, “Deploramos que el Secretario de Estado de los Estados
Unidos, John Kerry, aplauda un acuerdo que da impunidad al grupo
terrorista Farc, impunidad que ese país nunca le daría a
Alkaeda”. Así puntualizó el embajador norteamericano su
desacuerdo con el expresidente Uribe :”Dijo (Uribe) que se trata de
impunidad , pero el acuerdo habla de no repetición y de otros
elementos de los que se tratan en el punto de la Justicia
Transicional(…), también él (Uribe) hace una equivalencia que nos
parece inapropiada y errónea…”. [19]
Pero,
si algún sector social debería haberse movilizado desde el
pasado miércoles 23 de septiembre deberían haber sido las
distintas categorías de víctimas, pues el acuerdo anunciado
ese día las hacía emerger como sujeto proactivo central de los
diálogos de la Habana. Al fin y al cabo la Jurisdicción Especial
creada no tenía otro propósito que el de proteger, en el contexto
de las lógicas de lo que es una negociación- es decir, cedo para
que me cedas- su derecho a la justicia. Dichosamente, desde
principios de este 2015, las víctimas, de modo progresivo, han
venido configurándose como el disco duro del proceso de negociación.
Por otra parte, en esta semana como nunca se ha evidenciado que
una cosa es el planteo teórico según el cual la Justicia
Transicional, en primer término, se preocupa por todas las
dimensiones de los derechos de las víctimas, a la verdad y a la
justicia y a la reparación y a la no repetición, y otra cosa es
comprobar que, en la práctica, cada víctima, de acuerdo con sus
condiciones históricas vivenciales muy específicas, privilegian una
o dos de esas dimensiones. Por lo tanto, a este respecto no se puede
generalizar afirmando que todas las víctimas y en todas sus
categorías exigen y reclaman la satisfacción de todas las
dimensiones de sus derechos. Por ejemplo, un sector importante de las
víctimas de las Farc, que no todas, tienden a no perdonar
moviéndose, por lo tanto, dentro de la actitud punitiva de exigir
para ellas, ante y todo y sobre todo, cárcel y prisión.
Representativo es, por ejemplo, el caso del senador Lizcano aunque a
partir de allí no se puede formular una
generalización empírica. Sabemos que muchas víctimas, claro que no
están cuantificadas, señalan que condena que no sea cárcel no es
condena; pero también sabemos que para muchas otras-tampoco
están cuantificadas – con la cárcel nada resuelven en su
intimidad adolorida, pues lo que anhelan es que los victimarios
reconozcan a sus víctimas, así como el daño que se les ha causado,
que aquel haga un acto público de contrición , un mea culpa, que
ayuden a buscar a los desaparecidos, que liberen a todos los
secuestrados., que den garantías de reparación y de no repetición.
Al azar encontramos, por ejemplo, a Gloria Salamanca, que lleva un
año buscando a su hijo desaparecido por las Farc en Nariño,
mientras decía,
“yo
acepto que los miembros de las Farc que reconozcan sus delitos no
vayan a prisión, que entonces, de modo obligado, “trabajen en
agricultura en las tierras donde sembraron tanto
dolor”. [20]
De
todas maneras, aunque técnicamente sea casi imposible censar
la tragedia objetiva y el dolor de ocho millones de víctimas
sí se debe adelantar un censo aproximado por territorios y
localidades golpeadas hasta lograr una especie de mapa o cartografía
de los dolores, y sufrimientos y tragedias de las
víctimas. .
[1] .
Congreso realizado en la Universidad del Tolima entre el 21 y
el 23 de septiembre del 2015.
[2]. Comunicado
conjunto no 60, Texto del Acuerdo firmado en la Habana-Cuba el
23 de septiembre del 2015,
radiomacondo.fm/2015/o9/24/texto-del-acuerdo-firmado-en-la-habana-entre-el-gobierno-y-las-farc…
[4] .
