30 mayo 2013

Atisbos No. 175. Los guerrilleros no son los únicos victimarios.



LOS GUERRILLEROS  NO SON LOS ÚNICOS VICTIMARIOS

                                                                                                  Humberto Vélez Ramírez.

Una Mirada desde la Historia[1]
 Ensayo en Clave de Pensamiento  Estratégico
ABSTRACT
1.        Si no dispone de una hora para leer de modo crítico y contributivo este Atisbos, no lo lea, o, quédese con al Abstract.
2.        El juego intereses-necesidades y posiciones: Cuando en una negociación se producen cambios en las posiciones- que es lo más difícil de cambiar- a partir de modificaciones en el juego intereses-necesidades, es porque efectivamente se ha estado avanzando  siendo esto lo que se puede evidenciar en estos nueve meses de conversaciones en la Habana: se ha insinuado un acuerdo informal acerca de la medida en que se afectará la propiedad rural- hasta la abolición del pre-moderno e injusto latifundio improductivo- asunto éste que en el debate nacional unos han callado mientras que otros han deformado presentándolo o presintiéndolo como una ataque frontal contra la propiedad privada.
En el asunto de los tiempos, en cambio, las posiciones más que cambiar, han tendido a radicalizarse. En este orden, el juego intereses-necesidades ha sido distinto.
3.        Santos busca la paz, ¿electoralmente habrá que apoyarlo? Como en la práctica han tomado forma dos estrategias distintas de cara a la paz, neoliberal una y anti-neoliberal la segunda, lo que en la coyuntura habría que hacer, sin adhesiones mecánicas y hasta incoherentes, es construir acuerdos entre las dos fuerzas y estrategias buscando salvar los acuerdos pacificadores de la Habana.
4.        De cara al actual proceso de negociación, existen unos enemigos abiertos para quienes el discurso de “una muy posible impunidad frente a delitos atroces” no es más que una táctica de torpedeo. Lo que les importa es que la negociación no salga avante. En esas condiciones, para ellos no hay Justicia Transicional que valga.  Con ellos, muy alineados alrededor del llamado “Centro democrático”, es inoficioso el debate público sobre esta forma excepcional de justicia pues, siempre le encontrarán reparos y enormes limitaciones y extensos vacíos. Pero, como lo ha destacado William Ospina, existen otros enemigos de buena fe y hasta casi todos sus amigos, que están muy interesados en que la paz no signifique tapar culpas y crímenes, pero que también saben que el único castigo no es la cárcel. 
5.        “LA PAZ DIFÍCIL”, un importante artículo de Jorge Orlando Melo.
6.        Las conversaciones han sido relativamente prudentes, pero sí se sabe bajo qué términos se está negociando en la Habana y sobre qué materias.Los acuerdos informales que se vayan formulando no saldrán de estos temas, a.  reforma rural; b. reforma del régimen político y electoral; c.  cooperación de las Farc en la redefinición de la Política anti-narcóticos; d. derechos de las Víctimas; e.  sentido y propósitos de la dejación de las armas; y. f. formalización-verificación de los Acuerdos  y situación del post-conflicto armado.
7.        Desde hace, por lo menos, diez años,  dos imaginarios  bélicos, han alcanzado amplia cobertura social convirtiéndose, desde las mentes de un amplio sector de la ciudadanía,  en verdaderos obstáculos a la paz. El primero de ellos  dice que esos viejos e idealistas guerrilleros han dejado de ser actores políticos y que, por lo tanto, si ahora buscan negociar, no hay  razones  robustas para otorgarles prerrogativas para que hagan política; no menos fuerte y amplio es el otro imaginario, que dice que como el fin del fin de las guerrillas se encuentra a la vuelta de la esquina, más que negociar con ellos, lo que hay que hacer es arreciar la guerra. Los amigos de la paz, en sus distintas versiones ciudadanas, deben hacer mucha pedagogía evidenciando cómo esos imaginarios no se corresponden con la realidad.  Golpeados durante el octoenio en lo militar y en pérdida progresiva de control territorial entre el 2002 y el 2007, en el 2008, producto de la readecuación estratégica liderada por Cano, los farquianos empezaron a reactivarse en el 2008, levantando cabeza militar en los últimos doce meses del gobierno de Uribe, y, a partir de entonces, en lo territorial han venido  reconfigurando   un largo y complejo corredor, que partiendo  desde Catatumbo, se abre paso por Arauca y Antioquia hasta llegar l al Valle desde donde continúa hasta el Cauca y Nariño para llegar al Putumayo y a los límites con Ecuador.