He aquí una pequeña muestra de artículos publicados en la primera
semna del acuerdo: Uribe, Diana, “La paz
estácerca”, http://mail.google.com/;
conozca los mejores videos del General Mora sobre el Acuerdo”,
htpp://www.semana.com/nacion/multumediael-generl-mora-habla ;
Agencia Colombiana de la Reintegracion, ACR, “Entre 20.000 y
30.000 desmovilizados generaría acuerdo conlas Farc”,
htpp:www.elcolombiano.com/colombia/paz-y-derechos-humanos/entre-20.000-y-30.000-
; “Intervención del Comandante Timoleón Jiménez en el cierre
del acuerdo”, http://google.com/,
Salmón Urbano, Revista cultural; Londoño, Margarita, “!Cesó la
horrible noche!”, www.las2orillas.com ;
Jimenez, Jaime, “Uribe y el Centro Democrático desvarían
entorno a la paz en Colombia”, REBELIÓN; García Abello Yezid,
“La terminación del conflicto es un paso fundamental para
la construcción de la paz en Colombia”, https://mail.google.com/ ;
Agencia de Comunicación de los Pueblos, “Tras los acuerdos de la
Habana se impone abrir canales a la participación de las mayorías”,
25-09-2015; 2Las críticas del Uribismo al acuerdo Gobierno-Farc
logrado en la Habana”, www.kienyke.com ,
24-09-2015; Bonilla, María Elvira, “Que cese el odio”, El Pais,
Cali, 25-09-2015; Gutierrez Sanín, Francisco, “Qué importante
es el cuerdo e justicia logrado en la Habana”, El Espectador,
24-09-2015; Guerrero, Arturo, “No más patria o muerte”, El
Espectador, 24-09-2015; Rodriguez Garavito, César, “Justicia,
Cárcel y Paz”, El Espectador, 24-09-2015; Arteta Dávila, David,
“Santos y Timoleón: por el aro del establecimiento”. Semana,
25-09-2015; Hocchschild, Fabricio, “El avance en el proceso de paz
es una luz de esperanza”, EL Nuevo Siglo, 24-09-2015;
“Negociadores le pisarán el acelerador al proceso”, El
Nuevo Siglo, 25-09-2015; Santos Molano, Enrique, “A las puertas de
la paz”, El Tiempo, 24-09-2015; Sierra Restrepo, Alvaro, “La paz
de los mil días”, El Tiempo, 24-09-2015; Silva Romero, Ricardo,
“Demasiados colombianos siguen …a decir “en marzo se
firmará la paz”, El Tiempo, 24-09-2015; Gómez Maseri, Sergio,
“Estados Unidos repetará lo que diga Colombia” (Bernard
Oronson), El Tiempo, 25-09-2015; Ortiz, Gabriel, “Blanco y
Negro Paz sin paredón”, Columnistas Libres, 25-09-2015; Ruiz S.
Carlos Alberto, “Derechos y coherencias de una transición”,
Columnistas Libres, 24-09-2025; Torres C, César Augusto, “Estos
son los puntos de la Jurisdicción Especial para la
Paz”, www.elcolombiano.com,
; “La Jurisdicci´´on Especial de Paz: entre la norma
jurídica y la norma social”, Escuela Judicial
“Rodrigo Bonilla Lara”; “La Jurisddicón Especial para la Paz
aún no es clara: General Ruiz”
, www.cmi.com.co/jurisdicción-especial-para-la-paz-no-es-clara ;
“Hacia cuatro Jurisdicciones Especiales, UNAD Universidad Nacional
Abierta, www,datateca.unad.edu.co; Cardona Franco, Yetza, “Es la
Jurisdicción especial de Paz expresión del pluralismo jurídico?,
U. de Caldas, maximogris.net/revista/?p=1446 ; “Izquierda Unida
(España) saluda el
acuerdo…”, www.tercerainformacion.es/spip.php?article92276 ;
“Víctimas de las Farc hablan de perdón y reconciliación
“, rafaelpardo.co/víctimas-de-las-farc-…, 24-09-2015;
FORO de víctimas de las Farc organizado por el senador
Lizcano”, www.senado.gov.co/.../la-victima-es-la-que-perdona-no-el-estado ;
Dorado, Fernando. “Proceso de Paz, ¿nueva
fase?, http://viva.org.co/cajavirtual/suc0465/articulo06.html ;
López Patiño, Maria del Pilar, “Ciudadanía colombiana...momento
de comprometerse con la refundación de los acuerdos de la
Habana”, http://viva.org.co/cajavirtual/suc0465/articulo03.html ;
“El proceso colombiano es uno solo”, entrevista de Sergio
Ferrari y otro a Nicolás Rodríguez, 19 septiembre de
2015, http://viva.org.co/cajavirtual/suc0465/articulo02.html ;
“El fracaso de la guerrilla colombiana, 50 años de una estrategia
y unos métodos errados, oficinaprensa_pst_c@hotmail.com;
Quintero, Octavio, “No son todos los que están, ni están todos
los que son”, Columnistas Libres, periodicoelsatelite@hotmail.com,
27-09-2015; Caballero, Antonio, “Nueve Mentiras”. Semana,
septiembre 27 octubre 4, pg. 153; Cabrera Galvis, Mauricio
“Confesión de boca y satisfacción de obra”, El Universal,
27-09-2015; “Lo que pocos saben de Alias ‘Timochenko’. El
Tiempo-Unidad Investigativa, 27-09-2015; Valencia, León, “La hora
definitiva de Uribe”, Semana, septiembre 27 a octubre 4 del 2015,
pg. 51; Samper Ospina, Daniel, “ ¡exclusivo! La grabación
secreta Santos y Timochenko”, Semana, septiembre 27 octubre 4 de
2015, pg. 162; “PARA LA HISTORIA. Quépara Colombia el acuerdo
firmado entre el presidente y el jefe de las Farc. Análisis
de Semana, septiembre 27-octubre 4, 2015, pgs.22-36; Uprimny,
Rodrigo, “Justicia imperfecta, Paz posible”. El Espectador,
26-09-2015 pg ; “En nuestras manos”, EDITORIAL, El Espectador,
26-09-2015; Molano, Alfredo, “!De Frente…arrr!”, 26-09-2015,
pg; Lozada, Carlos Antonio (miembro del Secretariado de las Farc),
“La Foto”, 26-09-2015; Vargas Velasquez, Alejo, “Gran paso
hacia el fin del conflicto”, El Colombiano, 27-09-2015; Kerman.
Yohir, “Memoria Documental”, El Espectador, 27-09-2015; García
Segura, Hugo, “Los arquitectos del acuerdo”, www.las2orillas.co/ ,
27-09-2015.; Alvarez Gardeazabal, Gustavo, “Las puertas del
cielo”, Publicado en ADN, 24-O9-2015; Mera Villamizar, Daniel,
“Paz: gana el país, pierden las farc”
, El Espectador, 25-09-2015; Villegas García, Mauricio, “Los
beneficios inmateriales del acuerdo”, El Espectador, 25-09-2015;
Ochoa, Juan David, “No retorno”, El Espectador”, 25-09-2015;
“Seis meses para la paz”, Columnistas Libres, 23-09-2015; “El
Capítulo final”, El Espectador, 27-09-2015, pgs. 2 a 19; Molano,
Alfredo, “Explicación punto a punto de lo que el Gobierno y las
Farc han acordado en la mesa de diálogos de la Habana”, El
Espectador, 27-09-2015, pgs. 6 a 8; “El camino que falta andar
para la paz”, El Espectador, 27-09-2015, pgs. 10-11; “Las
lecciones de la historia”, El Espectador, 27-09-2015, pg.12; “Los
condenados del conflicto podrá beneficiarse”, Entrevista al
Ministro de Justicia, Yesid Reyes, El Espectador, 27-09-2015, pgs.
14 a 17; Rodriguez Garavito, César, La
ley de amnistía será clave. “La
suave venganza de la Paz”, El Espectador, 27-09-2015, pgs.18 y 19;
Azuero Quijano, Alejandra, “Un buen modelo de investigación”.
Una conocedora de la forma como nació la Unidad de Análisis y
Contexto en la Fiscalía defiende su creación y
critica la forma como fue cambiada. El Espectador, 27-09-2015,
pgs. 20 a 22; Gunter Knies, Embajador de Alemania en Colombia.