8.        En esta sociedad nuestra ¿serán los guerrilleros los únicos victimarios?  Claro que ellos lo han sido y lo continúan siendo, sobre todo, por las formas específicas como  han dirigido su movimiento con múltiples acciones ilegítimas de guerra contrarias al DIH y con un enorme impacto   perverso sobre las poblaciones civiles habitantes de los territorios de guerra.  Pero, en esta sociedad la lista de victimarios es más amplia, compleja y enredada. 
9.        En los finales de la violencia entre partidos, ¿quién obligó a Marulanda Vélez y amigos a salirse de un cargo oficial? Entrevista de Jorge Leyva al Sargento Pascua.
10.     El 20 de mayo de 1964, 14 hombres y 2 mujeres liderados por Marulanda Vélez le enviaron al presidente Valencia una carta solicitándole que se hiciese en Marquetalia una reforma agraria completa. Archivo General de la Nación Fondo Presidencia.
11.     En la década de 1960, el propio Ministro de Guerra también se lo advirtió al Estado: En Colombia habrá violencias si no se hacen reformas estructurales. Entrevista de Humberto Vélez y Adolfo León Atehortúa al General Alberto Ruiz Novoa.
12.     En la época de la violencia entre partidos- mediados del siglo  XX- se llegó a unas formas extremas de ejercicio de la  violencia, casi “patológicas”. Una corta y expresiva ilustración.
13.      Algo aún más extremo y sistemático acaeció en la década 1990-2000: apareció, por ejemplo, la práctica de desmembrar a las personas con motosierras. El   caso del genocidio del Salado.
14.     Sin pretender desvanecer responsabilidades morales y penales en lo personal, algo de perverso ha entrado a hacer parte de “nuestro cuerpo social”. Entrevista de El Tiempo al Embajador Francés Francois Zimeray.
15.     Expresión clara y robusta de ese social colombiano precario y desvanecido ha sido  la enorme inequidad social que ha caracterizado a esta sociedad. Un solo ejemplo: en materia de distribución de la propiedad rural, con un Gini de 0.86 casi que se acerca a la más perfecta desigualdad.
16.     Como para para levantar la hipótesis según la cual, como un resultado histórico,  en esta segunda década del siglo XXI los colombianos tienden a atenerse a dos modelos regulatorios ambivalentes de las conductas personales, uno para “hablar y discursear” y otro para “hacer”: El primero, especulativo e inefectivo  pero muy loado, el segundo, socialmente  efectivo pero pactado y agazapado. Por eso los colombianos, más que institucionales, son y han sido para-institucionales.  
17.     Por todas estas últimas razones medio esbozadas entre los acápites 9 y 16 del presente Atisbos, lo que los colombianos deberíamos estar haciendo sería tratar darle forma a una necesaria y compleja pero todavía dificultosa y casi imposible  LEY DE PUNTO FINAL; algo al respecto, ha avanzado Pablo Catatumbo.
18.     La Justicia Transicional  no ha sido concebida para perdonar a las personas en lo penal porque sí y ni siquiera para pagarles o agradecerles la dejación de las armas a quienes las han empuñado de modo subversivo; es una forma de justicia, concebida  para abordar y manejar un conflicto macro, grave para el país y de mucho impacto perverso para el conjunto de sus  habitantes. Por sí y en sí misma carece de sentido, pues es una función de las condiciones en las que se maneje el conflicto. Es así como, a la luz de sus propias lógicas,  el cómo y el cuánto de justicia dependen  de los niveles de reparación de las víctimas, así como de los grados efectivos alcanzados de establecimiento de la verdad, de garantías de no repetición y de reconciliación. Esto parece olvidarlo, casi por completo, el líder de la oposición a la paz, el ex-presidente Alvaro Uribe Velez, así como sus asesores y seguidores. ¿Mala fe o interés político u obsesión guerrerista o todo a la vez? Recordemos ahora que, hace 21 años, el propio Uribe, como senador y ante una situación crítica de vacío legal, sacó avante una ley de re-indulto total para el M19.


[1] . SE AUTORIZA LA REPRODUCCIÓN TOTAL O PARCIAL DE ESTE ATISBOS 175 ESPECIFICANDO LA FUENTE.

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