“Creemos que habrá acuerdo entre el gobierno y las Farc”,
El Espectador, Suplemento de las Naciones, 27-09-2015, PG. 2;
Gonzalez, Sergio David, “Desafíos económicos de la paz “. El
postconflicto costaría 90 billones en la próxima década, El
Espectador, El Salmón, 27-09-2015, pg. 6; Reyes Posada, Alejandro,
“Juzgar la guerra y distribuir la tierra para la paz”, El
Espectador, 27-09-2015, pg. 88; Bejarano Guzmán, Ramiro, “No se
dejen enredar”, El Espectador, 27-09-2015, pgs. 88 y 89;
Montenegro, Armando, “La Hora de la plata”, El Espectador,
27-09-2015; pg. 89; Ospina, William, “Los Invisibles”, El
Espectador, 27-09-2015, pg. 90; Kai Ambos, “ ¡Tanta justicia sí
permite la paz! “, El Espectador, 27-09-2015, pg. 91; Barbosa,
Francisco, “Lo que falta del proceso de paz”. Una cosa es hacer
paz que implica una firma y varias fotos y otra cosa es construirla
y blindarla. El Tiempo, 28-09-2015; Acevedo C, Rubén Darío, “El
golpe de Estado y la Transición”. Reflexiones en torno a la
concepción del Alto Comisionado de la Paz sobre la transición en
Colombia. Ventanaabiert.blogspirit.com, 21-09-2015; Semana,
Informe Especial, PARA LA HISTORIA, Edición 1743, septiembre 27 a
octubre 4, pgs.23-36; “EL CAPÍULO FINAL”, El Espectador,
27-09-2015, pgs. 6-22 ( trae los siguientes artículos, “Los
arquitectos del acuerdo”; “Explicación punto a punto de lo que
el gobierno y ls farc han acordado”; “El camino que
falta para andar la paz”; “Las lecciones de la historia”; “Los
condenados del conflicto podrán beneficiarse”; “La suave
venganza de la paz”; LA UNAC, “Un buen modelo de investigación”;
RAZÓN PÚBLICA, 29-09-2015 (trae los siguientes artículos, “Ya
estamso probando los beneficios de la paz”; “Ek delito político
como instrumento de paz”; “Los peligros del afán en la última
etapa”); Gutiérrez, José Antonio, “procesos de paz, lucha de
clases y las batallas del post-conflicto, 28-09-2015; Uribe, Diana,
“Que la memoria nos sirva para llegar al perdón y no para
eternizar las venganzas”, 29-=9-2015; “Quién es el más
beneficiado con los avances del proceso?, El País, Cali,
27-09-2015, pg.A2; Melo, Romero, César, “Incautarán bienes
por 68 mil millones a las Farc”, El País, Cali, 27-09-2015, pg.
A3;”Las Farc en el Suroccidente en manos de los mandos
medios”, Redación de El País, Cali, 27-09-2015,pg. A4;Yances,
Germán, “Medios de comunicación , escenarios de guerra”,
El País, Cali, 27-09-2015, pg. A5; Rojas, Jorge Enrique, “La
huella que deja el conflicto en Toribío”, El País, Cali,
27-09-2015, A6; “Sentimos que se ve la luz al final del túnel:
Santos”, Entrevista de Alfonso Ospina a Santos, El País,
27-09-2015; El tiempo, 27—09-2015 (trae ls siguiente artículos:
“ e
l 2016 será el año de la paz en Colombia: Santos”, Entrevista de
Daniel Valero; Gómez Giraldo Marisol, “Lo que sigue para cerrar
el conflicto con las Farc”; “El mundo aplaudió el acuerdo”;
“3o preguntas claves para entender lo que se acordó”, Redacción
domingo “Jamás se pensó en abrir la puerta para juzagr
expresidentes”, Manuel José CEPEDA explica los alcances de ese
acuerdo; “El acuerdo tiene el aval de todos los militares”.
El General Mora defiende lo pactado.
[5] .
caracol.com.co/programa/hora_20/, FORO LA HORA 20, 23-09-2015.
[6] .
“Penas alternativas no gustan a todas las víctimas de las Farc”,
El Tiempo, 24-09-2015.
[7] .
“Proceso de Paz con las Autodefensas”. Memoria Documental
2005-2007, pg. 64.
[8] .
hsbnoticias.com/noticias/política/senador-alvaro-uribe-reveló-análisis-sobre-la-jurisdiccion-160281.
[11] .
Congreso realizado en la Universidad del Tolima entre el 21 y
el 23 de septiembre del 2015.
[12]. Comunicado
conjunto no 60, Texto del Acuerdo firmado en la Habana-Cuba el
23 de septiembre del 2015,
radiomacondo.fm/2015/o9/24/texto-del-acuerdo-firmado-en-la-habana-entre-el-gobierno-y-las-farc…
[14] .
He aquí una pequeña muestra de artículos publicados en los cinco
primeros días del acuerdo: Uribe, Diana, “La paz
estácerca”, http://mail.google.com/;
conozca los mejores videos del General Mora sobre el Acuerdo”,
htpp://www.semana.com/nacion/multumediael-generl-mora-habla ;
Agencia Colombiana de la Reintegracion, ACR, “Entre 20.000 y
30.000 desmovilizados generaría acuerdo conlas Farc”,
htpp:www.elcolombiano.com/colombia/paz-y-derechos-humanos/entre-20.000-y-30.000-
; “Intervención del Comandante Timoleón Jiménez en el cierre
del acuerdo”, http://google.com/,
Salmón Urbano, Revista cultural; Londoño, Margarita, “!Cesó la
horrible noche!”, www.las2orillas.com ;
Jimenez, Jaime, “Uribe y el Centro Democrático desvarían
entorno a la paz en Colombia”, REBELIÓN; García Abello Yezid,
“La terminación del conflicto es un paso fundamental para
la construcción de la paz en Colombia”, https://mail.google.com/ ;
Agencia de Comunicación de los Pueblos, “Tras los acuerdos de la
Habana se impone abrir canales a la participación de las mayorías”,
25-09-2015; 2Las críticas del Uribismo al acuerdo Gobierno-Farc
logrado en la Habana”, www.kienyke.com ,
24-09-2015; Bonilla, María Elvira, “Que cese el odio”, El Pais,
Cali, 25-09-2015; Gutierrez Sanín, Francisco, “Qué importante
es el cuerdo e justicia logrado en la Habana”, El Espectador,
24-09-2015; Guerrero, Arturo, “No más patria o muerte”, El
Espectador, 24-09-2015; Rodriguez Garavito, César, “Justicia,
Cárcel y Paz”, El Espectador, 24-09-2015; Arteta Dávila, David,
“Santos y Timoleón: por el aro del establecimiento”. Semana,
25-09-2015; Hocchschild, Fabricio, “El avance en el proceso de paz
es una luz de esperanza”, EL Nuevo Siglo, 24-09-2015;
“Negociadores le pisarán el acelerador al proceso”, El
Nuevo Siglo, 25-09-2015; Santos Molano, Enrique, “A las puertas de
la paz”, El Tiempo, 24-09-2015; Sierra Restrepo, Alvaro, “La paz
de los mil días”, El Tiempo, 24-09-2015; Silva Romero, Ricardo,
“Demasiados colombianos siguen …a decir “en marzo se
firmará la paz”, El Tiempo, 24-09-2015; Gómez Maseri, Sergio,
“Estados Unidos repetará lo que diga Colombia” (Bernard
Oronson), El Tiempo, 25-09-2015; Ortiz, Gabriel, “Blanco y
Negro Paz sin paredón”, Columnistas Libres, 25-09-2015; Ruiz S.
Carlos Alberto, “Derechos y coherencias de una transición”,
Columnistas Libres, 24-09-2025; Torres C, César Augusto, “Estos
son los puntos de la Jurisdicción Especial para la
Paz”, www.elcolombiano.com,
; “La Jurisdicci´´on Especial de Paz: entre la norma
jurídica y la norma social”, Escuela Judicial
“Rodrigo Bonilla Lara”; “La Jurisddicón Especial para la Paz
aún no es clara: General Ruiz”
, www.cmi.com.co/jurisdicción-especial-para-la-paz-no-es-clara ;
“Hacia cuatro Jurisdicciones Especiales, UNAD Universidad Nacional
Abierta, www,datateca.unad.edu.co; Cardona Franco, Yetza, “Es la
Jurisdicción especial de Paz expresión del pluralismo jurídico?,
U. de Caldas, maximogris.net/revista/?p=1446 ; “Izquierda Unida
(España) saluda el
acuerdo…”, www.tercerainformacion.es/spip.php?article92276 ;
“Víctimas de las Farc hablan de perdón y reconciliación
“, rafaelpardo.co/víctimas-de-las-farc-…, 24-09-2015;
FORO de víctimas de las Farc organizado por el senador
Lizcano”, www.senado.gov.co/.../la-victima-es-la-que-perdona-no-el-estado ;
Dorado, Fernando. “Proceso de Paz, ¿nueva
fase?, http://viva.org.co/cajavirtual/suc0465/articulo06.html ;
López Patiño, Maria del Pilar, “Ciudadanía colombiana...momento
de comprometerse con la refundación de los acuerdos de la
Habana”, http://viva.org.co/cajavirtual/suc0465/articulo03.html ;
“El proceso colombiano es uno solo”, entrevista de Sergio
Ferrari y otro a Nicolás Rodríguez, 19 septiembre de
2015, http://viva.org.co/cajavirtual/suc0465/articulo02.html ;
“El fracaso de la guerrilla colombiana, 50 años de una estrategia
y unos métodos errados, oficinaprensa_pst_c@hotmail.com;
Quintero, Octavio, “No son todos los que están, ni están todos
los que son”, Columnistas Libres, periodicoelsatelite@hotmail.com,
27-09-2015; Caballero, Antonio, “Nueve Mentiras”. Semana,
septiembre 27 octubre 4, pg. 153; Cabrera Galvis, Mauricio
“Confesión de boca y satisfacción de obra”, El Universal,
27-09-2015; “Lo que pocos saben de Alias ‘Timochenko’. El
Tiempo-Unidad Investigativa, 27-09-2015; Valencia, León, “La hora
definitiva de Uribe”, Semana, septiembre 27 a octubre 4 del 2015,
pg. 51; Samper Ospina, Daniel, “ ¡exclusivo! La grabación
secreta Santos y Timochenko”, Semana, septiembre 27 octubre 4 de
2015, pg. 162; “PARA LA HISTORIA. Qué significa para Colombia el
acuerdo firmado entre el presidente y el jefe de las Farc.
Análisis de Semana, septiembre 27-octubre 4, 2015, pgs.22-36;
Uprimny, Rodrigo, “Justicia imperfecta, Paz posible”. El
Espectador, 26-09-2015 pg ; “En nuestras manos”, EDITORIAL, El
Espectador, 26-09-2015; Molano, Alfredo, “!De Frente…arrr!”,
26-09-2015, pg; Lozada, Carlos Antonio (miembro del Secretariado de
las Farc), “La Foto”, 26-09-2015; Vargas Velasquez, Alejo, “Gran
paso hacia el fin del conflicto”, El Colombiano, 27-09-2015;
Kerman. Yohir, “Memoria Documental”, El Espectador, 27-09-2015;
García Segura, Hugo, “Los arquitectos del
acuerdo”, www.las2orillas.co/ ,
27-09-2015.; Alvarez Gardeazabal, Gustavo, “Las puertas del
cielo”, Publicado en ADN, 24-O9-2015; Mera Villamizar, Daniel,
“Paz: gana el país, pierden las farc”
, El Espectador, 25-09-2015; Villegas García, Mauricio, “Los
beneficios inmateriales del acuerdo”, El Espectador, 25-09-2015;
Ochoa, Juan David, “No retorno”, El Espectador”, 25-09-2015;
“Seis meses para la paz”, Columnistas Libres, 23-09-2015;
[15] .
caracol.com.co/programa/hora_20/, FORO LA HORA 20, 23-09-2015.
[16] .
“Penas alternativas no gustan a todas las víctimas de las Farc”,
El Tiempo, 24-09-2015.
[17] .
“Proceso de Paz con las Autodefensas”. Memoria Documental
2005-2007, pg. 64.
[18] .
hsbnoticias.com/noticias/política/senador-alvaro-uribe-reveló-análisis-sobre-la-jurisdiccion-160281.
[20] .www.
eltiempo.com/GALERIAFOTOS-WEB-PLANTILLA-GALERÍA .
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